Nadie puede dudar de mi respeto a la pluralidad del pensamiento. Pero ello no obsta a que pretenda claridad en el posicionamiento político de cada quién.
Concretamente creo que frente a este gobierno neoliberal y patronal, ningún abogado que ejerce la profesión defendiendo a trabajadores puede llamarse a engaño.
Creo que es absolutamente incompatible para quienes estamos del lado de los asalariados.
No podemos complicarnos, ni en foto, con aquellos que desde el oficialismo tienen una filosofía totalmente contraria a la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.
Estoy convencido que la opción es de hierro, no se puede cabalgar con un pie en cada caballo. Hay que hacerse cargo.
Cayó un 12% la venta de medicamentos, cayó un 14,4% la venta de leche, cayó un 12,1% la venta de carne vacuna, cayó al 51% la cantidad de trabajadores registrados, cayó hacia una mayor desigualdad el índice de Gini, cayeron en desuso los artículos 14 bis, 75 inc. 19 y 22, etc.
Parece con todo esto que hubiere caído la propia Constitución Nacional, Preámbulo incluido. En el prólogo de mi libro Política laboral Ilustrada, Drama y Humor que publiqué en 2001, dije:
“Hace 40 años que ejerzo la profesión de abogado y lo hice siempre en la misma especialidad: la del derecho del trabajo. Estrechando aún más mi visión, sólo he representado en juicio a trabajadores o a sus organizaciones gremiales. Un querido maestro, que fuera juez de Trabajo, el doctor Héctor Genoud, nos calificaba como “abogados tuertos”, por eso de mirar por un solo lado. Consciente de las limitaciones que provoca el compromiso social, en ciertas ocasiones, comienzo mi exposición repitiendo los versos de Mario Benedetti, que dicen:
`… soy parcial
incurablemente parcial
y aunque pueda sonar un poco extraño
totalmente parcial
ya sé
eso significa que no podré aspirar
a tantísimos honores y reputaciones
y preces y dignidades
que el mundo reserva para los intelectuales
que se respeten
es decir, para los neutrales…´
Afortunadamente tuve la oportunidad de coincidir en un viaje con el poeta rioplatense y poder contarle la cita que suelo hacer a manera de “confesión” de mi compromiso social con los trabajadores. La última década me obligó casi cotidianamente a cuestionar la política social y más específicamente la laboral.
Después de un intervalo lúcido que comenzó con Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003 y continuó con Cristina Fernández de Kirchner hasta diciembre de 2015, nuevamente me vi obligado, conforme a mis convicciones a seguir cuestionando la política neoliberal implementada por Mauricio Macri.
Finalmente, por si no fui lo suficientemente claro, me refiero a que entiendo que ningún abogado laboralista defensor de trabajadores debe integrarse, bajo ningún rótulo o excusa, al elenco oficial.
https://www.perfil.com/noticias/economia/task-force-de-abogados-para-la-reforma-laboral-por-sectores.phtml
- Abogado Laboralista, Presidente de FUENTES
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