Cenzón, Cenzón, qué grande sos
El recaudador Edgardo Cenzón llegó a Vaca Muerta
En diciembre, una investigación de Greenpeace desató un escándalo en la zona de Vaca Muerta cuando puso al descubierto una serie de malas prácticas en el tratamiento de residuos peligrosos de uno de los basureros petroleros. Las imágenes mostraron en cámara rápida la descarga de acoplados con desechos radioactivos. Luego la Justicia comprobó que las piletas estaban a punto de desborde en un contexto de crecimiento exponencial de la actividad y con la planta instalada a unos 4,5 kilómetros del pueblo de Añelo, el corazón de la fiebre del oro negro. La distancia de la planta con el pueblo va contra del decreto provincial neuquino 2263 de 2015 que reglamentó la gestión de residuos y estableció en 8 kilómetros la distancia mínima entre lugares de disposición final y territorios humanos.
La denuncia presentada judicialmente por una comunidad mapuche provocó el allanamiento en la sede de la empresa Treater, una de las cuatro compañías mas importantes de la zona que se dedican a alojar y tratar los residuos industriales. El fiscal ambiental Maximiliano Breide Obeid comprobó que las piletas de Treater estaban colmadas hasta el borde, que sólo uno de los dos hornos estaba en funcionamiento y que la empresa recibía mucha más basura de la que podía procesar. Esa situación es la que fue a fotografiar el fotoperiodista alemán Stefan Borghardt estos días. Lo sacaron de la planta a empujones, fue detenido dos horas en la comisaría de Añelo, sometido a amenazas y al robo de su equipo, rollos y celular.
Esa escena explica por qué los ambientalistas no sólo denunciaron a Treater. También fueron contra el sistema que la ampara: las operadores del fracking Shell, YPF, Total, Pluspetrol, B y Pan American Energy, denunciaron al intendente de Añelo, Darío Diaz, y funcionarios provinciales, todos del Movimiento Popular Neuquino, cada uno responsable de avalarlo. Finalmente, el diputado de Libres del Sur Santiago Nogueira explicó que el resto de las plantas está en las mismas condiciones. Desde entonces, Treater hizo dos cosas: está poniendo dinero en las redes para detener los algoritmos del escándalo. Y redujo a la mitad el ritmo de operaciones con la idea de salir del ojo del radar.
Pero el trayecto de Treater en Vaca Muerta tiene varias capas de historia. La compañía se creó en el año 2012 cuando Añelo era un pueblo de veinte casas y una estación de servicio. Con la explosión febril de Vaca Muerta en 2015 pasó a estar controlada por tres amigos de la industria de las droguerías con negocios en Ciudad de Buenos Aires y desde el cambio de gobierno en territorio bonaerense. Y en marzo de 2017, los amigos le hicieron lugar a un nuevo presidente: al poderoso perfil bajo de Egdardo Cenzón.
De Cenzón se habló mucho hace dos años. Llegó al gobierno porteño en 2008 vía Carlos Melconián. Y entre 2009 y 2015, pasó de director de Compras y Suministros porteño a manejar la recaudación de la campaña presidencial. En el medio, manejó presupuesto y equipamiento de la Policía Metropolitana, del ministerio de Salud y la pauta de medios. Formalmente fue subsecretario de Planeamiento de Gestión y Control y en 2011 entró al ministerio de Ambiente donde tuvo distintas posiciones hasta reemplazar a Diego Santilli como ministro. Cuando Cambiemos ganó las elecciones con el financiamiento de aportantes truchos sin declarar el origen de fondos, Cenzón pasó a la provincia de Buenos Aires para conducir el estratégico ministerio de Infraestructura de María Eugenia Vidal.
Fue el momento de perfil más alto. Hubo entrevistas, espacios web y fotos con Macri y Vidal. En septiembre de 2016, de buenas a primeras dejó la función pública. Según la versión oficial por problemas familiares. Según una de las versiones difundidas, por problemas con la cartelización de la obra pública.
En su perfiles públicos pone casi todos esos antecedentes, pero omite descripciones de sus negocios en el mundo privado. Oriundo de Marcos Juárez, se sabe porque declaró tener una estación de servicio. Pero se sabe menos que está emparentado con Boca Juniors vía una consultoría que armó en 2003, Pymestudio SRL, con el ahora presidente de la comisión fiscalizadora, el turco Murat Nakas. Más acá, su nombre apareció en la trama de los Panamá Papers como titular de un fondo de inversión de Islas Bermudas, con acciones por U$D 750.000 de entre 2007-2009, cuando ya era funcionario. La información la publicó el diario La Nación, y dijo que el fondo llamado Globel Multi Strategy Fund Ltd manejó hasta U$D 140 millones en 2009 y administró la firma NuVerse Advisors LLC a su vez registrada en Delaware, un dato curioso no porque es uno de los estados más opacos de Estados Unidos a la hora de brindar información, como registró el diario, sino porque es el mismo lugar donde asentó sus compañías el aún propietario de Farmacity, Mario Quintana, otro hombre de la industria de las farmacias y medicamentos como lo son sus socios del sur. Sobre la offshore, Cenzón dijo que la plata no era suya sino de un amigo, Santiago Contigiani, empresario también de Marcos Juarez, y dijo que esa plata volvió vía blanqueo de Macri.
Luego del paso por la función pública su historia se ató a Vaca Muerta donde preside una compañía en ascenso y que conjuga datos de época: fiebre del oro negro, fondos y finanzas y enorme crecimiento como proveedora de insumos farmacológicos para el Estado.
Treater tuvo dos etapas. Una, en el origen de 2012 con gente de Neuquén, de la mano de José Leis que venía del rubro de los basurales industriales. En el lugar hay otras dos empresas del rubro: Comarsa, y un desprendimiento llamado Indarsa. Treater también fue desprendimiento de Comarsa porque Leis venía de ahí. Comarsa e Indarsa primero operaron en el parque industrial de Neuquén con desechos convencionales y luego abrieron una planta en Añelo, a hora y media de Neuquén donde todo crece con una población que en pocos años pasó de 2 a 5.000 habitantes estables, otros 5.000 temporarios y otros 5.000 que van y vuelven a diario de Neuquén. Leis y sus hijos pusieron conocimiento y fuerza de trabajo, y un financista de Corrientes el capital y las relaciones políticas en tiempos de Sapag. Las deudas y los préstamos crecieron. Y en 2015 entraron en escena tres amigos: Marcos Podestá, Nestor Fabricio Martínez y Alejo Hernán Martínez. Venían de la industria de las droguerías. Le habían prestado al financista, no pudieron cobrar y Treater les ofreció acciones. Al comienzo se quedaron con el 51 por ciento. Podestá fue designado presidente y los dos Martínez, parte del directorio, según el Boletín Oficial 33145 del 8 de junio de 2015. Sanearon. Ordenaron. Crecieron. Sacaron al financista. Le dieron un 10 por ciento a los hijos de Leis luego de la muerte del padre, y se quedaron con cerca del 90 por ciento. En marzo de 2017, comenzó la otra historia. Marcos Podestá dejó la presidencia, se quedó con un lugar en el directorio y le dio la presidencia a Cenzón, según el Boletín Oficial del 12 de mayo de 2017.
Ese mismo tipo de enroque también ocurrió en otra firma, Arthocenter SRL, ahora SME SRL. Podestá dejó la presidencia. Y se la pasó a Cenzón.
¿Pero quiénes son esos amigos? Podestá y Alejo Martínez son dueños de Droguería Varadero SA, un nombre que fue cambiando de formas. A veces aparece como Droguería Varadero, otras como Río Varadero o ex Progen. Según el portal PharmaBiz del mundo de la industria farmacéutica son "un grupo nacional en ascenso que ya hizo pie en el negocio de las ART, clínicas y droguerías". En los últimos años se los ve crecer con la absorción de otros espacios, de vender a droguerías y de droguería a laboratorio directamente. En 2016, pagaron 8 millones de dólares a Dromex por una parte del laboratorio especializado en inyectables IBC. En febrero del año pasado, Marcos Podestá apareció en el directorio del laboratorio Gemepe y el último mes de noviembre su nombre aparece entre denuncias de los trabajadores de otro laboratorio, Roux Ocefa, que los presentan como vaciadores seriales y los acusan de querer quedarse con la empresa.
Para el resto del mundo no son conocidos. Este medio consultó a ex funcionarios de primera línea de la cartera de salud del gobierno bonaerense y a integrantes del Colegio de Farmacéuticos bonaerense. No los conocen. Pero al hacer las primeras búsquedas, lo que aparece es que es una de las empresas que crece como proveedora del Estado, un camino que iniciaron en la Ciudad de Buenos Aires bajo el gobierno del PRO. De aquel momento, una rápida búsqueda en la web permite encontrar cosas como estas: en 2015, el gobierno porteño contrató Provisión y Distribución de Medicamentos con destino a Hospitales y Centros de Salud dependientes del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la firma Droguería Varadero S.A. (Droguería Progen S.A.) mediante Orden de Compra N° 21/UCAS/13 por la suma de $ 71.302.884,87.
Desde el cambio de gobierno, hay otros datos. Alguno de color como la venta al Estado Nacional en 2017 vía Decreto 1030/2016 de 1000 unidades de Misoprostol más diclofenac por un total de 2.076.960,00. O lo que arroja una muy rápida consulta a integrantes del mundo de la industria, que los muestra como proveedores de 18 hospitales bonaerenses: 1. hospital especializado en oncología de San Martín, 2. Hospital zonal de Agudos de Berisso Mario Larrain, 3. Hospital de General Rodriguez Vicente Lopez y Planes, 4. Hospital de La Plata Rodolfo Rossi, 5. Hospital de La Matanza Paroissien, 6. Hospital de Ezeiza Alberto Eurnekian, ex Madre Teresa de Calcuta, 7. Hospital Presidente Perón, 8. Hospital de Merlo Eva Perón, 9. Hospital de José C. Paz gobernador Domingo Mercante, 10. Hospital de Avellaneda Pedro Fiorito, 11. Hospital de Ciudadela Ramón Carrillo, 12. Hospital de La Plata Ricardo Gutierrez, 13. Hospital de San Martín Manuel Belgrano, 14. Hospital de San Fernando Petrona V. de Cordero, 15. Hospital de Escobar Enrique Erill. 16. Hospital Interzonal de Mar del Plata Dr. Oscar Alende, 17. Hospital de Lomas del Mirador Carlos Bocalandro, 18. Hospital Interzonal Especializado Neuropsiquiátrico Colonia Dr. Domingo Cabred. A esa lista hay que sumar una cotización de esta misma semana por 704.000 pesos para un hospital del sur bonaerense.
Otro dato del período es que en marzo de 2016, tramitaron y obtuvieron del ANMAT una certificación de buenas prácticas por cinco años, que es una carta indispensable para poder operar y distribuir productos en todo el país, incluida la provincia.
Entrar al mercado de proveedores de la provincia de Buenos Aires no es fácil. Ellos ofrecen una amplia gama de servicios, entre otros oncológicos.
Ese mercado es caro y complicado. Está cartelizado. En general, los productos son elaborados por multinacionales. Y en el país los compra el Estado o las obras sociales. Históricamente, la comercialización está controlada por la cámara del sector integrada por un puñado de droguerías viejas que además fijan los precios. Para entrar al negocio, hay que entrar a ese circuito. Las droguerías chicas intentan abrir otros espacios vía obras sociales. Un camino que conduce lleno de arados con historias como las de Zanola o la efedrina.
Como sea, crecieron a la medida de los tiempos. En 2017, parecen haberse convertido en una financiera. Según uno de los documentos pasaron de dedicarse a la venta por mayor de productos farmacéuticos, veterinarios y agropecuarios diversos, a ampliar el objeto social en 2017 para combinar: negocio financiero y de inversión con servicios de sociedades de cartera, servicios de fideicomisos, fondos de sociedades de inversión y entidades financieras similares hasta incluir servicios de envíos de fondos hacia y desde el exterior.
A ese universo llegó Cenzón. Quienes trabajaron con el grupo de Marcos Podestá dicen que es un pago de favores porque les abrió las puertas del Estado. Eso lo sabrán ellos. Lo cierto es que crecieron al mismo tiempo.
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