CAMINO AL DEFAULT

El gobierno avanza a pasos agigantados hacia la cesación de pagos

 

Isaac Newton (1642-1727) en su teoría de la gravedad sostenía que los cuerpos se atraen entre sí, y que eso hacía que la Tierra y que los astros giraran en torno a otros astros (la Luna en torno a la Tierra, la Tierra y los demás planetas en torno al Sol, y así todos) y la llamó "fuerza de gravitación universal" o "gravedad", que incluso midió, siendo la velocidad para la tierra de 9,81 metros/segundo al cuadrado.

La teoría económica vulgar, autodenominada neoclásica o liberal, infiere que existe una misma ley de gravitación y que si se deja a los mercados cumplir sus funciones libremente por si sola va a generar un equilibrio tal que tiende a la estabilidad y generará lo mejor para la sociedad.

Newton fue un genio y uno de los grandes sabios de la humanidad y Adam Smith copió su método hipotético deductivo para la física, que es una ciencia exacta, para aplicarlo a la economía, que es una ciencia social. Pero los economistas liberales son sofistas que defienden con un arsenal simple y determinante los intereses de los grandes operadores de esos mercados, cuando la vida y sus problemas son siempre mucho más complejos.

¿Quién fija el precio del kilo de yerba en la Argentina actual, cuando al productor le abonan de $ 8 a $ 10 por kilo y en los supermercados no baja de $ 80? Peor la leche ya que la gran mayoría de los tambos están en crisis ante el ridículo importe que les pagan y a su vez los productos lácteos, fuertemente concentrados en un principal vendedor, son los que más incrementaron sus precios en la era de Cambiemos. De igual manera podemos señalar cómo se fijan los precios de los productos agrarios en el mercado de Chicago (Estados Unidos) y en el mercado de Rosario (Santa Fe - Argentina) y porqué existe tanta diferencia entre una y otra cotización.

En el caso de los pequeños y medianos productores del campo y de la ciudad la situación es crítica,  porque los costos están dolarizados pero sus precios son en pesos. Por no hablar del precio del gas y del petróleo y sus derivados, cuando el primer ministro de energía de Macri, Juan Aranguren, después de haber trabajado toda su vida en Royal Dutch Shell, no supo decir cuál es su costo de extracción (ni en pesos ni en dólares)

En la determinación de los precios está la cuestión del poder, los que fijan los precios son los que pueden hacerlo y cuando se habla de esa abstracción que es el mercado, lo que no se dice es cuáles son las grandes empresas productoras, acaparadoras y comercializadoras de esos mercados.

No se trata solo de un Estado Ausente, porque si el Estado no regula el precio, lo fija el más grande y destruye a los productores que no lo son.

El tema ya se torna desastroso si observamos la diferencia abismal entre la tasa que se paga a los depositantes de un banco y la que se cobra en los créditos, que son confiscatorios del capital de los pequeños y medianos emprendimientos (y del patrimonio de las personas, por ejemplo el crédito hipotecario ajustable por UVA).

La estructura montada permite que los grandes bancos tengan a su vez un departamento de Grandes Clientes, especializado en la doble contabilidad y el traslado de capitales no declarados (fuga) a sociedades offshore, creadas como, por ejemplo, las de la República de Panamá por el Estudio Jurídico Mossack Fonseca, donde se corrobora que esos grandes bancos crearon 15.600 compañías (en dos de ellas era director Mauricio Macri), y que solo el banco HSBC constituyó 2.300 sociedades anónimas en ese país.

La Argentina publica en su Balance Cambiario del BCRA al 30 de junio de 2018 que, desde que asumió Macri el 10 de diciembre de 2015, se fugaron capitales (contabilizados como FAE- Formación de Activos en el Exterior de residentes argentinos) por más de 50.000 millones de dólares, por turismo supera los 20.000 millones, por giro de utilidades a sus casas matrices supera los 5.700 millones, y la suma que se pagó de intereses netos alcanza los 6.400 millones, siempre de dólares.

 

La burguesía nacional

En lugar de que el tipo de cambio lo fije la cuenta corriente de la Balanza de Pagos, lo fija la Cuenta de Capital atraída durante 26 meses por la perniciosa combinación de atraso cambiario y altas tasas de interés, base de la inconsistencia del modelo macrista y del súper beneficio del capital financiero, para derrapar violentamente el miércoles 25 de abril de 2018 en que el BCRA vendió 1.472 millones de dólares a $ 20,20 la unidad de divisa norteamericana. Esa corrida al dólar prosiguió y en 65 días (de fines de abril a junio de 2018) se fueron unos 11.000 millones de dólares, pese a que el 22 de junio de 2018 ingresaron los 15.000 millones del FMI (conformando una Reserva Internacional del BCRA de 63.274 millones). Pero desde ese día 22 de junio de 2018, al 24 de julio de 2018, último dato publicado, el BCRA contabilizaba reservas por 59.112 millones, por lo que las mismas disminuyeron en 4.162 millones de dólares en un poco más de un mes. A este ritmo se llega por la licitación y venta de dólares todos los días hábiles por el BCRA y a lo que debe agregarse la política deliberada de colocar Letras del Tesoro Nacional (LETES) que se pueden constituir en pesos pero se pagan en dólares; y los bonos dual, que pueden pagarse en pesos o en dólares según quiera su poseedor, y que es el camino que han adoptado para desarmar las LEBAC (Letras del BCRA) que eran en pesos y configuran deuda del BCRA (deuda cuasi fiscal) que ahora se va convirtiendo en deuda externa pública del Tesoro de la Nación (y que va a significar nuevos drenajes de las reservas internacionales del BCRA).

El conjunto de medidas defensivas que viene desplegando el equipo económico que tiene un costo exorbitante en reconocimiento de intereses (tanto en pesos, como la tasa que pagan para renovar las LEBAC; como en dólares), apenas puede frenar la cotización de la divisa y menos que menos, la fuga de capitales.

A todo ese cuadro ya de por sí complicado, en lo que queda de este año el Gobierno deberá afrontar vencimientos de LETES por 9.801 millones de dólares y tendrá que pagar otros 4.998,68 millones entre enero y julio de 2019. (Es decir, 14.800 millones de dólares en los próximos 12 meses.)

El cierre del programa financiero, aún con los dólares del FMI, depende exclusivamente de que sea posible refinanciar las LETES en dólares en el mercado, cosa que no está sucediendo. El día 26 de julio se licitaron LETES por  500 millones de dólares y solo se renovó a 182 días el 80% a una tasa del 3.75% anual.

Por supuesto siguen los súper martes de LEBACs, dado que el grueso de la renovaciones son sólo por 28 días, con lo que el martes 14 de agosto otra vez el BCRA deberá renegociar vencimientos por unos 450.000 millones de pesos. Y así todos los meses hasta fin de año, cuando vencen los 900.765 millones de pesos del stock total de LEBACs, que es el 74% de la Base Monetaria y que la última vez pagó tasas del 46,5% para renovar por 28 días.

Y ese paradójicamente es el punto de encuentro entre la burguesía que tenemos en el país, los Eurnekian, los Rocca, los Bulgheroni, los Macri, los Braun, los Caputo, los Pérez Companc, los Pagani, los descendientes de Fortabat, los Roemmers, los Blaquier, los Urquía, todos ellos con patrimonios que superan los 1.000 millones de dólares y que aparecen en la revista Forbes de los Estados Unidos. ¿Cómo lo hicieron?. Por ser los principales beneficiarios de la compra de divisas en el país y su fuga.

El desgaste de Macri avanza a pasos acelerados porque debe realizar un fuerte ajuste de las cuentas públicas, con despido de trabajadores estatales, reducción de salarios, disminución de los subsidios al transporte y a la energía, menor transferencia a las provincias y menor obra pública, todo para generar un excedente que los ricos de este país fugan y para pagar la deuda externa que ellos mismo acrecentaron por financiar con deuda externa el déficit fiscal en pesos (acrecido por eliminar y disminuir retenciones, cobrar menos impuesto a la riqueza y a las ganancias, etc.).

Ahora bien, los traders que emplea el gobierno en lugares claves, Luis Caputo y Gustavo Cañonero, presidente y vice del BCRA, eran del Deutsche Bank; Nicolás Dujovne fue antes de asumir como ministro por 10 años asesor económico y financiero del Banco Galicia (donde tiene fuerte participación accionaria la familia Braun), Agustín Collazo es el Sub Gerente General del BCRA, a cargo de la mesa de cambio y viene del Morgan Stanley. Tal vez el ejemplo más notable de lo que estamos diciendo es que el Presidente de la UIF (Unidad de Investigación Financiera) designado por Macri es Mariano Federici, quién trabajaba en el estudio Marteau, que defiende al Grupo Clarín y a JP Morgan en la mega causa que se tramita en el juzgado federal de Sergio Torres por la fuga y lavado de unos 5.000 millones de dólares.

Mientras sucede todo ese desquicio, inevitable como que se caiga un objeto al suelo a 9,81 metros/ segundo al cuadrado, nuestra burguesía sigue contando con la posibilidad de comprar los dólares que quiera (cuando el gobierno anterior les imponía severos límites por persona y por mes), mientras trata de obtener favores para preservar el patrimonio que tiene en el país (e incluso el apoyo para expandirse en  el extranjero como fue el caso de Techint y la inauguración de una fábrica que producirá tubos de acero sin costura para la industria de petróleo y gas no convencional y generará más de 1.500 puestos de trabajo  en Estados Unidos, junto a una inversión de 2.000 millones de dólares para su construcción, a la par que pide todo tipo de medidas que impidan la competencia china en siderurgia en el país). Esa burguesía espera que el derrape suceda (como en 1976, en 1982, en 1989, en 1995, en 2001 y 2002) y comprar por la mitad lo que vale el doble asociada a los capitales internacionales que, finalmente, se quedan con la mayor parte del negocio.

Esa burguesía le pidió a los Kirchner que los costos salariales en dólares sean menores que en Brasil, que paga 9 dólares la hora en bruto con aportes sociales y previsionales. La Argentina que estaba en 12 dólares la hora en el año 2015, está a menos de 8 dólares en la actualidad.

Por ende nuestra burguesía, que se beneficia con la devaluación, empleará a su favor la crisis económica y social. Cuando el gobierno no pueda afrontar los vencimientos de la deuda externa e interna que generó, cuando el FMI los aperciba por no poder cumplir las metas de excedente para pagar la deuda y se produzca la cesación de pagos a la que avanzamos a pasos agigantados, otra vez serán favorecidos por los seguros de cambio, la pesificación asimétrica y toda la parafernalia de medidas que reciben de un Estado que manejan a gusto y parecer, mientras no nos explicamos cómo tenemos un tercio de la población por debajo de la línea de la pobreza y en su mayoría niños y jóvenes.

Lo dijo claramente la profesora Mónica Peralta Ramos en El Cohete a la Luna: “Es muy probable que hoy, al amparo de la emergencia de nacionalismos de distinto tipo en el mundo y de un  'proteccionismo' que esconde una guerra tecnológica, se intente salir de la situación caótica actual a través de un 'gran acuerdo nacional' liderado por los desconocidos de siempre: los formadores de precios en los puntos estratégicos de la economía (y usando una cara política que el pueblo acepte). De ahí la necesidad imperiosa de definir lo que se quiere y lo que no se quiere. En este sentido, la carta abierta al FMI suscripta por diversos organismos sindicales, movimientos sociales y dirigentes políticos de la oposición es un paso nuevo de gran importancia, un paso que hay que profundizar con propuestas concretas que trasciendan los paliativos —siempre necesarios para contener el hambre y el desempleo que hoy golpea fuertemente a los sectores más vulnerables— e incorporen políticas concretas destinadas a producir un cambio radical de la situación actual. Aunque la movilización y la “unidad en la calle” han sido y son de importancia crucial en el momento actual, no son suficientes. Ha llegado la hora de potenciar la protesta en la calle y liderarla con propuestas concretas que definan cuál sería la salida del caos que permita proteger y beneficiar al conjunto de la sociedad. Se trata entonces de cimentar un frente amplio de oposición que proyecte hacia la sociedad un camino claro de convergencia, un camino que corte las aguas entre el ajuste y el conglomerado de intereses que lo representa localmente y la inclusión social con desarrollo nacional e integrado. Esto no puede postergarse. Es una condición para el cambio de relaciones de fuerza que domina el presente y es lo que permitirá que el resultado electoral no sea más de lo mismo”.

 

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí