Eduardo de la Serna

Mirar, pensar y vivir desde abajo, o vacunarse antes que el pueblo y profundizar el descrédito: las opciones de la Iglesia Católica.

Si el pueblo está a favor de la vida, la ley es como prohibir el alcohol a menores en un geriátrico.

Un hombre de la Iglesia Católica explica los fundamentos de su decisión.

El cura en opción por los pobres Eduardo de la Serna despide a “uno como nosotros, pero Diego”.

El visceral antiperonismo de un obispo que usa la teología como pantalla.

Las muestras de odio y violencia se reiteran en las marchas de la oposición más rancia. Sus referentes guardan silencio.

Sin hilo conductor ni demasiada teología. Los usos bíblicos son los acostumbados: textos para justificar lo que se dice y no que de la Biblia nazca lo que se va a decir.

Si nos creemos adalides de la defensa de los Derechos Humanos de verdad (y no títeres del imperio), empecemos por Guantánamo.

No se trata de grieta, se trata de humanidad o inhumanidad.

Un cura en opción por los pobres frente al televisor.