Amor sincero

Nuestro amor debe ser sincero. Aborrezcamos lo malo y sigamos lo bueno.
Amémonos unos a otros con amor fraternal;
respetemos y mostremos deferencia hacia los demás.
Ayudemos a las hermanas y hermanos necesitados.
Romanos 12.9-10 y 13a RVC

 

Desde el corazón pastoral dedicado al cuidado del pueblo todo, queremos alertar a la ciudadanía y reclamar a los poderes de nuestra República medidas imperiosas para solucionar tres de los flagelos que acucian sin piedad a nuestra sociedad.

Cada uno de ellos es azote sobre las espaldas de las familias de nuestro pueblo:

 

1. El pueblo altamente endeudado

Ante la cruel realidad del alto endeudamiento de las familias argentinas, que llegan al punto de comprar comida en cuotas utilizando tarjetas de crédito que aplican tasas de interés leoninas, reclamamos la reglamentación y aplicación inmediata de la Ley 6171. Es imperioso liberar a nuestros compatriotas de buitres, que para cobrar deudas vencidas aplican punitorios usurarios, utilizando sistemas y formas persecutorias, degradantes e intimidatorias.

En la mayoría de los casos se trata de compañías que compran a los acreedores originales dichos contratos que, en muchos casos, son deudas que se encuentran prescriptas por superar los cinco años de su vencimiento. En forma impía, buscan cobrar con ganancias extremas esas acreencias desangrando al pueblo.

Hacemos también un llamado especial para que se solucione el latrocinio provocado por los demoníacos créditos UVA.

 

2. La basura peligrosa

Solicitamos la anulación inmediata del Decreto de Necesidad y Urgencia 591/2019, que flexibiliza el ingreso de residuos sin controles al territorio nacional. Esta reciente medida reactiva el DNU 181/1992 firmado por el entonces Presidente de la Nación, Carlos Menem, que fuera anulado por permitir la recepción de residuos nucleares en nuestro territorio.
Además de poner en peligro el medio ambiente por eliminar los controles ecológicos, este DNU destruye la labor de los “cartoneros”, actividad fundada por la inventiva popular como respuesta a la falta de trabajo, y que con la importación indiscriminada devalúa los precios de los elementos que venden para ser reciclados. Verdadero doble castigo para quienes, con hidalguía, esquivan el saqueo que los confinó a la desocupación y que desarrolló con imaginación una nueva fuente de trabajo por medio del reciclaje que, además, cuida el medio ambiente.

 

3. Emergencia alimentaria

La carestía de los alimentos supera los ya abrumadores índices de inflación, generando el alarmante aumento de pobreza e indigencia que se refleja en nuestras calles, comedores y merenderos. Esta cruel realidad demanda la urgente utilización de todos los recursos previstos en el Presupuesto Nacional para la labor social y, además, reasignar las partidas presupuestarias asignadas a otros fines y no ejecutadas, para detener el hambre asesino y la desnutrición que genera dependencia y desigualdad.

El acompañamiento de las y los creyentes en sus circunstancias hace que la tarea pastoral busque consuelo y coraje en la fe de Jesucristo, en su ejemplo, su enseñanza y su Espíritu.
Estos días son particularmente difíciles y tensos. El presente tendrá que vivirse con las certezas que la eternidad ofrece, y la eternidad tendrá que ser percibida con la sensibilidad que el presente reclama.

Desde el espacio Pastores por la Gente, una vez más, escribimos estas líneas con el corazón puesto en aquellas y aquellos que más sufren, procurando soluciones para problemas concretos y urgentes.

Dios bendiga a nuestra Patria y a nuestro pueblo con justicia, paz y provisión.

 

 

 

*Para adherir a este comunicado debe escribir a [email protected]

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