DEL COMUNISMO AL PERONISMO
La campaña para destituir al presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez
El empleo de fórmulas conocidas suele hablar de las limitaciones de sus promotores. Pero no implica que resulte ineficaz. El intenso machacar de la propaganda puede convertir un cuchillo redondeado, sin filo y apenas apropiado para deslizar manteca sobre una tostada, en punzante facón dispuesto a rajar superficies severas, a penetrar con furia espacios sólidos. La agitación permanente acerca de la corrupción en la política sirve para indignar almas bellas y lanzarlas en contra de sus propios intereses; mientras tanto, los auténticos receptores de los recursos extraídos de la sociedad, despliegan su hábito sin -siquiera- brindar explicaciones.
El problema no concluye ahí. En ocasiones, los críticos de este panorama lanzan el ancla y se establecen en una zona fija que evita el análisis dinámico y cataloga sin percibir los movimientos de los protagonistas. Se atisbó con nitidez: Angela Merkel, por tomar un ejemplo, se estaba despidiendo de su popular gestión y varios medios la seguían definiendo como una referencia de la derecha alemana. Se palpa por estos días: Pedro Sánchez recibe los embates del poder y tantos colegas lo sitúan en el nivel de los progresistas atlánticos escarbando en un puñado de discursos sin visualizar el fondo de sus acciones.
Europa está que arde
Las protestas de los sindicatos franceses y alemanes dan cuenta de la realidad interna. Aunque no alcanzan el vigor organizativo de los argentinos, llaman la atención y encarnan una visión muy certera sobre el destino que les ofrece el ajuste persistente en beneficio de áreas de Defensa que no son otra cosa que la alimentación de guerras. Guerras que, de continuar el esfuerzo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), terminarán disputándose en regiones centrales del Viejo Continente.
En mayo de 1982, España, con el impulso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la adhesión de la UCD, la Alianza Popular, los nacionalistas vascos y catalanes, resolvió ingresar a la alianza norteña. La oposición al planteo oficial, mediante pronunciamientos y enormes concentraciones, fue la izquierda. Eran tiempos de alza para los poderes financieros globales que se encaminaban al establecimiento de un control mundial sin precedentes. La vergonzosa decisión fue bandera del presidente Felipe González y su huella pervive hasta la actualidad.
El joven Pedro Sánchez, militante y dirigente del PSOE, fue electo presidente del Gobierno de España en 2018, 2020 y 2023. Inició su gestión desplegando políticas de obediencia a la Unión Europea (UE) y sin colisionar con la OTAN. En 2021, comprendió que la continuidad de esa hegemonía lo convertiría en el mandatario del ajuste y viró. Básicamente, confrontó con las corporaciones energéticas que venían incrementando sus recursos a costa de los usuarios y los emprendimientos productivos. Arrancó bajando el precio del servicio eléctrico fundamentando que las empresas cobraban todas sus prestaciones tomando como referencia la más onerosa. Los poderes del sector amenazaron con cerrar sus plantas energéticas, incluidas las del rubro nuclear. En 2022 resolvió otro descenso en las facturas hogareñas e industriales.
Al observar que a través de la regulación estatal del coste de la energía lograba equilibrar la situación económica general, Sánchez sugirió a la UE concretar políticas equivalentes para alcanzar un control de precios. La coalición continental, ya gobernada subrepticiamente por la OTAN, rechazó el planteo. Tras el inicio de la contienda en Ucrania, España y Portugal se coaligaron para insistir con esa razonable concepción y evidenciaron que las administraciones europeas, si se afirmaban en sus intereses, podían alejarse del ruinoso diseño atlantista: la UE tuvo que aceptar los controles únicamente en esas dos naciones. Aquellos que consideraron populista la acción ibérica, Alemania y Francia a la cabeza, empezaron a padecer un deterioro sin borde.
Sánchez intentó, desde entonces, un rumbo que sólo podía engañar a ciertos difusores. Mientras aceptaba verbalmente las indicaciones de la OTAN sobre respaldo armamentístico y económico a Ucrania, así como las referidas a una desaceleración del proceso productivo, sus medidas concretas se enfilaban en otra dirección. El perro que voltea la maceta. Las franjas liberal conservadoras en el orden político y comunicacional lo comprendieron rápido y así el presidente, que admitía los postulados progresistas pro atlantistas mientras desplazaba ambientalistas y feministas de su gabinete, fue acusado de negar el cambio climático, de patriarcal y machista, de comunista y, pocas semanas atrás, de ¡peronista! Con el infaltable añadido de la corrupción.
Al repasar discursos y medios de los días recientes, puede comprobarse:
- El líder del opositor Partido Popular (PP) español, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que el presidente Javier Milei terminó con el “peronismo corrupto”, y aprovechó el escenario argentino para fustigar a Sánchez, al que cuestionó por comandar una nueva versión de “peronismo occidental”.
- Desde el periodismo, Antonio Maestre precisó que “Sánchez ha trascendido como un nuevo hombre. Nadie sabe en qué sentido se concretará el capital político aglutinado, pero se ha configurado a través de un peronismo muy particular que ha bebido del populismo. No sabemos adónde le llevará, pero conviene no minusvalorarlo”.
En sintonía se difundieron masivamente editoriales que ahondaron en el “peronismo” en El País, La Sexta, El Debate, Libertad Digital, Ultima Hora, Gaceta, Expansión, La Razón, esRadio, La Voz, The Objective, Diario Democracia, El Mundo, Newtral, Border Periodismo, Diario AS, Letras Libres, El Confidencial, Público, entre muchos otros. Todos diseccionaron la filosofía política del jefe de Estado hispano; varios, añaden que además de “peronista”, se la puede calificar como “chavista”. De tal modo se generó el revuelo necesario para establecer un clima cálido para la recepción de lo que intenta constituirse en ariete destituyente: las imputaciones de corruptela a través del tráfico de influencias de su esposa, Begoña Gómez.
A ver.
El 16 de abril la Justicia española decidió abrir una investigación preliminar en torno a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras una denuncia presentada por el agrupamiento “Manos Limpias”, reconocido como una organización de ultraderecha. En un breve comunicado, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anunció que una corte de la ciudad abrió la investigación y que las diligencias “están declaradas secretas”. No dio más detalles al respecto, pero el comunicado se emitió unas horas después de que el medio digital El Confidencial publicara una noticia en la que se afirmaba que los investigadores estaban examinando los vínculos de Gómez con varias empresas privadas, que acabaron recibiendo fondos y contratos públicos del gobierno.
El Confidencial indicó que la investigación está relacionada con los presuntos vínculos de Gómez con el grupo turístico español Globalia, propietario de la aerolínea Air Europa, en un momento en que mantenía conversaciones con el gobierno para conseguir un rescate de gran envergadura para la compañía, afectada por la caída del tráfico aéreo debido a la pandemia de coronavirus. En aquel momento, Gómez dirigía el IE Africa Center, un cargo que abandonó en 2022. El Confidencial afirmó que el “IE Africa Center de Begoña Gómez firmó en 2020 un acuerdo de patrocinio con Globalia” y que la esposa del presidente “se reunió en privado con el consejero delegado del ‘holding’ turístico, Javier Hidalgo, en las propias oficinas de la compañía”. “En esas mismas fechas, Globalia estaba negociando con el Gobierno un rescate millonario”, añadió el artículo del medio. En noviembre de 2020, el gobierno de Pedro Sánchez ofreció una línea de ayuda de 475 millones de euros (507 millones de dólares) a Air Europa, recordó la agencia de noticias AFP (Globalia es propietaria de Air Europa).
La otra versión
La periodista Elena Herrera, de eldiario.es brindó una versión más clara de lo acaecido.
“Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, está en el foco del debate político y mediático tras la apertura de una investigación en un juzgado de Madrid por sus actividades y relaciones profesionales. Una decisión judicial, ya recurrida por la Fiscalía, que ha llevado al límite al jefe del Ejecutivo, que valora su dimisión. La investigación judicial se sustenta en una querella de siete folios que lista ocho informaciones periodísticas, incluido el fake publicado por The Objective en el que le atribuía una subvención cuando en realidad se trataba de otra persona con el mismo nombre.
Gómez es licenciada en Marketing por la universidad privada ESIC y experta en crowdfunding y captación de fondos, según publicó El País en un reportaje en 2018. Es un desempeño profesional que realizaba antes de que su esposo fuera elegido presidente del Gobierno. Después de que Sánchez desembarcara en La Moncloa, pidió una excedencia en el Grupo Inmark, donde ejercía como directora de consultoría, y en agosto de 2018 la fichó el Instituto de Empresa para dirigir el IE Africa Center, de nueva creación.
Las informaciones que aluden a Gómez se centran en dos cuestiones. Por un lado, la relación que estableció en el IE con los dueños de Globalia, propietaria de la compañía Air Europa, y que después fue rescatada por el Gobierno en la pandemia; y, por otro, su apoyo puntual a un empresario que optó a ayudas públicas y que ejercía como profesor en el Máster de Transformación Social que Gómez dirigía en la Complutense.
Respecto a Air Europa, según publicó El Confidencial, Gómez habría pactado un contrato de patrocinio de 40.000 euros al año de la aerolínea con el IE Africa Center que ella codirigía. El objeto era sufragar unas becas, vuelos y la organización de eventos. El convenio se firmó en enero de 2020, antes de la pandemia. Y nunca se puso en marcha, precisamente por la crisis sanitaria. Es decir, los 40.000 euros prometidos no llegaron en su totalidad. La aerolínea reconoció haber pagado sólo 1.716 euros por dos billetes a Londres para que Gómez y la presidenta del África Center asistieran a un evento.
El citado medio vinculó el trabajo de Gómez en el IE y el citado convenio de patrocinio con el rescate a Air Europa en plena pandemia. La aerolínea recibió cientos de millones de euros en préstamos del Gobierno para evitar la quiebra en un momento en el que el confinamiento frenó en seco el transporte aéreo mundial.
No fue la única empresa ayudada con fondos públicos. En su día, el PP apoyó el rescate e incluso lo consideró insuficiente porque, en su opinión, otras empresas recibieron más dinero por trabajador. Pese a ello, denunció a Sánchez ante la Oficina de Conflicto de Intereses por no ausentarse del Consejo de Ministros que aprobó el rescate por los supuestos “vínculos” de su mujer con la empresa rescatada. La denuncia fue archivada.
En relación al segundo asunto, El Confidencial publicó el pasado 2 de abril que Gómez había firmado en 2020 una carta para apoyar a la UTE Barrabés-The Valley en una licitación del Ministerio de Economía. Otra información, publicada un día después, hablaba de una segunda carta. Detrás de una de esas empresas recomendadas está el empresario tecnológico Carlos Barrabés, que había participado como profesor en el máster y la cátedra de Transformación Social que Gómez dirigía en la Complutense.
Según esas informaciones, las cartas habrían sido clave para que las empresas se llevaran más de ocho millones de euros en ayudas públicas para realizar cursos para jóvenes y desempleados. El organismo que licitó los contratos —Red.es, dependiente del Ministerio de Economía que entonces dirigía Nadia Calviño— desmintió que las cartas tuvieran relevancia en la concesión de los lotes a la citada UTE.
Por otro lado, en la denuncia que Manos Limpias presentó en el juzgado y que ha sido admitida a trámite figura también un bulo publicado por el digital The Objective. Ese medio difundió una noticia que daba a entender que la esposa del presidente del Gobierno había recibido una subvención y que el Ejecutivo ocultaba los detalles. En realidad, se trataba de una hostelera cántabra que se llama igual que ella. Telemadrid difundió también esta información y se vio obligada a rectificar.
En un comunicado hecho público este jueves, el pseudosindicato de extrema derecha reconocía que su denuncia se basa “solo” en informaciones periodísticas y que éstas podrían ser falsas. “Será ahora el juez instructor quien deberá comprobar si dichas informaciones periodísticas son ciertas o no. Si las mismas no son ciertas, serán quienes las publicaron, quienes deberán asumir la falsedad, pero si no son inciertas, entendemos que la causa judicial deberá proseguir”, recogía esa nota de prensa.”
Las flores del mal
Aunque la consideración del caso resulte fatigosa, este periodista estima que vale, para absorber el modo procedimental de la tarea destituyente. El lector argentino sabrá reconocer elementos ya aplicados en este país para desprestigiar la imagen de dirigentes “peronistas” que le caen pesados al célebre Círculo Rojo. Sería un error, como ya se puntualizó en el texto “comunista”, estimar que Sánchez se ha convertido en un líder multipolar comparable a quienes llevan adelante los BRICS y sus derivados. Aunque el gran capital le recrimina el estrecho vínculo establecido con los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, el español no ha dado el paso que lo retire de la alianza guerrerista.
A decir verdad, el horizonte se va estrechando; las dirigencias y los medios occidentales vienen exigiendo más y mejor disciplinamiento a sus súbditos porque la misma lógica de acumulación que imponen desbarata el fortalecimiento de la economía europea. Lo sienten todos los mandatarios, y muy especialmente Emmanuel Macron y Olaf Sholz, sin olvidar al muy complicado Rishi Sunak, que acaba de ser demolido electoralmente en Gran Bretaña durante las elecciones municipales plasmadas horas atrás. ¿Qué sucede? El ejemplo independentista silencioso que pretende Sánchez puede resultar letal para la política atlantista. Desde Jens Stoltenberg hasta Ursula von der Leyden, desde Josep Borrell hasta -claro- Joseph Biden, comprenden que, sin escarmentar al titular del Ejecutivo español, su estilo puede extenderse.
Luego de cinco días de reflexión sobre las imputaciones, sus intenciones y secuelas, y barajando la posibilidad de dimitir, Sánchez se comunicó con la sociedad española para señalar:
- “En la carta (donde anunciaba el período de introspección), planteaba la reflexión sobre si merece la pena soportar el acoso sufrido durante 10 años por mi familia al presidir el gobierno de España.”
- “Tras días de reflexión, he llegado a la conclusión de que si la acción política permite el ataque indiscriminado a personas inocentes, no merece la pena.”
- “Si las mentiras reemplazan al debate respetuoso y racional, entonces no merece la pena.”
- “No hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas queridas.”
- “La carta enviada no obedecía a un cálculo político y mostraba un sentimiento usualmente inadmisible en política.”
- “Reconocí haber dudado ante quienes buscan quebrarme, no por quién soy, sino por lo que represento.”
- “La única forma de avanzar a veces es detenerse, reflexionar y decidir con claridad.”
- “He actuado desde la convicción de que, o decimos basta, o la degradación de la vida pública determinará nuestro futuro.”
- “Este paso fue dado por motivos personales que todo el mundo puede entender, pues responden a valores de una sociedad solidaria.”
- “Estamos hablando de respeto, dignidad y principios más allá de las opiniones políticas.”
- “Si permitimos que bulos deliberados dirijan el debate político y que se relegue el papel de la mujer, habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia.”
- “La pregunta que planteo es si queremos esto para España.”
- “Mi mujer y yo sabemos que la campaña de descrédito no parará, pero lo importante es que queremos a España.”
- “La movilización social que ha influido decisivamente mi reflexión y que vuelvo a agradecer. Agradezco las muestras de solidaridad recibidas, especialmente del Partido Socialista.”
- “He decidido seguir al frente de la presidencia del Gobierno de España con más fuerza.”
- “Me comprometo a trabajar por la regeneración de nuestra democracia y por el avance y consolidación de derechos y libertades.”
- “Es esencial que la mayoría social se movilice por la dignidad y el sentido común.”
- “Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser.”
- “Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango colonice impunemente la vida política, la vida pública, de prácticas tóxicas inimaginables hace apenas unos años.”
- “Pido que volvamos a ser ejemplo e inspiración para el mundo, defendiendo la democracia.”
Los paraísos artificiales
Pero este gobierno no tiene salida sin romper con el atlantismo. Y no lo hará. De hecho, se sabe que España desplegará en Eslovaquia helicópteros de combate. La ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció el refuerzo militar del flanco este de la OTAN ante la “amenaza” del ejército ruso. Un batallón multinacional de casi 1500 efectivos será liderado por ese país desde el 1 de junio. Está pagando ciertas audacias. La movida fue presentada como “una muestra del compromiso del país español con la solidaridad de los países aliados de la OTAN”.
Pero lo sucedido sirve como ejemplo de análisis para no atarse al ancla de la cual hablamos. La moda de echar toda la culpa a los “progresistas” es una cómoda reducción que, como otras, anula la disección de asuntos con muchas aristas.
El empuje para seguir al frente del gobierno español surgió, según Sánchez, de un diálogo profundo con su esposa y de la masiva movilización en su respaldo concretada dos días antes, el sábado 27 de abril. La presencia de numerosos ciudadanos frente a la sede del Partido Socialista Obrero Español en Madrid, fue calificada por los medios como “El 17 de octubre de Pedro Sánchez”.
Una ironía con sentido negativo. Gran parte del pueblo, la transformó en un halago.
Lo cual habilita una lectura histórica que solo por esta vez cabe resumir en la frase: los muertos que vos matáis, gozan de buena salud.
Javier Milei ha lanzado enérgicos y groseros vituperios sobre “los chinos” -no es fácil confundir al joven asiático que atiende un supermercado con Xi Jingpin, diga lo que diga la canciller Diana Mondino-, sobre Lula, Nicolás Maduro, Gustavo Petro, Andrés Manuel López Obrador; ahora, embistió contra Sánchez. Es evidente que opera como sicario para señalar a los jefes de Estado que amoscan al Norte. Los ciudadanos argentinos necesitan ubicar estas injurias en su real dimensión y comprender el penoso papel que este país está jugando en el plano internacional.
- Publicado en Radio Gráfica / La Señal Medios / Sindical Federal
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