Amasar el PAN Ambiental Nacional
El modelo de reactivación productiva sin directivas ambientales no será sustentable
Lo que se visualizó una vez como un país con una gama extraordinaria de recursos naturales tanto en cantidad como calidad, y que puso en agenda el tema ambiental, iniciando así un Pensamiento Ambiental Nacional (PAN), fue volcado, nada más ni nada menos, en febrero de 1972, en las palabras escritas por por J. D. Perón en su Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo. Este pensamiento, el cual parece haber sido redactado ayer, hoy no encuentra camino alguno que termine de solidificar su sentido y permita su ingreso al complejo entramado que existe en la política nacional.
La transversalidad de la temática ambiental y las consecuencias de sus desmanejos resultan en problemas que nos llevan puestos a todos y la situación actual, que hay que revertir a partir de 2020 va más allá de pensar quién esbozó el primer impulso. Los jóvenes ya visualizan el problema en mayor medida que su reflejo en las generaciones mayores, donde la vida y su relación con la naturaleza parece pasar por antiguos paradigmas que hoy hacen agua.
¿Tenemos conciencia de lo que tenemos?
Petróleo en continente y mar, biodiversidad, bosques con maderas preciadas, tierras fértiles en extensiones más allá de lo que muchos países sueñan, fuertes vientos patagónicos, incidencia solar sobre espacios desérticos, recursos pesqueros en la mira de buques internacionales, agua de alta calidad, son algunas de las patas de una mesa que si no está nivelada no podrá sostener un desarrollo sustentable e inclusivo para el pueblo argentino.
La existencia de esta riqueza en el suelo y el mar argentino nos convierte en una mesa abundante con un menú único de recursos para elegir, aunque paradójicamente aparece hoy el hambre en sectores de nuestra sociedad. La cuestión es cómo utilizar esta riqueza en función de los intereses nacionales (que deben quedar bien establecidos) y cómo equilibramos ese uso con una visión de largo plazo que le dé sustentabilidad a las actividades que se realicen. Es una tarea que necesitará del aporte multisectorial y directivas claras que invoquen una direccionalidad que siente las bases del Pensamiento Ambiental Nacional.
La conservada herencia
Durante la década del '90 hubo una gran influencia de organizaciones internacionales de conservación de la naturaleza, hoy fuertemente cuestionadas, lo cual puede leerse como una apertura neoliberal a lo que fueron las políticas en el tema ambiental. No hay que ser un experto para entender que los intereses de esas organizaciones venían con una agenda del exterior y por supuesto con financiamiento externo. Los '90 dejaron el camino allanado en términos sociales, económicos y políticos para que los aspectos ambientales surquen un camino premeditado por la agenda internacional.
Esta situación dejó una nube de polvo densa, regada por una confusión borrosa que llevó a la falta de coherencia, coordinación y sinergismos para la consolidación del Pensamiento Ambiental Nacional durante el período 2003-2015.
Sin ánimos de buscar excusas o culpables, llegamos a la situación actual donde no hay evidencia más fuerte de que los gobiernos neoliberales crean sus alianzas junto al pensamiento ambiental conservador. La expresión de esta política se vio a las claras durante el gobierno de 2016-2019, que en el plano económico utilizó un modelo neoliberal y en el plano ambiental impuso el parecer de un grupo de ONGs conservacionistas, con dependencia de “casas matrices internacionales”.
La lógica neoliberal durante estos últimos años fue más que clara: “Pobreza cero”... y su contraparte ambiental, “extinción cero”, ambas muy lejos de la realidad.
Inteligencia ambiental para el desarrollo sustentable
Hoy nos encontramos nuevamente con las consecuencias de este modelo de neoliberalismo 2.0 que nos deja a la deriva en muchos aspectos. Sin dudas el tema económico será una variable de peso sustancial en el esquema de desarrollo.
Atendiendo a lo que vendrá en la próxima gestión, podemos visibilizar un modelo de reactivación productiva y aumento del consumo interno para dinamizar la economía. Este modelo puede nutrirse inteligentemente siendo permeable y compatible para poder impulsar de forma transversal una agenda ambiental para los próximos cuatro años, abriendo una oportunidad para el PAN.
“Un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social”, dice el Papa Francisco en su encíclica Laudato si', entendiendo la íntima relación de los modelos de desarrollo y la naturaleza.
A la luz de dramáticos resultados económicos y sociales tan contrastantes vividos en tan poco tiempo, y en la enorme tarea de reconstrucción nacional que se requiere, tenemos una oportunidad histórica de construir y consolidar el Pensamiento Ambiental Nacional para que nunca más nos falte el PAN en nuestra mesa.
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