El Golpe detrás de la Mendozalida

 

El lunes 29 de Junio el diputado Alfredo Cornejo en la reunión nacional de la mesa de Cambiemos declaró que “Mendoza tiene todo para vivir como un país independiente”, logrando instalar en los medios la discusión sobre la secesión de la empobrecida provincia.

Mientras tanto en secreto hermetismo la mesa judicial de Cambiemos trabajaba con perfecta sincronización para adelantar la renuncia del juez Jorge Nanclares, Presidente de la Suprema Corte de Justicia, pendiente hasta la obtención de su beneficio jubilatorio, dejando libre una vacante estratégica que otorgaría el cuarto voto necesario para la mayoría automática en una corte de siete. Nanclares, de origen radical, decidió prestar su colaboración para que su renuncia se hiciera efectiva al día siguiente, dictando el gobernador el decreto 822, también secreto.

El martes 30 de junio en el Senado, a las 11 de la mañana, los 23 miembros del bloque mayoritario de Cambiemos iniciaron una sesión que duraría poco más de una hora. En soledad, ante la ausencia de todos los bloques opositores, cada legislador del oficialismo debía colocar una bolilla blanca en una urna. A través de este sistema de origen medieval  aprobaron el pliego de Teresa Day en breves minutos, poco antes de las 13.

Mientras se desarrollaba el trámite en la Legislatura, nada quedaba librado al azar en la Casa de Gobierno. Adelantada la vacante, en un salón vacío y ante un puñado de intendentes que concurrían a una reunión por otros temas, el renunciante Nanclares, el gobernador Rodolfo Suarez y la propia Teresa Day, inmortalizan un juramento express, que después es dado a conocer por las redes sociales oficiales en base a un decreto de designación también secreto, publicado recién el día siguiente.

Entre el inicio de la sesión secreta del Senado y el juramento secreto de Teresa Day en la Casa de Gobierno no alcanzaron a transcurrir dos horas. La maniobra propia de un golpe institucional fue planificada y ejecutada con precisión para eludir las medidas cautelares planteadas por toda la oposición y organismos de derechos humanos que debía resolver al día siguiente la Sala II de la Suprema Corte de Justicia.

A primera hora del miércoles 1° de julio, en el Palacio de Justicia se celebra la primera reunión de Teresa Day con sus correligionarios de la nueva mayoría automática.

El jueves 2 de julio el Presidente de la Sala II de la Corte Suprema de Justicia, Omar Palermo, reconocido por su trayectoria académica y en la magistratura por su actuación como fiscal en crímenes de lesa humanidad y declarado “enemigo público de la seguridad de los mendocinos” por Alfredo Cornejo, en el marco de las acciones en trámite decidió al mediodía convocar a una audiencia pública para el próximo 30 de julio y a plenario para resolver si la designación de Teresa Day reúne o no los requisitos de idoneidad que establece la Constitución poniendo en evidencia el quiebre institucional.

En horas de la tarde son sorprendidos en un exclusivo local de Chacras de Coria algunos miembros de la mesa judicial: Alfredo Cornejo, el procurador Alejandro Gullé y el subsecretario de Justicia de su gobierno y del actual Marcelo D'Agostino, debatiendo los pasos a seguir frente a la convocatoria del Presidente de la Sala II para blindar la mayoría automática obtenida.

El viernes 3 de julio al mediodía, se reúnen en la Suprema Corte de Justicia los cuatro miembros de la nueva mayoría automática con la ausencia de tres Magistrados, y eligen en soledad a Dalmiro Garay como presidente de la Suprema Corte de Justicia, consolidando la fractura institucional en el alto Tribunal. Garay ocupó desde el 10 de diciembre de 2015 el cargo de Ministro de Gobierno de Alfredo Cornejo, hasta el 31 de julio de 2018, fecha en que se incorporó a la Suprema Corte de Justicia.

 

 

De republiqueta

Nadie sabe el resultado final de este proceso, ya que las acciones judiciales por la designación de Teresa Day tienen resultado incierto. La mesa judicial de Cambiemos seguirá montando operaciones para armar un escenario a su medida, ya sea para abortar la convocatoria a audiencia pública de la Sala II, como para manipular la conformación del Tribunal. Por otro lado, la oposición democrática y los organismos de derechos humanos presionarán para obtener un pronunciamiento y en caso adverso llevarán el caso ante las instancias nacionales e internacionales.

En la operación Day para lograr la mayoría automática, se destaca el absoluto desprecio por el principio de publicidad de los actos de gobierno, la división de poderes y la independencia judicial propios de la República, anacronismos descartables para el pensamiento de la derecha global y local, dispuesta a sacrificar los principios del liberalismo político en tiempos donde la democracia realmente existente nos recuerda a los estados de excepción.

 

 

 

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