El disfraz

El macrismo, Malvinas y los ex Combatientes.

 

Durante los cuatro años de gobierno, Mauricio Macri no sólo olvidó mencionar en su primer discurso como Presidente  la cuestión Malvinas. También borró de la estructura de Cancillería la Secretaría de Malvinas y facilitó la iniciativa británica en el Atlántico Sur.

Su gestión comenzó utilizando una labor de índole meramente humanitaria, la identificación de los soldados caídos sepultados como NN en el cementerio argentino en Darwin de las Islas Malvinas, como caballo de Troya para imponernos un acuerdo disfrazado de comunicado conjunto, conocido como acuerdo Foradori-Duncan. Todo a medida de los intereses británicos en el Atlántico Sur. Acordaron nuevos vuelos hacia Malvinas desde San Pablo a partir del 20 de noviembre de 2019, justamente el día de la Soberanía, para mejorar la logística extractiva y militar en las islas donde está asentada una base que amenaza la paz de la Argentina y de la región.

Podría hacer mención a varios episodios que condicionaron al país para retroceder en las políticas soberanas, pero el fin de este artículo es darle visibilidad a la gestión política ideológica que el macrismo imprimió en términos de disputa de sentidos para retomar cierta retórica que aglutine a su núcleo duro de derecha adherente a su proyecto político.

La paradoja que se da en el proceso de identificación de los soldados sepultados como NN en Malvinas es que el ex Secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj tomó exclusivamente como interlocutores válidos a la Comisión de Familiares de Caídos de Malvinas, quienes históricamente se opusieron a la identificación, comandados durante años por Héctor Cisneros, un ex miembro del Batallón de Inteligencia 601.

Esa Comisión escrachó a los miembros de la Comisión Bonaerense por la Memoria cuando regresaban de un viaje realizado en 2017 a las Islas Malvinas, en el que apoyaron la campaña por la identidad de los soldados sepultados sin nombre. Con una violencia inusitada gritaron a Adolfo Perez Esquivel y a Nora Cortiñas: “No son NN” y “No se los llevaron en un Falcon verde”.

El camino que dio origen a la identificación comenzó con un grupo de familiares por la identidad de Chaco y el CECIM La Plata, patrocinados por el entonces abogado Alejo Ramos Padilla. Realizaron una presentación en la Justicia reclamando el derecho a la Verdad y a la Identidad. El 2 de Abril de 2012, la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner anunciaba en Ushuaia que solicitaría a la Cruz Roja Internacional la intervención para realizar la tarea. Nada de eso se vio reflejado en el relato macrista.

El macrismo jugó en la práctica a dos puntas, se alineó y facilitó las políticas de despojo pero dio sustentabilidad a un sector ideológico que se agrupó bajo la consigna “el curro de los derechos humanos”. Faros de estos sectores, entre otros, fueron Patricia Bullrich y Juan José Gómez Centurión, ex carapintada veterano de la guerra de Malvinas que en su pseudo ruptura con el macrismo salió con la ambulancia a retenerlos como candidato a Presidente.

El proyecto sostenía un cambio de paradigma en la educación y en la formación pedagógica y dejaba en manos de grupos de tarea, conformados por veteranos de guerra que participaron en los alzamientos contra gobiernos democráticos, nazis y reivindicadores de genocidas, las charlas de formación y de contenidos que se ofrecían a alumnos de distintos niveles. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como ejemplo, estas actividades se realizaron en el centro cultural Julián Centella, pero se diseminaron a lo largo y a lo ancho del país.

Volvieron los desfiles con los torturadores y represores como si acá no hubiese pasado nada. Intentaron parar el proceso de Memoria, Verdad y Justicia en la causa donde se investigan las graves violaciones a los derechos humanos cometidas contra los soldados conscriptos durante la guerra, una causa radicada en el Juzgado Federal de Río Grande donde hay más de 120 hechos denunciados y unos 95 militares imputados. Presiones desde el Ministerio de Justicia y operaciones de prensa, editoriales del diario La Nación, carta de lectores de ex militares veteranos de guerra que con discursos negacionistas regaron con notas varias páginas de los grandes diarios argentinos.

En estos años nos pusieron, a los colimbas, nuevamente las botas encima de nuestros cuerpos, en el acto de conmemoración del día del Ejercito. El 29 de mayo de 2019, el propio Jefe del Ejército, el general Claudio Pascualini, dijo: “A 37 años de la gesta de Malvinas, rendimos un merecido homenaje a nuestros veteranos de guerra: oficiales, suboficiales y soldados. Combatieron todos juntos con gran valor y arrojo compartiendo privaciones y sacrificios". Y agregó: "Actualmente ciertas imputaciones pretenden echar sombra sobre el heroísmo y coraje de nuestros combatientes. Todos dieron lo mejor de sí por la defensa de nuestras Islas. Lucharon y defendieron cada posición con bravura. En la Isla Gran Malvina resistieron bajo condiciones de aislamiento extremo. Vaya entonces a nuestros veteranos de Guerra de Malvinas el especial reconocimiento de todo el Ejército".

Las expresiones del hombre que aún sigue al frente de la Fuerza hacían referencia al primer llamado a indagatoria de los militares acusados de torturar soldados en Malvinas. Esas afirmaciones negacionistas pasaron desapercibidas, ya que en el acto se encontraban presentes el Presidente Macri, pero también el Fiscal rebelde Carlos Stornelli, que acaparó toda la atención de los medios presentes.

Durante estos cuatro años intentaron cambiar el guión del Museo Malvinas que se encuentra en el predio de la Ex ESMA, por un museo de guerra que reivindique la “gesta” de la última dictadura cívico militar. Desaparecieron a Zamba y a todos los próceres que forjaron nuestro Estado Nación, pero gracias a la resistencia de los trabajadores, organismos de derechos humanos y organizaciones de colimbas ex combatientes no pudieron causar el daño total. En este espacio ya se tomaron decisiones importantes para poner nuevamente en valor al Museo. Con el nombramiento de nuestro compañero, el periodista Edgardo Esteban, como director, seguramente volverá la mirada de la cuestión Malvinas desde la perspectiva de los derechos humanos y la importancia estratégica de entender la dimensión de la disputa de soberanía.

 

 

Edgardo Esteban, un ex combatiente frente al Museo Malvinas.

 

 

Los ex combatientes sufrimos las políticas del ajuste, a Macri no le tembló el pulso para vetar parcialmente un régimen especial jubilatorio que establecía un piso de dos jubilaciones mínimas del SIPA para aquellos ex soldados conscriptos que sufrieron el olvido y la discriminación laboral en los primeros años de la posguerra.

Nos impusieron nuevamente discursos de los adoradores épicos de las balas, para queines la problemática de posguerra era un tema de la defensa creando estructuras en el Ministerio de Defensa que nada tienen que ver con el abordaje socio-sanitario de la cuestión humana, poniendo al frente al Coronel Jorge Zanella, detractor de todo aquel que cuente la verdad.

 

 

Coronel Jorge Zanella. Qué cara, qué gesta.

 

 

La Comisión Nacional de Ex Combatientes de Malvinas, un organismo creado en 1994 en la órbita del Ministerio del Interior, pensado para generar políticas hacia el sector de los ex soldados conscriptos y civiles, pasó a ser una estructura de amedrentamiento. Integrada ahora por todo el universo de veteranos que incluye también a militares que la Justicia está investigando por torturar soldados en Malvinas, el organismo ejerce violencia, escraches y aprietes hacia las organizaciones que denunciamos el plan sistemático de entrega del macrismo.

Desde la Comisión Nacional saltaron sobre la caja de la obra social que atiende a los ex combatientes en PAMI.

No tuvieron la mínima sensibilidad en algo fundamental, que es garantizar la cobertura de salud a través del Programa Nacional de Atención a Veteranos de Guerra que gestiona el INSSJP-PAMI. Un programa que fue, en sus mejores años, un antes y un después para la mayoría de los ex combatientes que demandaban prestaciones adecuadas a las patologías prevalentes.

Se dilapidaron recursos con prestaciones fantasmas, millones de pesos pasaron a ser gestionados por un grupo de verdaderos lobos con piel de cordero, que delinearon un sistema de corrupción y violencia que la Justicia deberá investigar. Dejaron a miles de ex combatientes y sus grupos familiares sin ningún tipo de acceso a los sistemas de atención que la obra social tiene establecido en el programa especial.

La semana pasada la nueva conducción de PAMI encabezada por Luana Volnovich dispuso la intervención de la Subgerencia de Veteranos de Guerra, ordenando una auditoría y un sumario administrativo.

Tenemos muchos desafíos para desandar este camino cargado de discursos violentos, el abordaje de la cuestión Malvinas debe deconstruir los estereotipos del héroe, fundado en la lógica del patriarcado, dentro de un pacto machista que edulcora el horror de la guerra justificando cualquier violencia. Continuar con esta lógica genera un clima nocivo para toda la sociedad.

Nos dejaron tierra arrasada, pero tenemos la convicción y la fuerza de los sobrevivientes: vamos a reconstruir la Argentina y retomar el camino que nos acerque a la recuperación definitiva de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social para la felicidad de nuestro pueblo.

 

 

 

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