BOLA DE MOCO
Los peculiares métodos de Stornelli para generar causas que vayan pegoteando a quienes le convenga
Ya se que el titulo es un asco. Pero no se me ocurrió a mí, sino al fiscal Carlos Stornelli. Así calificó Stornelli en un dictamen de fecha 17 de setiembre, la causa que tramita el Poder Judicial de Lomas de Zamora, en la que se investigan las innumerables maniobras de inteligencia ilegal que habría llevado adelante la Agencia Federal de Inteligencia de Mauricio Macri, conducida por Arribas y Majdalani.
En la causa de Lomas de Zamora se investigan maniobras ilegales, que van desde espionaje ilegal a dirigentes políticos, sindicales y de los movimientos sociales hasta escuchas ilegales en establecimientos penitenciarios a personas que estaban presas en prisiones preventivas, esto es sin sentencia firme.
¿Por qué un fiscal de la Nación como lo es Carlos Stornelli diría algo así? La respuesta es bastante simple. Carlos Stornelli está procesado una causa similar a la de Lomas de Zamora, pero que tramita en Dolores.
¿Y por qué está procesado Stornelli? Este procesado por ser miembro de una asociación ilícita destinada a hacer tareas de inteligencia ilegal y prohibidas por la Ley de Inteligencia Nacional y también por los delitos de coacción e incumplimiento de deberes legales de funcionario público.
¿Qué es lo que habría hecho Stornelli? Está acusado, entre otras cosas de mantener relación constante con personas que hacían inteligencia ilegal e incluso permitir que esas personas presentaran documentación de origen ilegal en expedientes en los que Stornelli era fiscal, además de haberle solicitado a estos espías tareas ilegales, tales como información ilegal sobre el ex marido de su mujer y una cámara oculta a un abogado –Jose Ubeira—, que además de todo había sido abogado del propio Stornelli y amigo personal… Siguen las cosas que se le imputan a Stornelli: está acusado de usar inteligencia ilegal para afectar expedientes judiciales en los que era fiscal, formar parte de coacción a testigos que no querían declarar y lo que es aún peor aún —si se puede—, seguir interviniendo en esos expedientes, e incluso intervenir en causas donde se investigan hechos del propio Stornelli. Y además pedirle a imputados que modifiquen declaraciones que lo afectan. Incluso gestionó con fiscales de otras causas que los testigos pudieran declarar cambiando su declaración y como si con eso no fuese suficiente, acordó con otro imputado una estrategia común de defensa. Y me detengo en este último punto, porque saben cuál era la estrategia común de defensa de Stornelli y otro imputado. Que la causa de Dolores fuese a parar a Comodoro Py, donde por absurdo que les parezca, Carlos Stornelli sigue siendo fiscal.
Y es por eso que Carlos Stornelli como procesado pide que la causa de Dolores se tramite en Comodoro Py y, como fiscal de Comodoro Py intenta que todas las causas sobre la inteligencia ilegal que llevó adelante el gobierno de Macri se tramiten en Comodoro Py, lugar donde —para ser honesta— aún persiste un andamiaje de impunidad afianzado durante los 4 años del gobierno de Macri, destinado a asegurar impunidad a todos los que usaron la estructura del Estado para hacer, obtener y usar inteligencia ilegal.
El miércoles que pasó se cayó la mejor defensa que intentó Carlos Stornelli. Y como no podía ser de otro modo, tenia como origen la inteligencia ilegal.
Un juzgado de Lomas de Zamora ordenó escuchar las conversaciones de un preso por narcotráfico. Quien debía desgrabar las escuchas al narco era el Área de Contrainteligencia de la AFI de Arribas. La orden judicial expresamente ordenaba escuchar al narco –cuyo nombre es Segovia— pero la AFI no cumplió la orden judicial y procedió a grabar a todos los que estaban detenidos con Segovia. ¿Quiénes eran los detenidos con Segovia? Ex funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y empresarios, muchos de ellos detenidos por pedido de… ¿adivinen quién? Carlos Stornelli.
Pero más aún, no solo los escuchaban a todos SIN orden judicial, sino que además, a esas escuchas no las desgrababa el área de la AFI que había sido autorizada por el juez, sino otra Área de la AFI creada por el gobierno de Macri, para intervenir en causas judiciales.
Estas desgrabaciones ilegales –sin orden judicial— y hechas por fuera de lo autorizado judicialmente, fueron enviadas en forma “anónima” a Carlos Stornelli y a Elisa Carrió. Y en base a ellas, ambos —Stornelli y Carrió— denunciaron que la causa de Dolores era un armado kirchnerista para ensuciar a Stornelli y buscar impunidad para los funcionarios y empresarios. Lo curiosísimo es que incluso antes que ambos hicieran la denuncia, el principal editorialista del diario la Nación, Joaquín Morales Solá, publicó en su columna del domingo 10 de febrero de 2019:
El 10 de febrero de 2019 la Justicia no había determinado absolutamente nada. Y esa columna de Morales Sola mentía descaradamente. Lo que si ha determinado el Poder Judicial es lo siguiente: a) con fecha 18 de diciembre de 2019 el procesamiento de Carlos Stornelli y, b) con fecha 21 de septiembre de 2020 dispuso el archivo de la denuncia de Stornelli y de Carrió, señalando que “queda descartado que las conversaciones y/o diálogos que se consignaron en ambas causas tuvieran la intencionalidad que se les atribuyó primigeniamente al efectuarse la denuncia”. Razón por la cual se ordenó el archivo de la causa, por inexistencia de delito.
Y en Lomas de Zamora, en la causa que Stornelli llama “bola de moco”, se están investigando esas escuchas ilegalmente hechas y desgrabadas por quien no estaba autorizado.
Un dato de color es que Carrió nunca presentó ante el Poder Judicial ni un solo papel que diera cuenta de las escuchas presuntamente recibidas en forma anónima. Esto lo contó Tuny Kollman: “Los fiscales que investigan el espionaje ilegal en Lomas de Zamora, Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide, pidieron los originales del anónimo supuestamente recibido por Carrió, ya que esas escuchas fueron parte de las operaciones que hicieron la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y el Servicio Penitenciario Federal (SPF) en la cárcel de Ezeiza. Por esta razón, le dirigieron un escrito al juez Marcelo Martínez de Giorgi —sucesor del fallecido Bonadio—, pidiéndole ver la prueba original que debía constar en el expediente. La sorpresa mayúscula fue la respuesta de Martínez de Giorgi: ni Oliveto ni Zuvic, que presentaron la denuncia en nombre de Carrió, ni la propia Carrió, presentaron nunca el anónimo. Lo que hicieron fue entregar un escrito en el que dijeron que habían recibido un anónimo con la transcripción de diálogos de detenidos en Ezeiza que, según ellas, era una prueba de que armaron el expediente de Dolores como un complot contra la causa de las fotocopias”. En base a esa nada, jueces como Bonadio armaron un causa y casi detienen a 20 personas.
No voy a terminar este tema sin abrazarme solidariamente con cada uno de los detenidos que fueron escuchados ilegalmente y que luego tuvieron que tolerar que sus conversaciones privadas, con sus familias, amigos y abogados, fueran expuestas perversamente en medios de comunicación; y a mi amigo Eduardo Valdés, que durante los 4 años de persecución macrista dedico buena parte de su tiempo a visitar, acompañar y dar apoyo moral a muchos de los detenidos arbitrariamente por el gobierno de Macri y terminó involucrado en la causa que finalmente se archivó el miércoles, por la cual sufrió todo tipo de ataques.
Mientras tanto, en Dolores acaban de llamar a indagatoria a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani por un descomunal armado de inteligencia ilegal sobre movimientos sociales y políticos, nunca visto en democracia en semejante dimensión y que el propio juez refiere como asimilable tan sólo a las tareas de inteligencia ilegal que hizo la dictadura.
Dentro de los involucrados en este mega operativo de inteligencia ilegal que se investiga en Dolores aparecen dos nombres significativos. Por un lado, el nombre de Pablo Pinamonti, quien luego del cierre de las operaciones de inteligencia ilegal en la provincia de Buenos Aires por las que está procesado, aparecería “reciclado” en la Dirección de Jurídicos de la AFI, a cargo del Departamento de Coordinación y Soporte en el Análisis de Casos. Dentro de las funciones asignadas a Pinamonti estaban las de “coadyuvar en las tareas de investigación judicial… realizando y coordinando con las otras áreas competentes las tareas”.
Otro nombre que aparecería en la causa de Dolores es el de Daniel Alejandro Salcedo, ex jefe de la policía Bonaerense. ¿Durante la gestión de quién era jefe de la Bonaerense Salcedo, hoy llamado a indagatoria en Dolores por tareas de inteligencia ilegal? De Carlos Stornelli como Ministro de Seguridad de la Provincia.
Salcedo también aparecería en una de las causas emblemáticas de los servicios de inteligencia, en la que se investiga la muerte de fiscal Alberto Nisman. Aparecería como perito de Sandra Arroyo Salgado, ex pareja de Nisman y mamá de sus dos hijas. Y créanme no es el único nombre en común que aparece en la causa de Nisman y los servicios de inteligencia, incluyendo las causas que actualmente investigan las maniobras ilegales de inteligencia. Porque todo parece tener que ver con todo. Sobre todo, cuando se trata de tareas de inteligencia ilegal.
Y también —esto me da un particular dolor contarlo— se denunció que se encontraron en la AFI las pruebas de tareas de inteligencia ilegal sobre los familiares de los muertos en la tragedia del ARA San Juan. Espiaban ilegalmente a las víctimas, porque además de delincuentes, funcionarios del gobierno de Macri se manejaban con un grado de perversidad casi indescriptible.
Perversos son también los sectores de Poder Judicial que han permitido que Stornelli siga desempeñándose como fiscal. Debería estar suspendido hasta tanto se resuelva su situación judicial. Si yo fuese un fiscal al estilo Stornelli, seguramente conforme sus criterios y los de Martin “Doctrina” Irurzun, Stornelli debería estar preso porque es claro que más que poder residual, lo que tiene Stornelli es poder efectivo. Pero como no soy fiscal y solo soy Graciana y defiendo por sobre todas las cosas la presunción de inocencia, creo que debe estar en libertad. Lo no corresponde, y sus últimas intervenciones así lo demuestran, es que Stornelli ejerza como fiscal por una sencilla razón: desde el momento en que se encuentra procesado en la causa que se investiga en Dolores, tiene un especial interés en el resultado de muchas causas. Y ello no se le puede reprochar, toda vez que se trata del ejercicio del derecho a defensa, completamente legítimo. Pero que lo invalida como fiscal para seguir conociendo en causas que de alguna forma refieren a temas vinculados a inteligencia ilegal. Y más aún, en todo lo relacionado a la causa de Lomas de Zamora, de donde se tomó conocimiento que uno de sus hijos fue empleado de la AFI durante el periodo en el que se investigan las maniobras de inteligencia ilegal.
Perversos también los que permitieron que los servicios de inteligencia hicieran los desastres que hicieron en el Poder Judicial. Desde la Tablada, la AMIA y las causas de lawfare de los años macristas.
Y acá quiero hace un reconocimiento a los jueces, fiscales y defensores que se les pararon de manos a los servicios de inteligencia. No los menciono porque sería injusto con muchos, pero los abogados que fatigamos esos pasillos sabemos quiénes son. Y se lo agradecemos.
Escribo esto y recuerdo las palabras de Alberto Fernández el día que asumió la presidencia de la Nación, cuando dijo: “Nunca Más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia”. Y señaló: “Una justicia demorada y manipulada significa una democracia acosada y denegada”. Porque hay que decirlo, las políticas sobre las tareas de inteligencia que tiene un gobierno, dicen mucho sobre qué piensa ese gobierno sobre la democracia. Cada vez está más claro que la inteligencia ilegal usando los recursos del Estado, y la manipulación de causas judiciales por parte del gobierno de Macri, fue una política de Estado de ese gobierno nefasto en todos sus aspectos. Y deja muy claro qué piensa el macrismo sobre la democracia.
Por eso no me sorprendió que, en una de sus primeras apariciones públicas luego de regresar de Europa, Macri escribiese en su carta publicada en La Nación que “es la República o la republiqueta; es democracia o demagogia; es elecciones libres o no habrá transparencia en los resultados”. Me acordé de que pocos días atrás un ex Presidente —que no llegó a Presidente por el voto popular— ya había señalado que había un golpe de Estado en marcha en la Argentina y que en el año 2021 no habría elecciones legislativas. Luego el mismo ex Presidente dijo que esas declaraciones habían sido fruto de un estado confusional, “como un desenganche de la realidad” fruto de la pandemia. Unos días después el mismo ex Presidente dijo que a Alberto Fernández lo veía “grogui”, como De la Rúa, el ultimo Presidente elegido por el voto popular que no terminó su mandato.
Hace unos días también estaba viendo un programa en TN y escuché a Patricia Bullrich decir: “Somos [Junto por el Cambio] mirados por la sociedad como la posible sustitución de este gobierno en la medida de las elecciones de 2021”. El detalle es que en el 2021 hay elecciones legislativas, no presidenciales. Y entonces me acordé de los dichos de Duhalde sobre De la Rúa… que renunció y fue reemplazado mediante una Asamblea Legislativa, que vale aclarar sería la única forma de sustitución de un gobierno en el 2021, siempre que Juntos por el Cambio tuviese los votos necesarios, primero para forzar la renuncia de Alberto Fernández y luego para erigirse como nuevo gobierno.
Y hace apenas una semana, la periodista Nancy Pazos publicó en Infobae una nota en la que consignó: “¡Se habla de una Asamblea Legislativa pero no veo a la clase política comprometiéndose con algo así, nos vamos a tener que comer a estos tipos tres años más', responden desde el otro rincón”. El otro rincón refiere a lo que conocemos como círculo rojo, el poder económico de la Argentina. Y añade la periodista: “El clima, por demás enrarecido, se completa con banderazos, cacerolazos y hashtags en las redes que radicalizan aún más la grieta”.
Se ve que lo que afirma Duhalde y ratifica de alguna forma Patricia Bullrich es la existencia de un plan descabellado pero que circula por los pasillos del poder económico. Y que como suele llamar el Perro, es parte del plan de “Acoso y Derribo” que el circulo rojo ya esta ejecutando para deslegitimar el gobierno de Les Fernández y ver si puede acabar con él. Basta prender la TV para darse cuenta de ese plan en plena ejecución.
Mientras aparece la verdad sobre la democracia espiada que tuvimos como forma de gobierno durante el mandato de Mauricio Macri, todos prefieren escandalizarse con un mamarracho de diputado que no tuvo mejor idea que chupar una teta en medio de la sesión virtual de diputados. Se escandalizan por una teta y no por la sistemática inteligencia ilegal durante 4 años. Sin pretender bajarle el precio a la inconducta del diputado en cuestión, que fue un papelón mayúsculo, creo que en la Argentina están pasando cosas más graves. Como escribió mi amigo Mendieta: “Se agarran del seno para irse por la tangente…”
El plan para desestabilizar a un gobierno democrático electo es un hecho gravísimo. Las pruebas sobre las sistemáticas maniobras de inteligencia ilegal y de direccionamiento de causas judiciales hechas por el gobierno de Macri es otro de esos hechos gravísimos. Pero frente a esto, muchos prefieren no escandalizarse.
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