El clamor por un paro general
Parece haber llegado la hora de paralizar el país como reclaman amplias mayorías de trabajadores en toda la Nación
La crisis de la industria, el exponencial cierre de empresas y los despidos masivos, están preanunciando un cambio de escenario muy acelerado. La centenaria BGH ha dado a conocer la cifra de 450 despidos inmediatos en su planta de la ciudad de Rio Grande, Tierra del Fuego. Oscar Martínez, secretario general de la combativa Unión Obrera Metalúrgica local, asegura que la intención real es licenciar a 1.500 operarios. Esto impactaría sobre 1.200 puestos en la planta local más 300 en la fábrica de la ciudad de Ushuaia, todo en el marco de una paralización de la actividad durante los meses de marzo y abril. Martínez sostuvo que existen reuniones con la dirección de la empresa a las que ahora se suma el secretariado nacional del sindicato, lo que motivó la movilización realizada el miércoles 6 a las puertas de la Carrier (BGH). El fueguino señaló que la cantidad de despidos es escalofriante y que darán batalla por cada puesto de trabajo. El día lunes, Antonio Caló, secretario general a nivel nacional, de paso por la seccional Rosario de ese sindicato, había reconocido en esa sede que el gremio ya tributó con 50.000 despedidos y la amenaza de 20.000 más a la hoguera de esta política económica que alimenta su voracidad con puestos de trabajo en blanco y protegidos por convenios colectivos. El histórico gremio metalúrgico está sufriendo de frente el impacto de las políticas del gobierno. La idea de reproducir la “marcha del acero” del año 2002 sigue cobrando fuerza y en esta oportunidad no sería una exclusividad sindical sino que se sumarían sectores empresarios del mundo de la producción industrial.
Ya no son pequeñas empresas que se crearon en la etapa anterior, cooperativas o emprendimientos familiares los que se cierran cada día. Son las marcas que en los últimos 70 años resistieron todas las crisis y sucumben con el macrismo. Siam, Longvie, Drean, Wrangler, Canale, Lee, suenan para quienes peinamos canas como nombres con los que aprendimos a leer en nuestra infancia. Todas, una tras otra, fueron desapareciendo del universo cotidiano de los hogares de clase media. El tamaño de la devastación es de tal magnitud que no convoca a debatir con el gobierno, en el marco de una campaña electoral, sino a confrontar con lo que se pueda para frenar esta hemorragia. Esto parece interpretar el ex triunviro Juan Carlos Schmid cuando asegura que están dadas las condiciones para un nuevo paro. “Hay que empezar a trabajar el paro porque están dadas las condiciones para hacerlo”, manifestó en una entrevista a FM La Patriada. “Los que somos sindicalistas deberíamos abstenernos de la discusión electoral y llevar adelante la protesta porque no estamos únicamente para pedir cargos en las listas, estamos para ser el vehículo del malestar social”.
Los petroleros de Vaca Muerta amenazan con medidas de fuerza y el desconocimiento de los acuerdos de flexibilización incorporados al convenio colectivo. La causa es la paralización de las obras producto de la reducción de los subsidios otorgados por el gobierno nacional. El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa y actual senador nacional, Guillermo Pereyra, amenazó con desconocer aquellos acuerdos firmados para permitir a las empresas la productividad ideal para explotar el yacimiento. Una asamblea obrera que congregó la friolera de 20.000 trabajadores se expresó con vehemencia contra los despidos y por la continuidad de la fuente laboral. Hay que retroceder varias décadas para encontrar una asamblea con tantos operarios convocados. Por la quita de subsidios Tecpetrol, la subsidiaria de la Techint de Paolo Rocca, anunció la suspensión de 300 trabajadores. El propio Rocca deslizó la amenaza de dar de baja a tres de los cuatro equipos que tiene operando en el lugar.
La mayoría de las consultoras económicas pronostica para los próximos meses una aceleración de los despidos y las suspensiones. Esta situación clama a gritos por una respuesta del movimiento obrero en su conjunto. Para Pablo Moyano, referente del espacio combativo de la CGT nucleado en el Movimiento Sindical para el Proyecto Nacional esto debería concretarse para marzo o abril. El primer aniversario del 21 F, fecha que marcó el inicio de las grandes movilizaciones de 2018, será recordado con un plenario de aquellos protagonistas en el que hay grandes chances que aparezca una fecha para la jornada de lucha esperada por todos pero que nadie termina convocando. Juan Carlos Schmid fue el dirigente más importante del triunvirato cegetista y Pablo Moyano es el principal referente del movimiento sindical para el proyecto nacional. Ambas CTA tienen mandato para acompañar esta iniciativa y en la última convocatoria transformaron en activo y de 36 horas a aquel paro que tenía destino de “parito dominguero”.
Hay 35 trabajadores despedidos de Editorial Atlántida. De manera intempestiva a la hora de ingresar a trabajar el personal de vigilancia tenía un listado de los que podían hacerlo y de los despedidos. La gerencia de recursos humanos no ha respondido a los llamados del SIPREBA para entablar una negociación. La intransigencia patronal frente a los achicamientos de los puestos de trabajo se ha convertido en un signo de los tiempos macristas. Además de destruir empleos se destruyen todos los mecanismos de negociación con las distintas representaciones de los trabajadores. La Nación, diario centenario si los hay, ha cerrado definitivamente su imprenta y son 100 las familias que quedan desamparadas a la luz de un cambio del perfil del negocio que no contempla humanidad alguna.
En el bimestre noviembre-diciembre la cantidad de despidos se ha duplicado comparado con el mismo período del año anterior. La ola masificada de desempleo recorre el país de punta a punta y el gobierno lejos de apaciguarla le suma los propios. De los 9.727 despidos y suspensiones que se produjeron en ese bimestre el 83% corresponden a industria y servicios. Esa cifra en 2017 llegó a 4.758 casos, según una investigación del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
La textil fueguina Badisur despidió sus cincuenta trabajadores y tras haber faltado a la audiencia del Ministerio de Trabajo la semana anterior fue intimada a hacerlo el martes último. El texto del telegrama de despido dice que son por la sanción recibida a raíz de la denuncia del SOIVA (Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido) tras haber anunciado despidos donde pagaría apenas el 70 % de las indemnizaciones en cuotas. Por obra y gracia de la prohibición de exportar, se ve forzada a abandonar la actividad.
En Muebles del Litoral, una empresa ubicada en el kilómetro 13,5 de la ruta nacional 130, de la localidad de Villa Elisa, Entre Ríos, dedicada a la producción de muebles macizos de pino, su dueño tras despedir a 20 empleados amenazó con sacar un arma mientras los despedidos se manifestaban frente a la planta.
El gobierno nacional acaba de publicar un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que posibilita que la planta de Fabricaciones Militares de la bonaerense Ciudad de Azul (Fanazul) pase a manos privadas. El decreto que lleva el número 104 firmado por Macri, Marcos Peña y Aguad alude a la conversión de Fabricaciones Militares en una empresa que pueda lograr “dinamismo, eficiencia y economicidad comparable con el resto de las empresas pertenecientes al sector privado”.
Tras un largo conflicto que dejó en la calle a más de 250 trabajadores, la Dirección General de Fabricaciones Militares confirmó el cierre definitivo de la fábrica de pólvora y explosivos el pasado 28 de diciembre. Fanazul fue el último cierre luego de los despidos masivos en las plantas cordobesas de Villa María y Río Tercero. Ahora, fijó un plazo de 180 días “para iniciar las negociaciones de un Convenio Colectivo de Trabajo para su personal”, en donde se supone las personas conservarán sus puestos laborales.
El Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) denunció que la Provincia despidió “por mail” a 36 profesores que conformaban los Equipos Técnicos Centrales de Formación Docente. Lo inscribieron en el marco del “vaciamiento” en educación y como parte de un camino de privatización de la formación de los maestros. A través de un comunicado, el Suteba, FEB, Udocba, Sadop y AMET aseguraron que los docentes despedidos dependen de la Dirección General de Cultura y Educación. El jueves la gobernadora María Eugenia Vidal convocó a la paritaria docente para el miércoles próximo. Este cambio de actitud puede marcar el inicio de una etapa más racional donde se busque cicatrizar las heridas que dejó la pelea del año pasado en los maestros bonaerenses. Mientras tanto los dirigentes de CTERA buscan hacer lo propio con el Ministro Alejandro Finocchiaro. La única respuesta a su negativa a negociar es que los dirigentes docentes “hacen política” al tiempo que ya se hizo pública su postulación a intendente de la Matanza.
Trabajadores de la aceitera COFCO movilizaron el lunes a La Plata, donde se realizaba una reunión con los directivos de la empresa y las autoridades de la Secretaría de Trabajo bonaerense. La reunión se dio en el marco de la conciliación obligatoria dictada por la autoridad de aplicación de la provincia ante el cierre de la aceitera en la localidad de Valentín Alsina. Ante la insistencia sindical de reabrir la planta y la intransigencia patronal se dictó una prórroga de 10 días a la conciliación. La Secretaría de Trabajo había ordenado la reincorporación de los trabajadores pero relevándolos de tareas. En lugar de retrotraer el conflicto a sus orígenes resolvió que se paguen los haberes sin recuperar los puestos de trabajo. Enrique Roldán secretario general del SOEIA (Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera) confirmó que de no retroceder esta multinacional, la actividad general a nivel nacional del área se verá seriamente afectada porque comienza la temporada alta para la producción oleaginosa.
El jueves se conoció un insólito fallo de la Sala D de la Cámara Comercial, firmado por los jueces Pablo Heredia, Juan R. Gariboto y Gerardo G Vasallo que prohíbe a C5N abrir una cuenta para pagar los salarios a sus trabajadores.
Mientras tanto siguen marchando por las ciudades de todo el país las antorchas en contra de los tarifazos. Esta semana se repitieron en la ciudad de Córdoba, convocados desde distintos puntos de la ciudad para confluir en el monumento de Agustín Tosco, con un notorio incremento de la participación sindical en estas iniciativas. En Rosario resultó una convocatoria unitaria de la que no había registro en muchos años. En Córdoba sucede algo similar con centralidad en la pelea de Luz y Fuerza contra la política del gobernador y su intento de destruir la estatal Empresa de Energía (EPEC). El jueves se conoció la noticia de que Pauny (ex Zanello) la fábrica de tractores de las Varillas que había quebrado y luego pasó por una cogestión obrero-gerencial con aporte de capital de los concesionarios y terminó en una exitosa Sociedad Anónima presentó el procedimiento preventivo de crisis y pretende reducir la semana laboral a tres días, con la consecuente rebaja salarial. Esto está vinculado a la caída de demanda de maquinarias agrícolas de un “campo” mimado y protegido por el gobierno. La devaluación, la sequía y el costo del crédito convirtieron en ilusión las promesas de Mauricio Macri. Pauny representa el 20 % del mercado del tractor en el país.
La participación creciente de dirigentes sindicales locales en las protestas públicas resulta una presión insoportable para las cúpulas nacionales, cada vez más extorsionadas por el gobierno de Macri con manejos de fondos o carpetas.
El 8 de marzo se repetirá el paro internacional de las mujeres. Las asambleas preparatorias registran convocatorias muy superiores al año anterior. El protagonismo de las compañeras en la vida sindical viene creciendo significativamente. Esta jornada superará sin dudas a las precedentes y sumará un factor de presión a la dirigencia nacional. Las mujeres y las identidades diversas agregan insomnio a quienes deciden por el destino de todos los trabajadores y todas las trabajadoras.
La oleada de cierres y despidos, las paritarias sin movilidad, la presión insostenible de las tarifas, empujan los nuevos vientos que soplan desde las regionales del interior de las centrales sindicales. La impunidad con que notorios jefes sindicales paralizan los reclamos parece ir minando la paciencia de las bases y la ausencia de derecho en un Estado autoritario agiliza la necesidad con urgencia de abandonar la rosca política y el tibio debate sobre puestos electorales o la fragmentada resistencia a los desaguisados del macrismo. Parece haber llegado la hora de paralizar el país como reclaman amplias mayorías de trabajadores, jóvenes, mujeres, jubilados y pobres en toda la nación.
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