Nilda Garré analiza el hallazgo del Submarino ARA San Juan y destaca el dato del casco resistente y el espacio destinado a los tripulantes de la nave, que permaneció perfectamente cerrado aún después de la implosión. Una de las imágenes indica que existió un intento de subir a la superficie antes del final. La ex ministra de Defensa integra hoy la Comisión Bicameral creada por ley del Congreso que se reúne una vez a la semana para investigar responsabilidades políticas y seguir los avances de lo que hasta ahora era la búsqueda. Habla aquí del desprecio absoluto del ministerio de Defensa por los familiares de los 44 tripulantes y de la propuesta de un mausoleo flotante que aún no escucha el gobierno. Y señala que es posible tecnológicamente acceder a la recuperación de fragmentos de la nave, e incluso de los cuerpos de los tripulantes.
¿Cual es su evaluación?
Se abre una nueva etapa. El objetivo del hallazgo del submarino está logrado. Y eso permite establecer algunas cosas. El casco resistente de la nave estaba intacto. Eso muestra que la reparación que algunos objetaron estaba perfectamente hecha porque la zona de la soldadura permaneció intacta, a pesar de la explosión que seguramente hubo dentro del submarino, y de la implosión que se derivó del hundimiento. Las partes que están desprendidas son más frágiles, no hacen a la estructura fundamental. Y también existen planos que muestran una suerte de timón que se usa para subir, y que aparece como si hubiese sido maniobrado hacia arriba. Esa información indica que hubo algún intento de direccionar la nave cuando empezó a caer o mientras caía, que intentaron subir. Es decir, hubo un intento de maniobra para evitar la caída. Eso se ha podido determinar a través del ROV (del ingles Remotely Operate Vehicle, un vehículo operado a distancia desde el submarino de la empresa Ocean Infinity). Ha tomado la imagen de cerca. Y muestra que no fue todo inmediato, que hubo un tiempo en el que se intentó maniobrar para recuperar altura y salir de la profundidad en la que estaban cayendo.
Esos datos no aparecieron así en la conferencia de prensa.
Por supuesto, estas cosas las estamos viendo ahora nosotros. Los especialistas ahora podrán sacar más conclusiones. Por eso se abre la etapa de investigación para saber qué puede haber ocurrido, y es decisivo. Ya hay elementos de prueba, no meras evaluaciones e hipótesis. Entre otros datos, teníamos los avisos del comandante del ARA San Juan, cuando advirtió que tenían problemas porque les había entrado agua, el tema de la válvula y el balcón de baterías que había sufrido un principio de incendio. Él habló de una situación de emergencia. Y dijo: Voy a quedarme sumergido, la tripulación está bien. Lo hacía para que se repongan de la tormenta que habían sufrido. Algunos hoy evalúan que tendría que haber subido a superficie. Pero ya vendrán las evaluaciones para saber cuál hubiese sido la decisión más correcta. Él comunicó dónde estaba, dio su ubicación, así que nosotros desde la Bicameral teníamos datos que indicaban esa ubicación. Eso se sumó al informe de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) que identificó el ruido hidrofónico, y todo eso nos daba una ubicación muy aproximada a la que efectivamente resultó correcta.
¿Qué otros datos consideró importantes? Aguad dijo que todo sucedió en poco más de dos horas.
Por los informes que venimos escuchando en la Bicameral hoy sabemos que los problemas que presentaba el submarino sobre algunas deficiencias en el periscopio y falta de balizas o sobre la cantidad insuficiente de elementos, habían sido solucionados en el ingreso de septiembre a la Base Naval de Mar del Plata. Todo eso había sido reparado, según el informe de la base de Submarinos. También teníamos el resultado de la calificación que hizo el comandante del buque: 4.25 puntos sobre 5, es decir, un estado de operatividad razonable en cuanto a la seguridad de la navegación. Hasta ayer se sabían todas esas cosas. Ahora llega el momento de hilar un poco más fino y saber cómo fue ese final donde probablemente haya habido una explosión de hidrógeno que es lo que inicia la caída que va determinar después la implosión.
Aguad dijo que cayó en picada. Y se preguntó qué pasó que todo sucedió tan rápido, que no llegaron a activar las alertas. Pareció sugerir algo. ¿La dejó pensando?
¿Aguad? No, Aguad no me deja pensando. Las declaraciones me parecieron pobres e inexpresivas. Me atuve más al informe técnico de (el capitán, ex vocero de la Armada, Enrique Antonio) Balbi, que siempre es bastante preciso. Y a las consultas que hicimos este tiempo, también a submarinistas. Todo indica que están claros los elementos que muestran que estaban tratando de subir, que hubo un intento de reaccionar a la caída, y que probablemente haya habido una explosión previa de hidrógeno que se acumula y es muy peligroso. Y eso provoca la caída, la implosión y ellos han intentado esta última maniobra, ya sobre el final, por supuesto.
¿Cómo sigue todo en términos de responsabilidades?
Hay tres ámbitos que investigan. El ministerio de Defensa observa las responsabilidades funcionales en una investigación administrativa, delegada al Estado Mayor Conjunto. La Comisión Bicameral investiga responsabilidades de tipo político y de toma de decisiones. Y la causa judicial investiga si hay delito doloso o culposo con relación a lo que sucedió y las decisiones finales. Existe la pregunta acerca de si había que haber tomado la decisión de la inmersión o si el comandante de Submarinos tendría que haber dicho: vuelva a superficie o no vaya a inmersión. Allí está la jueza Marta Yañez, que trabaja muy intensamente. Y también hay que decidir la remoción de partes de submarino porque estos ROV de la empresa Ocean Infinity permiten arrancar partes para estudiarlas.
La conferencia de prensa dejó ese tema en suspenso.
La jueza puede ordenar la remoción de esas partes, y eventualmente de los cuerpos porque el submarino quedó cerrado, el casco de resistencia no se abrió. No sufrió problemas. Uno podría decir que el ROV podría extraer partes por algunos de los lugares de apertura, sacar fragmentos de lo que hay adentro. O cuerpos o piezas que ayuden a esclarecer lo que ocurrió. Creo que técnicamente es posible. Lo que viene ahora es todo eso, seguir viendo la investigación hacia el futuro.
¿Cuáles son las responsabilidades políticas que ya evalúa la Bicameral?
Con los testimonios que escuchamos hasta ahora logramos limitar bastante la sospecha sobre el estado del submarino. Hubo muchas explicaciones sobre lo que ocurrió en septiembre cuando entra a la Base Naval de Mar del Plata y se prepara. El capitán (de la Fuerza de Submarinos, Claudio Javier) Villamide nos mostró las constancias de reparaciones de periscopio, sustitución de balizas. Y los informes del comandante de la nave. Es decir, parte de eso está razonablemente investigado. Queda analizar si había que ir a inmersión o seguir en superficie. Aquí el comandante del buque es el responsable de la última palabra, pero eso no se descarta que ante una situación de gran emergencia el comandante de la Fuerza de Submarinos pueda ordenar permanecer en la superficie, que siempre es un riesgo menor. Quizá esta sea otra cosa a definir, como dije, por la jueza.
Muchos familiares dicen que se enteraron por los medios, pese a que el gobierno salió a decir que les avisó.
Ellos participan de las reuniones de la Comisión, y manifiestan falta de atención de todo tipo. Eso es evidente. Lo tenemos muy claro. Hemos pedido explicaciones al ministerio. Y estamos citando a Aguad para dentro de una semana. Vamos hacer hincapié en el porqué de esta desatención, de esta falta de consideración hacia personas que pasan por una situación de tanta angustia, tan dolorosa. Vimos a 65 criaturas, hijos de estos 44 tripulantes que están en situación de total inseguridad económica y psicológica. ¡Tuvieron que sentarse en Plaza de Mayo, con lluvia y frío! No tenían atención ni siquiera sanitaria, en carpas, con gente que les acercaba comida para cubrir la subsistencia y con el ministerio de Defensa a tres cuadras. Esto se ve también en otros sentidos. La semana pasada presentamos un proyecto de homenaje con otros bloques, el Justicialismo Federal y el Frente Renovador para crear un mausoleo, como se hizo con el Crucero General Belgrano para que cualquier buque pueda rendir homenaje. Es algo que se hace. Y Cambiemos no quiere hacerlo.
¿Cual era la misión del submarino, finalmente? Las familias todavía no lo tienen claro.
De hecho, el homenaje tenía que ver con que estaban cumpliendo una misión que les encargo el país, vigilar con sentido estratégico. Controlar en primera instancia los buques factoría cercanos a los caladeros de pesca y en segundo lugar, a cualquier buque. Obviamente podría haber sido la presencia de un buque inglés, que no tuviera explicación. Se controlan buques fábrica que están cerca de los pesqueros, veían de qué banderas eran esos buques factoría y accesoriamente, pero no por eso menos importante, controlaban a otros buques, de otras banderas, según informó oficialmente la marina. Buques que pudieran estar en la zona, una zona permitida, pero la información siempre es importante tenerla.
¿Por qué Balbi en la conferencia de prensa?
Es ex vocero, también submarinista, de buen nivel profesional, y con explicaciones siempre prudentes y precisas. Ahora fue designado agregado militar en Estados Unidos, entiendo que como reconocimiento a su desempeño. Aguad dijo imprecisiones, cosas vagas, y con el rostro inexpresivo, me sorprendió porque no parecía tocado por esto. Y también me sorprendió que no hiciera ningún anuncio sobre cómo continúan, por ejemplo. Tal vez no tenía autorización superior de hacerlo. Nosotros queríamos establecer una partida obligatoria para la búsqueda, ahora será para seguir investigando los restos y eventualmente la recuperación.
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