Cabos sueltos
¿Quién es el jefe de la AFI que conducía a D'Alessio “de línea directa con el presidente”?
Si el gesto desencajado, los furcios y actos fallidos en el discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa constituirán el tono de la campaña por la reelección, aplausos. Ese es el camino.
Maurizio Macrì omitió cualquier referencia a la cotización del dólar, que en pocas horas se revaluó casi un 2% y volvió a rozar los 41 pesos. Esa asociación entre la palabra presidencial y el recalentamiento de las pizarras fue un clásico de 2018 y su reaparición en 2019 es auspiciosa. La televisión pública, que ahora es libre y no recibe directivas de nadie, ignoró durante todo el discurso presidencial la presencia en el recinto del Hada Buena, quien según la última encuesta del think tank Poliarquía tiene una imagen mucho mejor que Macrì: 20 puntos más.
Macrì puede enojarse todo lo que quiera, pero mucho peor es el ánimo de quienes además de pasarla muy mal han perdido la confianza en su capacidad para conducir una recuperación. Horas antes del discurso, dedicado una vez más a denostar a la gestión anterior, un obrero que se escapó del guión de la propaganda oficial lo exhortó a no hablar más del pasado, sino a ocuparse del presente, rubricado con un espontáneo “Hagan algo, la concha de mi hermana”. Para hacerlo callar, sólo atino a darle un abrazo. Clinch político. Aunque ladre como perro, gato se queda.
La edad de piedra
Uno de los socios de Poliarquía, Eduardo Fidanza, atribuye estas desmesuras a una decisión explícita de Jaime Durán Barba. Luego de desmenuzar la última columna del ecuatoriano en Perfil, Fidanza afirma que “acaso dictadas por la desesperación ante una eventual derrota, las afirmaciones del asesor presidencial dañan el sistema. Y lo banalizan, al esconder bajo la apariencia de argumentos intelectuales una serie de prejuicios apocalípticos al servicio de una mera estrategia de marketing electoral”. Añade que JDB “pretende ser un profesional moderno y democrático [pero] parece que quisiera hacernos retroceder a la Edad de Piedra de nuestras guerras civiles”. Nada menos.
Los sondeos de opinión también muestran que la crisis económica desplaza cualquier otro tema entre las preocupaciones colectivas más acuciantes, entre ellos el elegido por el gobierno para confrontar con CFK, y que provoca el malestar del principal operador político de Macrì, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Al referirse al rechazo de la comisión bicameral al decreto de necesidad y urgencia sobre extinción de dominio, Macrì englobó sin matices a todo el peronismo, incluso el conversable, como si la defensa del debido proceso y de la propiedad privada fueran una ayuda al crimen organizado y el narcotráfico. Monzó se preguntaba qué hace una persona como él en un lugar como ese.
No sólo el dólar se dispara cuando el presidente grita en modo Increíble Hulk. También ahuyenta a los aliados, salvo los obsecuentes que celebran en la prensa adicta esta configuración auténtica, como si no hubiera sido coacheada hasta el menor detalle.
El sábado 2, el favorito de Macrì en la interna cordobesa de Cambiemos, Mario Negri, desistió de su candidatura (con la coneja macrista Baldassi como vice) y allanó el camino a Ramón Mestre (h), el candidato radical que se rebeló contra los dictados presidenciales y del jefe de gabinete Marcos Peña Braun. Cualquiera sea el resultado, Macrì perderá en Córdoba a manos del viejo bipartidismo que vos matáis. Algunos radicales afirman que Schiaretti es el candidato de Macrì pero no parece fácil convencer al presidente de esa verdad de pueblo chico. Por cierto, la peor derrota sería una victoria del alzado Mestre, lo cual demuestra que entre PRO, la UCR y el Peornismo conversable sólo se disputa quién es más conservador, justo cuando la sociedad reclama lo contrario, sofocada de que le aprieten el nudo al cuello.
Las noticias que llegan de los tribunales tampoco son un consuelo. El señalamiento de su primo Ángelo Calcaterra como el organizador de las coimas por el soterramiento del tren Sarmiento, por parte de quien fue el intermediario con el entonces secretario de Transporte Ricardo Jaime, que se describe en detalle aquí, indica que incluso el arma escogida para la batalla electoral tiene doble filo y puede cortar a quien la empuña. La investigación del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, avanza en direcciones tan incómodas para el gobierno que se torna perentorio arrebatarle la causa para que no llegue al corazón que irriga los movimientos de la marioneta Marcelo D'Alessio.
Los comentaristas pueden afirmar que los agentes de la DEA no se presentan como agentes de la DEA, pero en la historia de esa siniestra organización abundan los ejemplos en contrario. Sus filas se han nutrido de delincuentes y delirantes, que se mimetizan con el medio en que desempeñan sus labores. Y sobre todo, como consigna el juez, la embajada de los Estados Unidos no ha respondido acerca de la autenticidad de documentos e insignias secuestrados en el allanamiento a su vivienda en el country Saint Thomas, dato más que significativo.
D’Alessio, el fiscal Carlos Stornelli y la embajada deberían explicar el origen del informe en inglés sobre bienes y actividades del extorsionado empresario Pedro Etchebest. Pero también se requieren precisiones de la Inteligencia oficial, más allá del risible oficio en el que afirma que no tiene agentes “inorgánicos”.
En su declaración indagatoria, D'Alessio dijo que estaba investigando a Etchebest por encargo de “un alto directivo de la AFI", quien "recibía copia de todo lo que tenía que ver con el tema Etchebest, yo tenía que reportarle todo”. D'Alessio señaló a los ex comisarios bonaerenses Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk, quienes también fueron detenidos y procesados por Ramos Padilla, pero además se refirió a “reuniones con el jefe de Bogoliuk en el hotel NH de la calle Bolivar”, a quien menciona como Pablo y señala como amigo del juez federal de Lomas de Zamora, Federico Hernán Villena.
En una de las grabaciones que Etchebest realizó durante el trayecto a Pinamar, D'Alessio explicita que se trata de Pablo Pinamonti, alto funcionario de la AFI “de la línea directa con el Presidente”, a través de Daniel Angelici.
Pinamonti dirigió el proyecto AMBA, consistente en la creación de subunidades de inteligencia en el conurbano bonaerense, que se canceló por enfrentamientos con el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. “La SIDE de Escobar le cortaba boleto a la poli de Escobar”, cuenta D'Alessio. Ese hilo conduce en forma directa a Silvia Majdalani, la segunda jefa de la AFI.
Pinamonti depende en la AFI del director jurídico Sebastián Destéfano, otro Angelici Boy. A través suyo habrían llegado a Carrió las grabaciones ilegales realizadas sobre el teléfono público que usan los detenidos en la colonia penal de Ezeiza.
En familia
La desesperación de Stornelli por arrebatarle la causa a Ramos Padilla es de resultado incierto. La primera noticia que el Ministerio Público Fiscal difundió sobre la situación de uno de sus funcionarios más conocidos fue el 28 de febrero, cuando el sitio oficial informó que “La Fiscalía Federal de Dolores solicitó al juez que decline su competencia”. La extensa información sobre el dictamen del fiscal Juan Pablo Curi, pidiendo a Ramos Padilla que decline la competencia y remita las actuaciones a la Cámara Federal de la Capital, fue redactada por María Julia Kenny, quien fue asesora de imagen del ministro de Justicia Germán Garavano y ahora se ocupa de la prensa de Eduardo Casal.
Además es la esposa del juez Julián Ercolini, quien también reclamó la competencia. El dictamen de Curi no satisface ese deseo y dice que la Cámara debería sortear qué juzgado porteño intervendría, dado que muchos de los hechos investigados no ocurrieron en la jurisdicción de Dolores sino en Villa Irurzun, barrio del Retiro. Si Ramos Padilla disintiera con ese criterio, la diferencia sería dirimida por la Cámara Federal de Mar del Plata, que es la alzada común del fiscal y del juez de Dolores. Y si ambas cámaras disputaran su competencia, lo resolvería el superior común a ambas, que es la Cámara Federal de Casación Penal, en el corazón del serpentario. Tampoco la amenaza de la diputada Elisa Carrió de promover el juicio político de Ramos Padilla, llegaría a tiempo.
Un mago, ahí
Los nexos entre la Procuración General y la causa de los gloriosos cuadernos se reforzó en estos días, con la transferencia del juzgado del doctor Glock al ministerio público, de Pablo Pinto, como subsecretario letrado, en la Secretaría de Coordinación institucional, a pedido de su titular Juan Manuel Olima Espel. Pinto es la clase de persona que se necesita en esta instancia.
Für Elise
La diputada Elisa Carrió declaró que defenderá a Daniel Santoro y a todos los periodistas, estimulante propósito de cumplimiento improbable. Podría ejercitarlo con los despedidos de la agencia Télam, sobre el agravamiento de cuya situación se informa aquí.
Santoro es el operador judicial del Grupo Clarín, que, según abundantes constancias en la causa, formaba parte del dispositivo montado por D'Alessio y los servicios de la AFI para intimidar y extorsionar. El relator deportivo que conduce un show con animales no consiguió que Santoro fuera despedido, por la alta indemnización que podría reclamar, pero sí logró desestibarlo de la mesa, según explicó el propio operador, para preparar su defensa. ¿Acaso supone que también él será llamado a indagatoria?
Sus descargos a repetición van de lo jocoso a lo patético. Entre los papeles secuestrados figuran informes de Inteligencia sobre sus compañeros de trabajo en la mesa de los animales, y los agentes lo identifican como fuente. Santoro niega haber colaborado y pretende que D'Alessio “me infiltró” (sic). Su insistencia de que D'Alessio sólo era una más de sus fuentes fue refutada por sus propios compañeros de panel, quienes destacaron que el nivel de intimidad entre ellos corresponde a otro tipo de relación. El propio Stornelli le dijo al compañero de Santoro en el Grupo Clarín, Nicolás Wiñazki, que Santoro le presentó a D'Alessio y le dijo que trabajaba para la DEA. D'Alessio, a su vez, le dijo a Etchebest que cuando existía la Unión Soviética, Santoro trabajó para la KGB, ocupación que el operador niega.
En referencia a las publicaciones sobre él en El Cohete a la Luna, que llama “blog K”, el operador judicial dijo que “revela todos los detalles de la denuncia, incluso muchos que tienen que ver con mi vida privada como la dirección de mi casa incluidas fotos de mi esposa, algo con pocos precedentes en la historia periodística argentina”. Que el domicilio de quien se presenta como periodista deba ser secreto es una novedad. Y tampoco califica dentro de las fake news con que Santoro incidió en la campaña electoral de 2017.
Las fotos de ninguna manera forman parte de su vida privada. En ellas posan D'Alessio y Santoro con sus respectivas esposas, en una fiesta de disfraces políticos, que muestra el grado de intimidad entre ambos. Además, D'Alessio afirma que la esposa de Santoro es la bruja que asesora a Carrió sobre movimientos ocultos que llama “vibras” y le indica cuándo son propicias y debe manifestarse en público y cuándo son adversas y le conviene llamarse a silencio. También contó otros aspectos de la relación de Santoro con Carrió, que no fueron incluidos en la nota, pero que constan en los audios para quien se interese en esos detalles.
Como de costumbre en la señal de cable del Grupo Clarín, Carrió dijo que "pese a la operación que quisieron armar pudimos salvar la causa de los Cuadernos”. Sin cuidado por el oxímoron, agregó que luchará contra la corrupción "hasta el último día de mi vida" y que "trabaja por la reelección del presidente Mauricio Macrì".
También me dedicó unos párrafos: Verbitsky “puede decir de mí todas las barbaridades que quiera, pero yo jamás voy a hablar mal de Horacio, porque a mí me ayudó mucho en un momento de mi vida". Agregó que "también le estoy muy agradecida a la esposa de Horacio, que me salvó la vida cuando tenía un problema serio, una depresión muy seria”. Sobre la relación de la diputada con la doctora Mónica Müller no sé nada, porque el secreto médico siempre me mantuvo al margen de todo lo que ocurre en el consultorio. Pero respecto de mi, la relevo de cualquier compromiso al que se crea obligada. Nunca he escrito barbaridades sobre ella, sino hechos documentados que investigué en detalle, como las denuncias que le presentó a Stornelli, a sabiendas de su falsedad, contra el ex ministro Domingo Cavallo, y sus piruetas en torno de Macrì en los últimos 15 años.
En 2003, cuando Aníbal Ibarra lo venció por la intendencia local, Carrió dijo: "Menos mal que fue derrotado... Yo no sabía cómo iba a explicarles a mis hijos que empresarios ligados al robo del país pudieran ganar". En 2007 insistía en que “Macrì es un límite moral infranqueable”. Ahora alega que la reelección de Macrì es necesaria porque “si vuelven los ladrones entonces sí que no tenemos salida".
Su defensa cerrada de la operación más sucia emprendida en la historia de la justicia argentina, violatoria de todos los derechos y garantías constitucionales, expone la verdadera índole de la Coalición Cívica Libertadora y su musa, quien termina revolcada en el mismo lodo que Marcelo D'Alessio.
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