El idolo caido

Sería erróneo equipararlo a las damas de beneficencia o al rol clásico de la Iglesia Católica con su ayuda a los pobres, porque su mensaje incluía la participación activa de quienes recibían esa ayuda, a quienes conducía para organizarse. "En 1949 fundó una organización llamada Emaús, que se convirtió en parte del tejido social de Francia y opera a nivel internacional. Es una red de centros dirigidos por personas sin hogar y/o sin papeles, en una comunidad administrada con personal remunerado y voluntarios, pero casi todo lo hacen los propios residentes. La gente dona libros, muebles, ropa, electrodomésticos y aparatos electrónicos, bicicletas (también hacen desalojos de casas), y tres tardes a la semana el centro abre sus puertas al público. Los primeros en llegar son los anticuarios, en busca de algo para revender, pero todo un sector representativo de la sociedad francesa viene a Emaús en busca de algo específico o simplemente para curiosear. Los precios son muy baratos y, después de años en las calles, perdidos en las drogas, el alcohol o las enfermedades mentales, los residentes pueden interactuar con la sociedad en este entorno seguro y amigable. Todo funciona a la perfección; escribe Christopher Lord. Los traperos de Emaús se extendieron por 37 países, entre ellos la Argentina.

Desde 1957 Emaús comenzó a promover cooperativas de auto-construcción en barrios de la periferia porteña, en las que participó el incansable Domingo Bresci. En 1959 el Abate Pierre recorrió las villas miseria del Conurbano bonaerense, de Rosario, Córdoba y Santa Fe, donde explicó las razones del movimiento de los sin techo.

Bresci estuvo entre quienes apoyaron los planes de lucha de la CGT y se sumaron al peronismo. Además participaba en un grupo de estudios sobre el marxismo como herramienta de análisis, dictado por el sacerdote Rafael Tello, que entró en contacto con el profesor de filosofía Conrado Eggers Lan, quien desilusionado de la Democracia Cristiana buscaba nuevos rumbos. El Abate Pierre le dijo que había aprendido más durmiendo una noche bajo un puente con los clochards que en las universidades. Eggers formó un grupo de paficistas gandhianos y luego descubrió en los Manuscritos económico-filosóficos escritos por Marx en 1844 grandes puntos de coincidencia con los Evangelios.

Cuando el Abate Pierre murió en 2007, en olor de santidad, a los 94 años, su funeral fue un acontecimiento nacional, al que asistieron dos Presidentes, y fue alabado como una especie de santo. El anuncio de su muerte lo realizó el Presidente Jacques Chirac, y participaron las principales figuras de todos los partidos políticos. En varios sentidos fue un precursor. Se pronunció sobre diversos temas que iban en contra de la doctrina de la Iglesia, y se trata de una lista muy moderna. Pensaba que se debería permitir que el clero se casara y apoyaba la ordenación de mujeres. Apoyó el uso de anticonceptivos y pensaba que se debería permitir que las parejas homosexuales adoptaran niños. En su labor internacional por los derechos humanos, abogó por los refugiados, incluidos los palestinos, y habló en contra del apartheid.

La propia organización Emaús Internacional reveló los graves cargos contra su fundador, en julio de este año, en un informe encargado a la firma Egaé y escrito por su creadora, la activista feminista Caroline De Haas. Emaús había recibido las primeras denuncias un año antes, por parte de la hija de una pareja cercana al Abate Pierre, que denunció "actos graves" cometidos contra ella a principios de los años 1980, cuando tenía dieciséis o diecisiete años. ​ El informe inicial, que luego se fue ampliando a medida que se presentaron más denuncias, contenía los testimonios de siete mujeres que denunciaron "agresión sexual o acoso sexual" por parte del Abate Pierre entre finales de los años 1970 y 2005, incluyendo una menor de edad y casos de violaciones. Dos testimonios revelan que las víctimas denunciaron sus casos a la dirección de Emaús en 1992 y 1995, sin ningún resultado. El informe señala "una forma de control, alimentada por la diferencia de edad, el estatus del Abate Pierre y una forma de idolatría, o la situación de subordinación entre él y los demás (familia inmediata y compañeros de trabajo)". El último caso de manoseos  se produjo cuando el monje tenía 93 años y estaba internado en un hospital militar, que no fue denunciado porque se atribuyó al deterioro propio de su edad.​

A esa altura de su vida el sacerdote publicó el libro ¿Por qué Dios mío?, en el que cuenta que varias veces "cedió al sexo" con mujeres, lo que motivó el encono del Vaticano. "El voto de castidad no elimina el deseo sexual", dice, y admite que tuvo relaciones sexuales con varias mujeres "pero en forma pasajera, sin relación estable. Advertí que el deseo sexual, para quedar plenamente satisfecho, debe expresarse en una relación de amor tierna y de confianza. Por ello renuncié: habría hecho infeliz a las mujeres y habría lacerado mi opción de vida. Preferí renunciar". Esta confesión formó parte de su campaña en favor del matrimonio de los curas, en cuyo aval recordaba que Cristo eligió a Pedro, que era casado.

Según el artículo de Christopher Lord, "la historia completa que ha salido a la luz comienza con el adolescente Henri Grouès teniendo una relación homosexual con otro chico. Consumido por la culpa por esto (la homosexualidad era ilegal en Francia en ese momento), se unió a su orden monástica a los 17 años. Si su objetivo era reprimir su homosexualidad, unirse a la Orden de los Capuchinos parece haber funcionado: las docenas de denuncias y testimonios que ahora están viendo la luz solo involucran acercamientos a niñas y mujeres".

El presidente de la Conferencia Episcopal, Eric de Moulins Beaufort, confirmó al diario Le Monde que "al menos algún obispo" estaba al tanto "desde 1955-1957" del "grave comportamiento de Abate Pierre hacia las mujeres". Añadió que se sugirió un tratamiento psiquiátrico. Hace dos semanas el Papa Francisco debió responder a una pregunta sobre el Abate Pierre. La pregunta de si el Vaticano (y los Papas) sabían de los crímenes del Abate Pierre llegó al Papa Francisco, en el vuelo de regreso de su viaje a Asia. Dijo que era un "punto doloroso y muy delicado" respecto a una persona que ha hecho tanto bien pero que se ha revelado como un pecador grave. Añadió: "Esta es nuestra condición humana. No debemos decir: cubrimos, cubrimos para que no se vea. Los pecados públicos son públicos y deben ser condenados. Nosotros debemos hablar claro sobre estas cosas, no ocultar. El trabajo contra los abusos es algo que todos debemos hacer (...) Sobre el Abate Pierre: no sé cuándo lo supo el Vaticano, yo no estaba en Roma y nunca se me ocurrió hacer una investigación sobre esto. Ciertamente después de la muerte, antes no lo sé".

“El Papa es un idiota”, dijo François Devaux, co-fundador de La Parole Libérée, una organización sin fines de lucro que representa a las víctimas adultas de abuso infantil por parte de sacerdotes, y él mismo es una de esas víctimas. “Si la Iglesia no tuviera miedo, no sólo estarían abriendo los archivos sobre el Abate Pierre, estarían abriendo los archivos sobre los miles de otros depredadores activos dentro de la Iglesia”.