EL RITMO DEL CONFLICTO SOCIAL
El objetivo de la oposición es obstruir las políticas del gobierno e implantar el relato de su inoperancia
A un mes de gestión del gobierno del FdT, la propuesta de un cambio de rumbo de las políticas económicas choca con una oposición frontal en todos los planos del accionar político, económico e ideológico. La máxima dirigencia de Juntos por el Cambio podrá estar dispersa por el mundo gozando de sus lujosas vacaciones, pero los medios de comunicación hegemónicos y los legisladores y dirigentes macristas de segunda línea han pasado al frente con los tapones de punta, unificados en su objetivo de obstruir las políticas del gobierno e implantar rápidamente el relato de su inoperancia, ineficiencia, parcialidad y peligrosidad para los intereses de los sectores medios de la población.
En la ultima nota decíamos que la estrategia de la oposición gira en torno a desfinanciar al gobierno, resistiendo toda transferencia de ingresos desde los que tienen mas hacia los que tienen menos. Tanto la actitud belicosa del “campo” y de los grandes intereses económicos ante el anuncio de los aumentos de los impuestos que los gravan, como la amenaza de paro de la comercialización de productos agropecuarios y la persistente formación de precios en los mercados monopólicos, indican que la producción y comercialización de alimentos será el teatro privilegiado para el estallido del conflicto social. Esto es de crucial importancia, pero también lo es conocer el ritmo y los tiempos de desarrollo de este conflicto.
El accionar del macrismo muestra que busca violentar el plazo de los 180 días dispuesto por el gobierno para evaluar sus políticas. Presiona en todos los frentes para acortar los tiempos que conducen al estallido del conflicto social. Busca que esto ocurra cuando el gobierno se encuentre embretado negociando la reestructuración de la deuda y amenazado al mismo tiempo por el desencadenamiento de una corrida cambiaria y un desmadre de la inflación.
A medida que pasan los días, el ritmo del enfrentamiento entre dos proyectos radicalmente diferentes se acelera, impulsado por las acciones y el discurso de una oposición que busca polarizar al escenario político. A la propuesta oficial de introducir cambios en forma “pausada y prudente” buscando terminar con el hambre, “tranquilizar a la economía” y poner un piso a la recesión en un periodo de 180 días, la oposición responde con acciones que buscan trabar las políticas, desfinanciando al gobierno. Al mismo tiempo, usando su control sobre los medios de comunicación hegemónicos, busca polarizar a los sectores medios de la sociedad machacando el discurso del miedo y del odio hacia “los de abajo” impulsado por Macri durante toda la campaña electoral. Desplegando tácticas que recuerdan los principios seguidos por Goebbels para manipular a la opinión publica alemana, el macrismo desconoce y vuelve invisible a la pobreza y al hambre e intenta hipnotizar a los sectores medios de la población con el fétido aliento del estilo de vida de la “gente linda” que consume viajes y dólares y hace siempre lo que quiere.
Una clase media que en buena parte ha caído en el agujero negro de los 2.800.000 nuevos pobres creados por las políticas del gobierno de Macri es ahora interpelada por la oposición macrista, con cantos de sirena que responden a los intereses de los sectores mas ricos. Esto quedo patente en la discusión sobre los aumentos de impuestos propuestos para financiar las políticas del gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires. En la manipulación de la subjetividad de los sectores medios de la sociedad sobrevuela el fantasma de una forma de sometimiento: el síndrome de Estocolmo. Este alude a un estado psicológico en el que la víctima de un secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con aquel la capturó y puede acabar ayudando a los captores a realizar sus fines.
Para el macrismo ese es el nudo de la cuestión: convencer a la clase media que “los de abajo” no trabajan porque no quieren. Grabar a fuego en la psiquis social que llenarse de dólares es un derecho humano. Persuadir de que la licuación de los ingresos y el endeudamiento para llegar a fin de mes no son consecuencia de las políticas de la vieja administración y que el macrismo es la fuerza política democrática y republicana que representa a los sectores medios de la población y la esperanza de un futuro mejor. Este mensaje se arropa en la impunidad, ese codiciado y reluciente halo que emana de los poderosos en un mundo cada vez más corrupto. Impunidad tanto para hacer ganancias extraordinarias como para subvertir normas y vaciar de contenido a los valores y al propio lenguaje. En el mundo cerradodel poder macrista, la impunidad es oro en polvo. Su fulgor paraliza los disensos.
Naturalización de la pobreza y la impunidad
Esta semana Miguel Pichetto, ex candidato a la vicepresidencia de Juntos por el Cambio, denostó la política contra el hambre del gobierno reconociendo al mismo tiempo que no conoce como funciona. Naturalizando la pobreza y el hambre, reiteró su creatividad lingüística afirmando que en la Argentina “no existe el hambre famélico para andar repartiendo vales y valecitos… un invento de los curas y del gobierno para sacar redito político”, y terminó su diatriba advirtiendo a la clase media que será perjudicada por estas políticas (ámbito.com, 13 y 14. 1 2020).
Mientras tanto, el Presidente del Uruguay contribuyó, a su manera, a desnudar la impunidad de nuestra elite: convoco a 100.000 argentinos a invertir en el Uruguay ofreciéndoles beneficios fiscales de distinto tipo. También prometió flexibilizar las regulaciones para facilitar su residencia legal en el país. El atractivo principal de esta propuesta reside en evadir impuestos argentinos. El hermano de Macri, ducho en estas cuestiones, no tardó en anunciar su decisión de mudarse al país vecino. Otro episodio ocurrido en Punta del Este y subido a las redes sociales sintetizó el sentido común de amplios sectores de la elite argentina. El festín de un cordero que fue arrojado vivo desde un helicóptero a la pileta de uno de los comensales que filmaba el episodio es otra gota por la que transpira el océano de impunidad y degradación de valores que se generalizó durante los últimos años de macrismo (infobae.com 15 1 2020). El exponente más claro de esta aberración es la conformación de una organización mafiosa paraestatal enquistada en los servicios de inteligencia, en los tres poderes del Estado y en los medios de comunicación hegemónicos y dedicada a extorsionar y realizar operaciones mediático-judiciales para perseguir y encarcelar a CFK y otros adversarios políticos del macrismo.
El proyecto de cambiar el rumbo económico del país y avanzar hacia un país más solidario e inclusivo depende de la capacidad del gobierno para empezar la enorme tarea de reformar al sistema judicial, desarticular el poderío de los medios de comunicación hegemónicos y decodificar la confusión que por años ha sembrado el macrismo naturalizando la impunidad mafiosa y buscando despolitizar y dividir a los ciudadanxs. La transparencia del caos de corrupción y degradación de valores de la experiencia macrista y la visibilidad del hambre y la degradación social que el macrismo ha naturalizado, permitirán construir un sentido común centrado en la solidaridad social. El impulso que el gobierno dé a la participación activa y organizada de la ciudadanía en las decisiones y en el control de gestión de las políticas que se implementan en todos los niveles, desde el municipal hasta el nacional, será decisivo para crear este nuevo sentido común, bloquear el embate del macrismo y cambiar el ritmo que pretende imponer al conflicto social.
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Oposición en un contexto turbulento
Las políticas del gobierno operan en un contexto caracterizado por varios frentes de turbulencia entre los que se destacan el financiero y el cambiario. El gobierno baja lentamente las tasas de interés para incentivar el crédito a la producción. Al mismo tiempo debe impedir que los pesos se trasladen a la compra de dólares y que los precios se dolaricen. Mientras tanto, el engendro de las LELIQs ( letras de liquidez del BCRA) yace agazapado, amenazando el futuro del proyecto oficial.
Mas allá de la fuerte expansión monetaria de los últimos dos meses, el stock de deuda remunerada del BCRA (pases pasivos: es decir colocaciones a 1 día de los bancos en el BCRA a una tasa prefijada, y LELIQs: colocaciones de los bancos a 7 días a una tasa de interés pactada en la licitación) asciende a $ 1,5 billones de pesos. Esto es casi equivalente al total de la base monetaria y representa aproximadamente el 56% de las reservas (ámbito.com, 15 1 2020). El año pasado se pagaron $ 693.000 millones de pesos en intereses de LELIQs. Hoy este problema se ha potenciado, pues si bien el crecimiento de las LELIQs esta contenido, los pases pasivos que se renuevan diariamente han crecido exponencialmente en los últimos tiempos. Este año habrá que pagar a los bancos una cifra astronómica en concepto de intereses, frente a la cual palidecen todos los impuestazos que se quieren imponer al resto de los actores sociales.
Esta situación se da en un contexto cambiario donde, a pesar del cepo, la brecha entre el dólar oficial y el dólar bolsa (MEP), el contado con liqui (CCL) y el dólar blue constituyen ventanas de atracción para los pesos que circulan. Esto es especialmente notable en el caso del dólar bolsa, una inversión legal que se hace a un valor inferior al del dólar solidario/turista y permite a cualquiera persona o empresa saltar fácilmente el cepo y comprar dólares con importantes ganancias.
En estas circunstancias, a principios de esta semana se conoció la intención de la provincia de Buenos Aires de postergar el pago de su deuda. La misma asciende a U$S 11.907 millones y equivale al 84% de los ingresos anuales de la provincia. Un 77% de la misma esta denominada en dólares. La deuda tiene vencimientos de U$S 2.705 millones en 2020, de los cuales U$S 277 millones deben ser pagados el 26 de enero: U$S 250 millones de capital, U$S 26 millones de intereses. A principios de la semana el gobernador anunció “que el esquema y situación que dejo el gobierno anterior no es sostenible” y propuso la postergación del pago del capital en dólares hasta el próximo 1 de mayo mientras negocia con los acreedores. Esto motivó la intervención de diversos dirigentes de Juntos por el Cambio y de Hernán Lacunza, ex Ministro de Economía de la provincia. En esencia negó toda responsabilidad sobre la magnitud de la deuda, la enorme proporción en dólares y la acumulación de vencimientos en un corto periodo de tiempo, estrategia similar a la seguida con el endeudamiento nacional. Se reiteró el criterio de culpabilidad asignado al voto popular: “Argentina y la provincia recuperaron a fin de 2015 el crédito y terminaron de perderlo después de las PASO” (infobae.com, 15 1 2020).
Mas importante aun, se acusó al gobernador de “montar un relato porque no quiere pagar”, afirmando “que la provincia está en condiciones de afrontar los pagos” y detallando recursos que supuestamente tendría disponibles, más la ayuda que iría a recibir del gobierno nacional (lpo.com, 14 1 2020; infobae.com, 15 1 2020). Así, el ministro que reperfiló deuda en pesos a raudales antes de irse en diciembre del 2019 contribuyó con sus declaraciones a obstaculizar la negociación con los acreedores y a fogonear el temor a supuestas malas intenciones del oficialismo para provocar un default en un primer vencimiento de la deuda. Esto a su vez agitó el fantasma de las consecuencias que este default podría tener a nivel de otras deudas provinciales y de la posible activación de clausulas de cross-default de otros títulos bonaerenses, llevando a un posible desmadre generalizado de la deuda provincial. Estas circunstancias voltearon el precio de las acciones y bonos argentinos y echaron leña al fuego de la volatilidad en el mercado de cambios, aumentando el martes la brecha cambiaria del dólar bolsa, del 30 al 35%.
Este episodio reveló una vez más que no hay límites para la oposición del macrismo. Su objetivo inmediato es impedir el funcionamiento del gobierno. Se sigue el libreto de Macri: sembrar el caos por doquier para atar de pies y manos al gobierno del FdT a la política de ajuste y endeudamiento ilimitado del FMI.
Fondos de inversión y turbulencia financiera
Estas circunstancias ocurren en una coyuntura financiera internacional de extrema fragilidad. El nivel de deuda mundial emitido hasta fines del 2019 se acerca a los U$S 257 billones (trillion dollars), cifra récord en la historia de las finanzas (iif.com january 2020). Una de las consecuencias de este enorme endeudamiento ha sido la política de tasas de interés cercanas a cero o negativas seguidas por los bancos centrales de los países mas desarrollados. Hoy la deuda con tasas de interés negativas asciende a los U$S 11,5 billones. La Argentina, con un riesgo país que gira en torno de los 1800 puntos básicos, tiene cerrado el mercado de capitales desde 2018. No puede, por lo tanto, beneficiarse de los niveles de tasas de interés cercanos a cero que imperan actualmente. Enfrenta la renegociación de su deuda con tasas de interés muy altas, y tiene por principales acreedores a varios de los fondos de inversión más importantes del mundo y al FMI.
En notas pasadas hemos visto que la crisis de liquidez aqueja al mercado de pases interbancario (repo) norteamericano, donde ocurre el financiamiento de corto plazo de buena parte de las entidades financieras no reguladas (shadow banking) y en particular de los fondos de inversión. Estos últimos tienen problemas de liquidez intrínsecos, dada su conformación con miles de activos con distintos grados de riesgo y difíciles de desprender rápidamente ante un evento riesgoso. El análisis de la performance en la ultima década de los fondos de inversión muestra que solo el 11% ha tenido un desempeño superior al esperado. Una cifra récord de fondos de inversión han desaparecido de la escena en el 2019, entre ellos algunos de los más importantes (zerohedge, 8 1 2020). Esto ha llevado a Michael Carney, gobernador de la Banca de Inglaterra, a advertir sobre el riesgo sistémico que presentan los fondos de inversión, la mayoría de las veces saturados de activos ilíquidos (reuters.com, 26 6 2019).
Hoy existe consenso sobre el papel que jugaron los fondos de inversión en la crisis de liquidez del mercado de pases interbancario norteamericana, desatada en septiembre del 2019 (bis.org, 8 december 2019). Su peligrosidad sistémica y su rol de eslabón mas débil ante una posible nueva falla del mercado de pases ha llevado a la Reserva Federal a considerar, en caso de que fuese necesario, la posibilidad de instaurar mecanismos de inyección de liquidez directa a los fondos de inversión y otras entidades financieras (zerohedge.com, 14 1 2020).
Así, los fondos de inversión están ante una espada de Damocles. Por un lado, las características de las finanzas internacionales regidas por tasas de interés negativas o cercanas a cero los obligan a maximizar ganancias en condiciones cada vez más riesgosas. Por el otro lado, tienen severos problemas de liquidez y por eso mismo, representan un riesgo para todo el sistema financiero internacional. Esta situación parece brindar a la Argentina capacidad de maniobra en la reestructuración de su deuda externa para no someterse a las exigencias, los tiempos y las condiciones que le quieran imponer sus acreedores externos, en buena medida constituidos por grandes fondos de inversión.
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