Conocer a Ponce
Una imagen o mil palabras
La semana pasada, Diego Sztulwark compartió en El Cohete su nutritiva lectura sobre Conocer a Perón, el relato de Juan Manuel Abal Medina sobre los años finales del tres veces Presidente.
El libro –publicado en octubre– vale por sí mismo, como testimonio documental de un actor de la época, que ocupó un rol central y atestiguó algunas de las horas más complejas de la historia nacional.
Pero esta nota enfoca en particular en una foto. No es posible saber quién la tomó, porque las referencias de autoría o pertenencia no están discriminadas. Lo cierto es que es una imagen arquetípica, aunque tal vez no lo haya sabido su autor y no lo sepan muchas y muchos de quienes leyeron o leerán el libro. Acaso defina una época, incluso sin ingresar en debates interminables.
La foto es esta:
Evita saluda, desde una foto dentro de otra, con la juventud irrevocable de sus treintipico. Debajo suyo, una mitad de silueta que parece corresponder a Lorenzo Miguel. A su derecha, su compañero metalúrgico José Ignacio Rucci. Detrás de ellos, emergiendo entre la oscuridad, aparecen las cejas anchas, en permanente enojo, y los ojos claros de Rodolfo Ponce.
Para estudiar el valor simbólico de la foto será necesario salir de la lógica que entiende a la historia nacional como sinónimo de lo ocurrido o conocido en la Capital Federal o, a lo sumo, el Conurbano bonaerense.
Ponce fue una figura relevante, de trágica gravitación en aquellos años. Tan es así que esa fotografía no es la única ocasión en que aparece en el libro Conocer a Perón. También figura su nombre entre los de la lista de heterogéneos pasajeros y pasajeras que acompañaron el vuelo de Alitalia en que Juan Domingo Perón retornó al país, en noviembre de 1972.
Aquella no fue la primera vez que cruzó el Atlántico de ida y vuelta: en 1971 había pasado una quincena en Madrid, como parte de una comitiva sindical que participaba de reuniones con Perón.
Quebrar la ley primera
El Cohete ya describió el accionar de la autodenominada Alianza Anticomunista Argentina en Bahía Blanca y el sudoeste bonaerense, y también informó que la organización criminal estaba liderada por Ponce y el nazi rumano Remus Tetu, rector de la Universidad Nacional del Sur.
Ponce era para 1974 diputado nacional del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), banca a la que había llegado un año antes a partir de su liderazgo en el gremio de los recibidores de granos y la regional de la Confederación General del Trabajo, de cuya conducción había desplazado a los trabajadores de la construcción que se alineaban con la Tendencia Revolucionaria del peronismo. Aunque su gremio era pequeño en relación a otros, como el de empleados de comercio o los metalúrgicos, Ponce había logrado crecer al calor de la amistad con Lorenzo Miguel y Rucci.
De la Tendencia, en cambio, formaba parte otro pasajero del avión del retorno de Perón al país: René Bustos. Un par de años después, un automóvil lo persiguió a los tiros durante una madrugada de su natal Bahía Blanca. Era la tétrica “Fiambrera”, nombre con que se conocía a un Fiat 125 azul que usaba la patota de la Triple A liderada por Ponce y Tetu. La memoria de aquellos años narraba que “cuando en la noche andaba la Fiambrera, significaba que alguien aparecería muerto”.
Los crímenes de la organización estaban firmados con una espectacularidad que buscaba disciplinar a la nutrida y movilizada militancia bahiense de entonces. En otras palabras, las “muertes rituales” que la fiscalía local describió en su alegato tomando las palabras de un testigo. Cuatro de los asesinos de la AAA bahiense fueron condenados en ese juicio, que concluyó en 2021. Ellos y sus secuaces ya fallecidos para entonces compartían trayectorias similares: en la mayor parte de los casos habían recibido empleos y vehículos de la Junta Nacional de Granos, de la que provenía el poder de Ponce, y de la Universidad bajo control de Tetu.
René Bustos y buena parte de su familia fueron secuestrados por la dictadura que inició poco después, en marzo de 1976; sufrieron torturas en el centro clandestino “La Escuelita” y años de cárcel a disposición del Poder Ejecutivo.
Ponce fue detenido pocos días después del golpe, pero no se tienen noticias de que la represión dictatorial lo haya tocado más allá de eso. Por el contrario: varios de sus subordinados en el esquema de la Triple A pasaron a formar parte del aparato represivo del Ejército, que en el periodo previo les había facilitado armas, y en la ESMA se llegó a falsificar un permiso de portación de armas a su nombre.
Así lo recuerda en su tesis doctoral la investigadora Belén Zapata, que recogió el testimonio del obrero gráfico Víctor Basterra, sobreviviente del centro clandestino en que lo obligaban a falsificar documentación. La investigación de Zapata también cita los recuerdos del ex legislador Mario Medina, cuñado de Bustos y, como él, víctima del terrorismo de Estado. “Yo siempre digo: Ponce, ¿peronista?”, repetía Medina, que también formaba parte de la UOCRA y se identificaba con la izquierda del peronismo.
Otro historiador, Horacio Bustingorry, se ha ocupado de rastrear las conquistas populares en tiempos del tercer gobierno peronista. Algunas, como la Ley de Contrato de Trabajo, encontraron en Ponce a un actor central. Considerar ese doble carácter de los personajes históricos supone alejarse de una visión simplista, para ubicarlos en sus contextos y contradicciones, que nunca son sólo individuales.
En efecto, como señaló Bustingorry en 2020, de haber estado vigente la Ley de Contrato de Trabajo de 1974 el conflicto que derivó en el asesinato de Mariano Ferreyra no habría existido.
En cualquier caso, que los estándares de aquella legislación apoyada por los sectores derechistas del sindicalismo no hayan podido recuperarse ni siquiera durante la década kirchnerista ilustra la magnitud de la expoliación a la que fue sometido el Pueblo argentino desde que en 1975 se abandonó la sustitución de importaciones para dar paso a la financiarización de la economía.
Un proceso que requirió de una dura represión que comenzó con personajes como Ponce.
--------------------------------
Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí