La condena a Milagro Sala en marcha
Comenzó el juicio liderado por una jueza que reprobó exámenes y copia sentencias
El Tribunal Oral Criminal 3 rechazó la recusación presentada por los defensores por copiar y pegar una sentencia de la Cámara de Casación Penal y porque quien ejerce la presidencia fue bochada en dos exámenes para ocupar el cargo. En efecto, la jueza María Alejandra Tolaba es jueza del fuero contravencional, reprobó los concursos, pero fue designada como subrogante para llevar adelante el juicio conocido como Pibes Villeros. Multaron al defensor Luis Paz a pagar 10.000 pesos por la presentación. Y cuando Milagro quiso hablar, la sacaron de la sala.
La audiencia se desarrollaba entre libros, en el salón Vélez Sarsfield que también sirve de sede de la biblioteca Llambías.
A lo largo del debate, se oye música intermitente. Marchas de la Túpac y, por momentos, la marchita. Nadie comenta nada. Alguien levanta los dedos en V. ¿Desafían al Tribunal con un teléfono?
Tras una larga espera, entran familiares, periodistas, uniformados, fiscales y abogados. Finalmente llegan los imputados. Una corriente eléctrica sacude a la sala. Javier Nieva tiene las manos esposadas.
Cuando entra Milagro se produce un revuelo. Se sienta. Se levanta. Y comienza a saludar a cada uno de sus compañeros imputados.
Intenta volver a sentarse en el mismo lugar, pero no puede: una muralla de policías se pone de pie y separa a acusados de familiares.
Milagro aparece en las pantallas de los celulares de algunas periodistas. Todos buscan huequitos para filmar. Hace un chiste. Se ríe. Cuestiona el juicio. A Morales. El gobierno. A las juezas. Y, en particular, habla del abusivo copy & paste.
Le pregunta a la presidenta del Tribunal quién es ella para juzgarla. Y le dice que duda que haya leído un sólo libro de todos los que hay en la sala.
La lectura de la acusación no arranca. Pasan las horas.
Llegan las juezas. Milagro intenta hablar. La sacan de la sala.
Todo lo que pide la defensa es denegado y todo lo que pide la fiscalía es graciosamente concedido. Lo mas triste es que no parece un escándalo: es una confirmación del estado de las cosas.
Empieza la lectura de 200 páginas de la elevación a juicio oral.
Continúa.
Y continuará esta tarde.
Rompiendo el código de lectura, después de los extraordinarios dibujos de José Eliezer reproducimos una foto que muestra a Milagro de cuerpo entero.
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