El museo Dalí de St. Petersburg, Florida, anuncia que en abril resucitará al maestro del surrealismo. Lo hace con este breve trailer en el que el artista dice: "Bienvenidos. Soy Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domenec. Y he regresado".
La instalación se llama previsiblemente Dalí Vive y se exhibirá en las pantallas ubicadas en las paredes del Museo.
Según la gacetilla del Museo, "este proyecto inmersivo comenzó buscando y compartiendo centenares de entrevistas, citas y filmes de archivo del prolífico artista". Luego la agencia de publicidad de California Goodby, Silverstein, & Partners (GS&P) "usó ese material para entrenar a un algoritmo de Inteligencia Artificial y enseñarle aspectos del rostro de Dalí. Luego buscó un actor con las mismas características corporales de Dalí. La IA generó entonces una versión parecida a Dalí para superponerla con la cara y las expresiones del actor. Para educar a los visitantes de Dalí Vive, el Museo usó escritos reales del propio Dalí, junto con mensajes actuales interpretados por el actor". El resultado es impresionante:
Dalí vivió 85 años, entre 1904 y 1989.
La suya no es la primera resurrección digital. La inicial que recuerdo fue un aviso de una gaseosa protagonizado por Humphrey Bogart. Luego, un personaje de La Guerra de las Galaxias, cuyo intérprete murió antes de que concluyera la filmación. Pero este Dalí de inglés champurreado colma el asombro y más allá de la valoración estética plantea interrogantes muy serios.
Goodby, Silverstein, & Partners (GS&P) es una agencia que además de la publicidad de grandes empresas se ha involucrado en forma activa en la política, con avisos en apoyo de los candidatos demócratas Hillary Clinton y Barack Obama y atacando a los republicanos John McCain, Sarah Palin, Mitt Romney y Donald Trump. También sostiene la plataforma Do Good (Hacer el bien) donde junto con grandes empresas desarrolló campañas por el feminismo, el control de armas y el medio ambiente.
A sus tres años, un sobrino mío que hoy es un conocido artista conceptual, me comunicó con la mayor seriedad que "árabe viene de arabesco". Lo recordé con esta intromisión de la Inteligencia Artificial en el Arte.
No digo que Dios nos ampare, por razones obvias.
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