“Hoy estamos aquí para presentar un proyecto de presupuesto nacional que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que podamos volver a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos”, expresó el Presidente en la noche del domingo 15 de septiembre al presentar el presupuesto 2025. El país grande al que aspira Milei es aquel reflejado en el informe de Juan Bialet Massé el 22 de enero de 1904, en el que describió la explotación extrema en las cuales desempeñaban sus tareas las clases obreras argentinas.
“Deberían ser pagados al menos con doble salario del que perciben”, proponía el médico, abogado y político Bialet Massé en el relevamiento del estado de las fuerzas de trabajo en el territorio argentino, encargado por el ministro de Trabajo Joaquín V. González, que respondía a la inquietud del Presidente Julio A. Roca por la presión y movilización social, cantidad creciente de huelgas, que hizo que el gobierno nacional prestara atención a lo que ocurría en el mundo del trabajo. Milei solamente presta atención a qué recortar más. Y la educación pública es su preferida.
Un recorte del 50% para los programas educativos, con respecto a lo destinado en 2023, es el ajuste previsto en el presupuesto 2025 que presentó Javier Milei. “Lo que más cuantitativamente se afecta son programas que desaparecen, hay una disminución del 100%. Figura en cero los gastos de recursos, como por ejemplo el caso de Conectar Igualdad”, expresa en diálogo con El Cohete el secretario de Educación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Miguel Duhalde.
Entre los programas que desaparecen se encuentran también el “fortalecimiento territorial, el acompañamiento de las organizaciones y otro programa importante sobre el mejoramiento de la calidad educativa”, enumera Duhalde. “Otro, que no desaparece, pero que se ajusta en un 98% es todo lo referido al Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), donde incorporan una suma de 25.000 millones, que pareciera un error, dado que ya no lo están pagando”. Al recorte se le suma lo dibujado en lo presupuestado. La imagen de economista serio que pretende seguir aparentando Milei se esfuma en su esquema.
El no pago del FONID significó que la pareja de hermanos gobernantes arrancara de la cartera y del bolsillo de las y los trabajadores de la educación aproximadamente un 10%, incluso en algunas provincias representa el 20% de su salario. Para Miguel Duhalde el FONID terminaba con esa frase tan repetida por el sector dominante: “‘Para qué la paritaria nacional, si el Estado nacional no tiene docentes a cargo’, cuando en realidad tenía a todos los docentes a cargo a partir —justamente—de la partida del FONID, que en los últimos tiempos no fue sólo el fondo de incentivo, sino también el pago por conectividad y material didáctico. Lo habíamos logrado durante la pandemia”.
Se establece en el presupuesto el desentendimiento por parte del gobierno de Milei de recursos destinados a educación en valores no menores al 6% del PBI. “Lamentablemente, nuestro Congreso, a partir de la aprobación de la ley Bases, le dio las facultades extraordinarias al Presidente. Entonces, en ese marco, él está facultado para no respetar la ley 20.075, que era la que fijaba el 6% del PBI, la ley 26.206 de Educación Nacional, que también fijaba el 6% del PBI. Está modificando eso haciendo uso de esa atribución”, explica Miguel Duhalde.
En el comunicado que emitieron desde CTERA analizaron que también se afecta en el presupuesto el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional. Duhalde refiere lo que significa desfinanciar esa partida. “Es muy grave. Porque es mucho dinero para estas escuelas y significa el 0,2% del total de los ingresos corrientes en cada año. Ese era un volumen importante de dinero, que para entender su dimensión hay que tener en cuenta que existen alrededor de 1.700 escuelas técnicas públicas en todo el país. Y las que nuclean la mayor cantidad de alumnos son las agro-técnicas o las que tienen terminalidad industrial”, describe. El recorte no tiene en cuenta que en esas escuelas “hay 700.000 pibes que estudian”, expresa el secretario de Educación de CTERA. “La modalidad técnica es la que más ha crecido en los últimos años. En los últimos diez años creció un 15%, cuando la secundaria común solamente lo hizo un 10%”.
En su comunicado sobre el ajuste en educación del presupuesto 2025, CTERA señala que también se reducen la partida destinada a construcción de jardines de infantes en un 59%. Pero ¿en 2024 se continuó con la construcción de jardines en algún lado?, quiso saber El Cohete. “Se terminaron algunos jardines, como en la provincia de Buenos Aires, porque el mismo gobierno bonaerense fue el que aportó para culminarlos. Pero no —afirma Duhalde—, se suspendieron los contratos a nivel nacional. Se dejaron de girar las partidas a las provincias”.
Al reclamo en la calle que mantuvo CTERA se le sumaron reuniones en comisiones en el Congreso por medidas que afectaban al derecho a huelga entre sus acciones. Recurrieron ante el Poder Judicial, logrando que se respeten derechos consagrados en la Constitución. Parece ser que con el presupuesto 2025 la lucha se extenderá. “Estamos hablando con los distintos bloques legislativos para que recepcionen cuáles serían nuestros planteos para tratar de modificar el presupuesto. Sabemos que es difícil, pero esperamos poder incidir en la Cámara de Diputados cuando se trate”, cuenta Duhalde sobre la estrategia gremial.
En este mes de septiembre está previsto que la lucha vuelva a la calle, junto con el sector universitario, será el camino para exigir por un derecho dañado desde la asunción del libertario. Octubre será un mes de movilizaciones. “Estamos preparando una marcha federal, para protestar en la calle y obtener respuestas. Pero sabemos que el gobierno no atiende las demandas populares”, señala el secretario de Educación de CTERA.
La infantil explicación de Javier Milei en la presentación del presupuesto 2025 fue expresar que los gobiernos gastan de más, terminan endeudándose y no realizan el ajuste necesario. Así, condenan a generaciones futuras, porque ese déficit se sostiene con mayor endeudamiento. En su análisis culpa al kirchnerismo. Pasa por alto que fue el gobierno de Néstor Kirchner y los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner los que gobernaron saliendo del FMI, y que volvimos por su actual aliado Mauricio Macri. “Para cubrir ese déficit, lo primero que hacen es tomar deuda, pero como no hacen el ajuste necesario, la deuda se vuelve impagable”, expresó. Evitó Milei especificar quién tomó deuda y mencionar que existen otras variables de ajuste a la que él propone.
Ajuste refiere a algo que no funciona bien y que hay que calibrar. Lo que no explican nunca los representantes del mercado como Milei es que hay diversos caminos. Se podría ajustar la actual distribución del ingreso a una distribución deseable, equitativa, que garantice bienestar, por ejemplo. Pero su política consiste en que ajustar es reducir gastos, aunque se podría realizar un ajuste, por ejemplo, aumentando ingresos. El que propone Milei es un ajuste recesivo, el otro — que existe, pero decide ocultar— es realizar un ajuste expansivo, que le permitiría reducir el déficit generando bienestar en la población. Esa opción está anulada y el ajuste recae en los sectores de siempre.
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