Gestión Horacio Larreta/Elisa Carrió: Vender el Tiro Federal para hacer torres. Vender espacio verde en Retiro para hacer torres. Vender centro de deporte olímpico para hacer torres. Vender 29 profesorados para hacer torres. Vender hospitales para hacer torres. Ciudad BANANERA @AlciraArgumedo, 23.11.2018
La venta del predio del Tiro Federal es la continuación de un plan del gobierno de la ciudad en connivencia con empresas constructoras, los amigos de siempre. No las vamos a nombrar de nuevo aquí, lo hicimos al revelar la orgía de cemento generada artificialmente alrededor de los Juegos Olímpicos de la Juventud apadrinados por Gerardo Werthein y Horacio Rodríguez Larreta. La mayoría de estas empresas fueron aportantes a la campaña presidencial de Mauricio Macri. (https://www.elcohetealaluna.com/una-fiesta-inutil/)
Involucradas en esta dupla de poder y negocios fastuosos, desde hace once años de gobierno amarillo opera un lobby político-empresario de grandes desarrolladores inmobiliarios. Estos redundantes negocios, que consisten en comprar tierras públicas a precio de rifa, construir barato y vender carísimo, apuntan desde hace tiempo a apropiarse de toda la ribera de la Capital. Téngase en cuenta que desde la asunción de los amarillos en la intendencia se privatizaron nada menos que 270 hectáreas en toda la Capital (datos del Observatorio del derecho a la Ciudad).[1] La subasta del Tiro Federal es parte de un desvarío macabro que consiste en generar una símil berreta de ciudades como Dubai o Qatar con altísimas torres exclusivas para limpiadores de dinero, inversores con cuentas offshore y estrellas de fútbol en retiro. En el caso de Buenos Aires, la pesadilla se extiende desde la Isla Demarchi, pasa por el mega proyecto “Solares de Santa María” de Eduardo Elsztain en la antigua ciudad deportiva de Boca, luego Puerto Madero (urdido por el inefable Carlos Grosso, hoy mano derecha invisible de Mauricio Macri), llega al Distrito Joven de boliches, polos gastronómicos y desemboca ahora sobre las orillas del barrio de Núñez, donde está ubicado el Tiro Federal.
Cuando en Holanda y el norte de Europa se evita construir sobre las costas abiertas o se erigen grandes vallas marinas para contener la previsble crecida del mar a raíz del cambio climático, en Buenos Aires nos lanzamos alegremente a llenar de hormigón los costas, téngase en cuenta: sin estudios de impacto ambiental, sin previsiones de infraestructura, sin reparar en la población del Hinterland que seguramente se asfixiará detrás de estos ingentes muros de cemento, sin preveer transporte público, solo obedeciendo el afán de lucro plasmado en el nuevo plan urbano de edificación sancionado a medida de los desarrolladores inmobiliarios.
Es, a todas luces, un proyecto de enloquecidos. Sólo se justifica por la acumulación de la riqueza desposeyendo a la ciudad de sus hoy más que nunca necesarios espacios verdes, aire limpio, cielo, vista, transporte adecuado, calidad de vida y terrenos disponibles para construir escuelas, museos, clubes, hospitales o lo que necesiten en el futuro sus habitantes .
¿Cuál es el argumento que esgrimía Macri y hoy repite su delfín Rodríguez Larreta? “Queremos una ciudad para 6 millones de habitantes”. ¿Por qué? Porque sí. El capricho de los amarillos no cierra: esas nuevas construcciones no son viviendas. Son exclusivos objetos de inversión de excedentes. Encarecen el costo de expensas, suben artificialmente el metro cuadrado, son vivienda suntuosa destinada a ser ociosa, son inaccesibles para la mayoría de la población, porque ¿quién puede pagar a esta altura 7.000 dólares el metro cuadrado? Si el 75% de los edificios de Puerto Madero está vacío, ¿cuál es el sentido de insistir en construir escenarios fantasmas que solo les sirven a señores de indeclaradas cuentas en el exterior? Cuando tenemos la misma cantidad de habitantes que en 1946 y existen 350.000 personas viviendo en villas mientras que los índices de personas en la calle (que el gobierno empecinadamente se niega a medir) crece diariamente de manera geométrica. ¿Cómo cuadra la construcción de torres y espacios de nombres alambicados con este panorama? Son preguntas que ningún periodista, ni siquiera el más conspicuo crítico del gobierno de Macri, le hace al intendente. Larreta maneja al dedillo los hilos de su propio blindaje mediático.
El Tiro Federal, solo el puntapié inicial
El martes 20 de noviembre de 2018 tuvo lugar la primera subasta de terrenos del predio del Tiro Federal Argentino, un total de 150.000 metros cuadrados en los que se podrán construir torres de hasta 30 pisos (100 metros de altura). Se trata de casi dos manzanas cuya superficie podrá ser destinada a viviendas, oficinas y proyectos hoteleros. Están ubicadas en un lugar nada desdeñable: la esquina de la Avenida del Libertador y la calle Udaondo, a dos cuadras del Estadio Monumental.
En dos oportunidades anteriores señalamos la relación entre los proyectos faraónicos de los Juegos Olímpicos de la Juventud y el aporte estatal estimulando la especulación inmobiliaria. [2] Vistos en perspectiva, los Juegos fueron el gran pretexto para mudar los predios deportivos de la zona Norte de la ciudad hacia el Sur, incumpliendo la promesa dada al Comité Olímpico Internacional de aprovechar todos los establecimientos deportivos de la ciudad construyendo solo lo necesario, es decir, vestuarios y alojamiento para los deportistas. No fue así. Los Juegos sirvieron para liberar una de las zonas más caras de la ciudad. ¿Para qué seguir en Núñez con terrenos públicos dedicados al deporte cuando se puede trasladar todo al Sur? Esa fue la especulación de Macri en un comienzo y luego la de su delfín Rodríguez Larreta, estimulados a la sazón por el Presidente del Comité Olímpico Argentino y organizador de los Juegos, el empresario agrario, inversionista y desarrollador Gerardo Werthein, que ya posee varios edificios de alta gama en la zona.
Precisamente: ¿quién se adjudicó esta primera subasta del Tiro Federal? Una empresa llamada Landmark de la que no existe página de Internet que, según BAE Negocios, pertenece a “un grupo inversor de las familias Werthein y Sielecki”, dato corroborado recientemente por el venerable matutino La Nación.[3]
Werthein y familia compraron el predio de dos manzanas por $ 5.620 millones (unos U$S 152 millones), un precio increíblemente módico si se tiene en cuenta que la fiesta no termina allí: en los planes de Larreta y su vice Santilli está el “poner en valor toda la zona”. Porque esta primera venta del Tiro Federal (falta la subasta de dos predios similares) es solamente el paso inicial de una privatización de todo el espacio deportivo de Núñez que incluye unas 35 hectáreas. Son las 35 hectáreas adicionales que hoy ocupan el CeNard (centro de alto rendimiento deportivo), el Instituto Superior de Educación Física Romero Brest, el Club de Comercio y el estadio de River Plate. Tanto Macri como Larreta y Santilli han dado señas de querer trasladarlos, con lo cual la ciudad de Buenos Aires perdería otro gran pulmón verde, vital para su subsistencia.
Mientras nos asfixiamos por el calor de una ciudad inundada de cemento que agobia en verano, nos polucionamos por falta de control de las emisiones de monóxido de carbono y nos hacinamos en un transporte público cada vez más deficiente, a Gerardo Werthein se le hace agua la boca: su próxima meta es el CeNard.
Agradezco a Sandra Inés Sánchez y Jonatan Baldiviezo por el excelente informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad (en prensa)
[1] http://observatoriociudad.org/?s=noticia&n=172 [2] https://www.elcohetealaluna.com/entre-la-miseria-y-el-interes-privado/ y https://www.elcohetealaluna.com/una-fiesta-inutil/ [3] https://www.baenegocios.com/negocios/Grupo-inversor-de-las-familias-Werthein -y-Sielecki-compro-terrenos-del-Tiro-Federal-20181120-0059.html y https://www.lanacion.com.ar/2193320-tiro-federal-subastan-hoy-las-tierras-sobre- la-avenida-del-libertador-por-4762--------------------------------
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