Asesinato por portación de identidad
Se cumplió un año de la muerte de Ismael, el chico qom asesinado en Chaco frente a un supermercado
El 3 de septiembre se cumplió un año del momento en que Ismael Ramírez y su hermano pasaban frente al Supermercado Impulso, en el barrio Obrero de Sáenz Peña, Chaco, y una bala mataba a Ismael. Un año después, no hay imputados. Para el fiscal, el chico qom de 13 años murió durante un intento de saqueo al supermercado. El Movimiento de Mujeres Indígenas Por El Buen Vivir organizó movilizaciones en Sáenz Peña, Rosario, Buenos Aires y Esquel para acompañar el pedido de justicia y a su madre, Alejandra Ciriaco.
La mañana de ese 3 de septiembre Alejandra tomó unos mates con Ismael. De lxs tres hermanxs, Ismael era el más compañero de su madre. Fueron unos minutos, Ismael y Daniel, de 17 años, salieron a hacer unas compras y volverían pronto, pero se toparon con un tumulto en el supermercado Impulso. Escucharon detonaciones de arma de fuego y salieron corriendo, Ismael corrió algunos metros con la bala en el pecho. Cuando cayó, su hermano y los vecinos intentaron trasladarlo a un hospital pero murió antes de que pudieran llegar.
Apenas trascendió la muerte de Ismael, en los medios de comunicación, incluidas las redes sociales, comenzaron a tejerse todo tipo de hipótesis. La más fuerte planteaba que había un saqueo violento y que Ismael, que participaba del mismo, había muerto por un proyectil de un arma casera. La intención fue rápidamente desligar a la policía y relacionar a Ismael a algún tipo de delito asociado a su condición social, un niño pobre indígena. Una identidad no muy extraña en Chaco, donde en 2018 el INDEC midió 41,4% de pobreza.
“Me lo llevé de Rosario porque había mucha droga”, dice Alejandra Ciriaco, madre de Ismael, “pero me lo llevé al Chaco y lo mataron allá”, completa. Ella marchó junto a familiares y compañeras del Movimiento de Mujeres Indígenas por las calles de Sáenz Peña, recorrió el camino que alguna vez hicieron sus hijos; el supermercado, la escuela donde iba Ismael, el centro y finalmente los Tribunales locales. En Buenos Aires apostadas frente a la casa de Chaco y contenidas por una treintena de policías, estuvieron presentes mujeres indígenas que narraron sus experiencias y otras mujeres luchadoras, como Emilia Vassallo, madre de Pablo “Paly” Alcorta, asesinado por la policía y una de las organizadoras de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil; o Lourdes Hidalgo, sobreviviente del incendio en el taller de la calle Viale, donde murieron 6 personas en 2006.
Mediante un documento, el Movimiento de Mujeres Indígenas convocó a una campaña plurinacional contra el infanticidio indígena y denunció “la complicidad del aparato judicial, los intereses de los dueños del supermercado Impulso y una sociedad racista que no da respuesta a la impunidad con la que se está desarrollando la causa de Ismael Ramírez, como tantos hechos de muertes de nuestras infancias por portación de identidad”.
El comunicado también señala que la sociedad naturaliza la muerte indígena, denuncia la relación estrecha entre los desalojos territoriales y la llamada doctrina Chocobar, el empobrecimiento de las naciones indígenas, el extractivismo y los feminicidios que sufren de un modo particular las mujeres indígenas.
Respecto al proceso judicial por el asesinato de Ismael Ramírez reclaman:
- Celeridad en la producción de prueba
- Compromiso efectivo de la Secretaría de derechos humanos de Chaco.
- Que el Hospital 4 de junio informe cuál fue el personal afectado a la guardia el 3 de septiembre.
Sobre la avenida Callao, entre oficinistas, curiosos y turistas, frente a una Casa de Chaco de cortinas bajas, y rodeada por oficiales de policía de rasgos similares a quienes tomaron el micrófono, el grito le da batalla a los motores de los colectivos: “¡Nuestras muertes importan!”.
--------------------------------
Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí