Desafíos de 2023
Información, guerra y moneda
“Todos los políticos actúan dentro de un halo orwelliano donde las palabras no tienen su significado normal (...) No hay una realidad objetiva, verificable. La realidad es lo que uno dice que es" [1]. Así definía Karl Rove, asesor del Presidente George W. Bush, la esencia de la dominación social en los tiempos modernos. Esta reside en vaciar de contenido las palabras hasta sustituir a la realidad objetiva por un mundo que no es, un mundo ficticio que obnubila el pensamiento crítico y permite reproducir el statu quo: “Somos ahora un imperio y cuando actuamos creamos nuestra propia realidad” [2]. Crear la realidad implica adquirir un poder equivalente al divino: absoluto y totalmente impune. Desde el origen de la memoria, la divinización de lo humano ha dado paso a la barbarie y al canibalismo social. Esto es lo que impregna nuestro presente y coloca a la humanidad al borde del abismo.
Dos décadas pasaron desde estas definiciones de Rove y mucha agua corrió bajo el puente. Hoy la información se ha transformado en mercancía, y un capitalismo de espionaje digitaliza la vida social. Apropiándose de la vida íntima de los ciudadanos, la monetiza, realiza ganancias extraordinarias y desarrolla nuevos mecanismos de control y manipulación social. Un nuevo año se precipita sobre este mundo y mientras la narrativa se profundiza, diversos hechos contribuyen a correr el telón que por mucho tiempo ha ocultado al Minotauro. Hoy este monstruo muestra sus pies de barro, colapsa y, agonizando, levanta una polvareda que ya no alcanza a ocultar su laberinto. El mundo ficticio creado con mentiras y palabras huecas entra en brutal contradicción con la realidad del derrumbe.
Recorrida por una crisis sistémica, la estructura de poder global tambalea y expone la esencia de su poder y de los conflictos que engendra. Esto abre una oportunidad única para comprender lo que acontece e intentar superarlo. Los ciudadanos, aislados en sus pequeños mundos, no se dan cuenta del poder que tienen. Sin embargo, la verdad está muy cerca: cuando nos miramos al espejo pensamos que la imagen que vemos es verdadera. Sin embargo, si nos corremos un milímetro, la imagen cambia. El espejo nos cuenta que la imagen no es más que un sinfín de reflejos [3]. Hay, pues, que romper el espejo para encontrar la verdad que, agazapada en ese nicho oscuro, nos desafía a diario. Así, ya sea en el centro o en la periferia del capitalismo mundial, la tarea del momento pasa por desarticular la narrativa oficial y encontrar las huellas de una estructura de poder que acude a cualquier subterfugio para reproducirse.
Narrativas
No por casualidad, Rove formó parte de un gobierno que se felicitaba por el fin del “síndrome de Vietnam” [4]. Esto le permitía consolidar una estrategia de seguridad nacional basada en el control total (full spectrum dominance) del mundo y sus recursos [5]. Sin embargo, hoy la economía y las finanzas mundiales orillan una recesión y una implosión financiera de magnitud inédita, y la guerra en Ucrania escala hacia un fin catastrófico. Este es un mundo plagado de incertidumbre económica y de falta de representatividad política e impregnado por el aislamiento y la fragmentación. La narrativa oficial sustituye la reflexión por las emociones encontradas y dosis masivas de farándula y empuja hacia la fútil aventura de correr sin descanso para alcanzar la propia sombra. En esa insaciable búsqueda de objetos, símbolos y status, la censura se naturaliza.
Los archivos secretos de Twitter facilitados por Elon Musk a un grupo de periodistas independientes para su análisis y posterior publicación muestran que en los tiempos que corren hay control oficial de la “desinformación” y de la “mala información”. Los archivos también muestran el modo en que operó la censura y los objetivos que persiguió: entre ellos, eliminar toda información contraria a la narrativa oficial sobre el Covid-19, la guerra en Ucrania y la corrupción vinculada a Hunter Biden y a su familia. La censura también promovió información falsa relacionada con el ex Presidente Donald Trump, el Russiagate [6] y las irregularidades cometidas durante las elecciones de 2020. Varias instituciones y funcionarios cumplieron un rol crucial en estos menesteres. Entre ellos, funcionarios del FBI y de la Casa Blanca, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Diputados, representantes demócratas, los medios de comunicación impresos, la televisión y organizaciones privadas [7].
Por estos días, los archivos de Twitter dieron a luz otro hallazgo: las presiones del Proyecto Hamilton 68 sobre la compañía para suprimir la supuesta injerencia rusa en esta red. Creado por un ex agente del FBI junto con ex directores de la CIA, prominentes dirigentes demócratas y ex embajadores en Rusia, este proyecto pretendió convertir a las cuentas de dirigentes de la oposición en bots del gobierno ruso que amenazaban la seguridad interna norteamericana [8]. Por otra parte, analizando lo ocurrido con los principales medios de comunicación desde 2016 en adelante, un prestigioso medio periodístico (Columbia Journalism Review) dio cuenta de su vinculación directa con la censura y fabricación de información relacionada con el Russiagate [9] . De este análisis surge el rol crucial ejercido por el New York Times y el Washington Post en la construcción de una narrativa falsa [10], algo que contrasta dramáticamente con el rol que estos cumplieron en épocas pasada y especialmente con la publicación de los Papeles del Pentágono [11] (Pentagon Papers) y de los Papeles de Afganistán, respectivamente [12].
El terreno militar
Las tropas de Ucrania [13], se encuentran hoy ante un inminente cerco operacional ruso en la estratégica ciudad de Bajmut. En diciembre pasado, el general Valerii Zaluzhnyi, jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, consideró que el principal objetivo de la guerra era impedir este cerco [14]. Sostuvo además que sólo podría ganar la guerra si recibía de inmediato ayuda militar masiva. Un mes después de estas declaraciones, los ministros de Defensa de Estados Unidos y de la OTAN se reunieron en la base aérea de Rammstein, Alemania, y acordaron un envió de tanques y armamentos que no llega a cubrir el 50% de lo demandado oportunamente por Zaluzhnyi [15]. Sin embargo, este envío implica una nueva escalada del conflicto en un momento en que cunden las dudas en los gobiernos europeos [16], los medios [17], y los think tanks norteamericanos sobre el desenlace final de la guerra. Así, la Rand Corporation concluye que una guerra prolongada en Ucrania no favorece los intereses norteamericanos y sus costos y riesgos superan a sus beneficios. Esa guerra aumentará, además, el peligro de confrontación nuclear con Rusia. Rand confirma así que la política exterior norteamericana está encerrada en una trampa letal, pero reconoce que admitirlo implicará una derrota políticamente inaceptable para el gobierno. Otro importante think tank se hizo eco de las expresiones vertidas por diversos altos oficiales norteamericanos y reconoció que la guerra en Ucrania ha expuesto las deficiencias y limitaciones del complejo militar industrial de ese país: ni los Estados Unidos ni la OTAN tienen hoy capacidad de abastecer con armamento y munición una guerra convencional de alta intensidad con Rusia, y menos aún con China o con ambos países al mismo tiempo [18]. De esto puede inferirse que la escalada del conflicto conduce hacia la opción nuclear.
Luego de un viaje relámpago del jefe de la CIA a Ucrania el 20 de enero, Oleksiy Arestovich, vocero y mano derecha del Presidente Volodímir Zelensky, renunció a su cargo expresando sus dudas sobre la posibilidad de que Ucrania pueda ganar la guerra e incluso sobrevivir a la misma [19]. Casi de inmediato, cuatro altos funcionarios del gobierno fueron apresados en una investigación por manejo corrupto de la ayuda militar norteamericana. A esto se sumaron nuevas purgas la semana pasada, entre ellas, del billonario ucraniano que ha sido el principal apoyo de Zelensky en todas sus aventuras políticas y de altos funcionarios del Ministerio de Defensa. En este contexto, Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, avanzó una propuesta de negociación con Rusia [20]. Reiterando que Rusia ya ha sido derrotada, Blinken admitió la posibilidad de un control “temporario” ruso en las regiones ocupadas a cambio de la suspensión de la inminente ofensiva rusa y la aceptación del continuo envío de armamento de la OTAN a Ucrania. Rusia ignoró esta propuesta en virtud de la ruptura de acuerdos previos por parte del gobierno norteamericano, la OTAN y Zelensky y reiteró que la solución se jugará en el terreno militar [21].
Un mundo multipolar
Diversos acontecimientos recientes contribuyen a la emergencia de un mundo multipolar. Entre ellos, se destacan las sanciones económicas contra Rusia y su bloqueo financiero y la decisión de varios países de salir del ámbito del dólar para evitar las acciones punitorias norteamericanas. Esto ocurre en con los países de la Unión Económica de Eurasia/Organización de Cooperación de Shangai y los de los BRICS. En ambos casos se busca un medio de intercambio común, basado en commodities, monedas locales y/o digitales. En este sentido, Rusia e Irán analizan la posible emisión de una stable coin, que permitirá sustituir al dólar en su intercambio financiero y comercial. Asimismo, en diciembre, el Presidente Xi Jinping visitó Arabia Saudita y firmó diversos acuerdos para la importación de petróleo y gas [22], pagaderos en yuanes, que se complementarán con inversiones chinas en el desarrollo local de industrias, infraestructura y comunicaciones. En ese mismo cónclave, el Presidente chino discutió la firma de acuerdos semejantes con representantes del Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo.
Todos estos acontecimientos ponen en cuestión el poder político norteamericano sobre las regiones del mundo que concentran la mayor proporción de población y recursos naturales estratégicos. Asimismo, estos movimientos tienden a erosionar el rol del dólar como moneda internacional de reserva. La desdolarización de la industria global del petróleo y gas es especialmente significativa [23]: 40% de las reservas de petróleo de los miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) pertenecen a Rusia, Irán y Venezuela, países que venden su petróleo a China con importantes descuentos. Este circuito garantiza petróleo barato a China y jaquea las sanciones norteamericanas a Rusia y los intentos de poner un límite al precio internacional del petróleo. Asimismo, los miembros del Consejo de Cooperación de países árabes del Golfo poseen otro 40% de las reservas de petróleo conocidas: su decisión de concretar acuerdos comerciales de distinto tipo en diferentes monedas [24] implica un cambio geopolítico de gran magnitud.
Hay, sin embargo, algo más: hoy, el 41% de las transacciones internacionales se realiza en dólares. Esto implica que la Reserva Federal norteamericana cumple un rol central en la financiación, no sólo doméstica, sino también internacional. Actualmente, la Reserva intenta restringir la emisión monetaria y aumentar las tasas de interés para controlar a la inflación. Esta restricción implica un riesgo creciente de falta de liquidez mundial y un encarecimiento del financiamiento internacional en dólares, que afectará especialmente a las economías emergentes, fuertemente endeudadas en dólares. Esto tenderá a reafirmar la tendencia a la desdolarización de estas economías en 2023, fenómeno que también coincidirá con una creciente presión norteamericana sobre América Latina y el Sur Global para garantizar su acceso ilimitado a los recursos de estas regiones [25].
Argentina no flota a la deriva
Según el Presidente Lula da Silva, la emisión de una moneda común para las transacciones bilaterales entre la Argentina y Brasil “se concretará luego de mucho tiempo de debate y de reuniones (…) dependerá de una propuesta que harán los ministros de Economía y los directores de los Bancos Centrales respectivos (…) Dios quiera que tengan la competencia y la sensatez necesaria” [1]. Esto implica que la moneda no ha nacido con la fuerza esperada. El acuerdo con Brasil incluye, además, financiación brasileña para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y para el intercambio bilateral en monedas locales por un tiempo determinado, algo que descomprimirá las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Quedan, sin embargo, muchos interrogantes. Entre ellos: cuáles serán las empresas que se beneficiarán de este financiamiento. Dada la fuerte presencia de empresas multinacionales en ambos países, se corre el riesgo de profundizar la matriz productiva actual, que consolida un modelo agroindustrial extractivo, dependiente tecnológicamente y generador de una constante demanda insatisfecha de dólares para importaciones, con el consiguiente impacto sobre las reservas, la especulación cambiaria y la dolarización de la economía. El impacto de esta matriz argentina se advierte en el crecimiento sideral a lo largo del último año de la deuda comercial entre filiales locales y casas matrices por importaciones crecientes [26]. A su vez, esta matriz no aumenta la demanda laboral y reproduce la pobreza estructural: en el último año, el comercio, la industria y la construcción han generado más empleo negro que empleo formal [27].
El FMI ha exigido nuevamente al gobierno que cumpla con las medidas fiscales y monetarias del Acuerdo para anclar la inflación y estabilizar a la economía. Sin embargo, el país ha cumplido a rajatabla las metas de ajuste fiscal propuestas en 2022 y en enero ajustó aún más el gasto presupuestario, que cayó un 26% con relación al mismo mes del año anterior. Los rubros más perjudicados fueron: obra pública (-75%), programas sociales (-65.8%), asignaciones familiares y AUH (-48.3%), transferencias a provincias (-43.7%) [28]. Es decir, se “ajustó” a la población más vulnerable.
Mientras tanto, el BCRA ya gastó más de la mitad de los dólares acumulados en diciembre gracias al “dólar soja”. Las canillas de escape de las reservas internacionales fueron los pagos de intereses y capital de la deuda con el FMI, con los acreedores privados externos y la deuda externa las corporaciones. A esto se sumó la recompra de bonos en dólares, que lanzó recientemente el ministro de Economía, y las intervenciones en el mercado de cambios para frenar la corrida cambiaria. Lo que preocupa al FMI es la escasez de dólares: su disputa con los “factores de poder local” para apropiarse de los billetes verdes está al rojo vivo. En esta guerra, los formadores de precios y su dolarización de ganancias extraordinarias cumplen un rol crucial. Frente a esto, el Ministerio de Economía manipula información sobre el aumento de la inflación y los nuevos acuerdos de precios y saca de la galera un software especial, que supuestamente permitirá controlar precios sin la injerencia del gremio de Camioneros, alertando sobre el desabastecimiento, algo abiertamente resistido por las grandes empresas. A pesar de estos avances tecnológicos, los abusos de precios proliferan por doquier y continúa la pérdida del poder adquisitivo de la población.
Así, el fango de la impunidad del poder no se limita a la guerra económica. Transpira por los poros de una Corte Suprema y de un Poder Judicial dispuestos a todo para perpetuarse en el poder y proteger a las huestes macristas. Se filtra también en los mensajes de odio y miedo hacia "la patria choriplanera”, ventilados a diario en los medios hegemónicos [29]. En este enrarecido clima político, la manipulación oficial de la información, las promesas incumplidas, las roscas por cargos políticos, los silencios cómplices y la aceptación tácita de la proscripción política de la Vicepresidenta son munición de guerra destinada a destruir a un movimiento popular que ha sabido perdurar por décadas.
Sin embargo, la fabulosa movilización popular durante el Mundial expuso la importancia crucial de la épica. El juicio a la Corte Suprema, el desenmascaramiento de los que forman precios, de los que desatan corridas cambiarias y de los que se apropian de los recursos estratégicos del país y del Lago Escondido, contribuirá a dar contenido a las palabras y a crear una esperanza de cambio.
[1] latimes.com, 24/10/2004.
[2] nytimes.com, 17/10/2004.
[3] Ver el discurso de aceptación del Premio Nobel de Harold Pinter, de una actualidad notable.
[4] Término utilizado por los políticos norteamericanos para designar la aversión publica a las operaciones militares de su país en el exterior como consecuencia de la guerra de Vietnam. Bush se jactó de terminar con el mismo: washingtonpost.com, 04/02/1991.
[5] “Joint Vision 2020”, Departamento de Defensa de Estados Unidos, 30/05/2000.
[6] El intento de destituir a Trump por su supuesta vinculación con Rusia para ganar las elecciones de 2016.
[7] Entre otros: zerohedge.com, 17/01/2023. Si los funcionarios de Twitter dudaban y/o resistían las presiones directas del FBI, este acercaba la información a los principales medios, quienes la publicaban junto con un cuestionamiento a Twitter por “posible influencia extranjera” dentro de la plataforma. A su vez, los diputados demócratas amenazaron a Twitter con investigaciones especiales y la introducción de legislación que podría perjudicarlo si no aceptaba colaborar con la censura.
[8] zerohedge.com, 27, 28, 29/01/2023; nypost.com, 28/01/2023.
[9] cjr.org, 30/01/23, https://twitter.com/Snowden/status/1620525872326516737.
[10] zerohedge.com, 01/02/2023.
[11] “25 years later: lessons from the Pentagon Papers”, nytimes.com, 23/06/96.
[12] Documentos que revelan la verdad de lo ocurrido en estas guerras y la contradicción entre los hechos y una narrativa oficial que buscó en todo momento ocultarlos y divulgar el supuesto éxito de las operaciones militares.
[13] Para un análisis de la situación actual hecha por ex oficiales de las Fuerzas Armadas norteamericanas:
https://www.youtube.com/watch?v=DOD4daEp9XE; https://www.youtube.com/watch?v=Hv5DEdFRJIA; https://www.youtube.com/watch?v=xJAVDFGkbXQ.
[14] economist.com, 15/12/22.
[15] El equipo otorgado presenta enormes problemas logísticos y de mantenimiento y llevará meses y hasta años en llegar a destino. Scott Ritter, scheerpost.com, 25/01/23.
[16] telegraph.co.uk, 23/01/23; ft.com, 23/01/23; antiwar.com, 22/01/23; nakedcapitalism.com, 16 y 24/01/23.
[17] responsiblestatecraft.org; cnn.com, 27/01/23; theguardian.com, 28/01/23.
[18] La falta de armamento en Estados Unidos y la OTAN también empieza a ser reportada por los medios. Por ejemplo, newsweek.com, 20/01/23. También fue advertida por el jefe de las fuerzas navales norteamericanas: zerohedge.com, 12/01/23.
[19] eprimefeed.com, 23/01/23.
[20] nakedcapitalism.com, 26/01/23.
[21] El gobierno ruso ha dejado en claro que luego de las revelaciones de Angela Merkel sobre la utilización de los acuerdos de Minsk como una estratagema para permitir el rearme de las Fuerzas Armadas de Ucrania (wsws.org, 21/12/22; sputniknews.com, 31/01/23) no confía en los actuales dirigentes de Occidente ni en sus intenciones negociadoras. Las recientes revelaciones de funcionarios de Zelensky sobre las verdaderas intenciones perseguidas con las negociaciones del mes de marzo de 2022 en Turquía (yahoo.com, 19/01/23; ukrainskapravda.com, 19 y 22/01/23) han profundizado las suspicacias de Moscú y la falta de diálogo entre los principales actores de este drama.
[22] Este acuerdo garantiza el 25% del total de las importaciones chinas de petróleo.
[23] Zoltan Pozsar: “World and commodity encumbrance”, creditsuisse.com, 22/12/22.
[24] Declaraciones del ministro de Finanzas de los Emiratos Árabes Unidos, bloomberg.com, 20/01/23.
[25] Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, detalla la importancia de los recursos estratégicos de América Latina para la seguridad interna norteamericana y las medidas que el Comando toma para garantizar estos intereses.
[26] BCRA, “Informe sobre deuda externa privada”, 2023.
[27] infobae.com, 23/01/23.
[28] infobae.com, 03/02/23.
[29] lanacion.com, 28/01/23.
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