Coincidencias y contrastes

 

El próximo jueves 11 de mayo a las 19 la Universidad de San Isidro le concederá un “doctorado Honoris Causa” al obispo emérito de ese lugar, Alcides Jorge Pedro Casaretto. (La de San Isidro es una de las muchas universidades creadas sin sentido en el Conurbano, al decir de alguien innecesario, aunque por ser privada no sería un problema, además de que no se reconoce como creada durante los tiempos K… Y, además, algo que debería invitar a recordar a más de uno que critica al Conurbano: San Isidro también es parte, aunque sea distinto.)

Decía que la Universidad de San Isidro premiará a Casaretto y podría sospecharse que es un premio auto-otorgado, aunque a lo mejor sea excesivo insinuarlo. Un elemento curioso es que el día de tan emotiva ceremonia coincide con el del asesinato de Carlos Mugica, y tendrá lugar casi a la misma hora de la celebración que año a año se realiza en el lugar donde la Triple A lo asesinó, en la parroquia San Francisco Solano (CABA), donde Carlos celebraba sábado a sábado. Este año, además, coincide con que se empieza a preparar todo un año de conmemoraciones haciendo memoria y preparación en camino a los 50 años (1974-2024) de quien fuera el primero de los curas víctimas del Terrorismo de Estado. Empezamos a preparar los 50 años del asesinato de Carlos y lamentablemente el homenajeado no podrá estar en la celebración, ¡qué pecado! Y, otro pecado, muchos curas que participarán en la misa en San Francisco Solano (Villa Luro) tampoco podrán estar para tan emotivo homenaje a un obispo reconocido por no se dice qué, que lo hace merecedor de un Honoris Causa… Es cierto que desde que comenzaron a celebrarse anualmente las misas en memoria de Carlos los obispos que se hicieron presentes pueden contarse con los dedos de una mano, que yo recuerde (Jaime de Nevares el primero, a los diez años). Se supone que una universidad, todo su consejo, después de ver, discutir, debatir y reconocer los aportes intelectuales de alguien, decide darle un doctorado (es decir, un reconocimiento a esas contribuciones en un área del conocimiento). Lamentablemente no se informa ni qué facultad ni a raíz de qué imprescindibles aportes se concede tal homenaje.

 

 

Señalemos, para aclarar, que un “doctorado” es distinto de un “profesorado honoris causa”, que es un reconocimiento un peldaño menor, tal como el que la Universidad de El Salvador, a cargo de Guardia de Hierro, le concediera a Emilio Eduardo Massera el 25 de noviembre de 1977. La USA es la misma universidad de donde egresó Mónica María Candelaria Mignone, para más “INRI”.

Emilio Mignone finaliza su imprescindible Iglesia y Dictadura con estas palabras sobre el asesinato de Mugica: “Su muerte fue un preanuncio de lo que vendría. Era una figura simbólica y carismática que la oligarquía –que lo consideraba un traidor a su clase– y las fuerzas armadas no podían tolerar viva mientras preparaba el gigantesco genocidio”. (Notar, de paso, que Mignone desde tan temprano tenía claro que la dictadura era cívico y militar con bendición eclesiástica.)

Que de San Isidro sea también otra figura simbólica, aunque precisamente de esa oligarquía, quizás no sea casualidad. Es posible que no les interese o incluso que no se hayan percatado de la coincidencia de las fechas. Sigmund Freud podría aportarles algunos elementos.

 

 

 

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