ALL ABOUT NISMAN
Todos pagamos el precio de nuestras decisiones y secretos, pero algunos lo pagan al contado
All About Eve, conocida en el publico que habla español como Eva al desnudo o La malvada, es una de las mejores películas que vi en mi vida. ¿Cómo no amar a Bette Davis?
¿Cómo no amarla atravesando la crisis de los '40? Temperamental, celosa, sensible y buscando aprobación. ¿Cómo no comprender sus exabruptos dramáticos que esconden angustia y amor? Repito: ¿cómo no amar a Bette Davis? La adoré cuando tenía 12 años y hoy a mis 43 sigue siendo uno de mis amores inalterables, desde la comprensión en estos días acerca de lo que significa envejecer. Y sus ojazos feroces que todo lo dicen. Son tan parecidos a los de mi madre y mi abuela Ruth, que la siento casi como de la familia.
¿Cómo no amar la encerrona en la que queda presa Eve Farrington (una bellísima Anne Baxter) que obtiene lo que quiere y también debe pagar el horrible precio de sus actos? ¿Cómo no amar a una jovencísima y fresca Marilyn Monroe, que se roba un poco la pantalla cada vez que aparece?
Estrenada en 1950 —hace 70 años—, aun hoy verla es una delicia. Escribo esto y me dan ganas de llamarlo a mi papá y agradecerle aquella vez que me sentó con él y me hizo verla por primera vez. Muchos años después comprendí realmente los muchos mensajes sobre la vida y el peso de las decisiones y los secretos que encierra. Y los costos que las decisiones y los secretos tienen en las historias de las personas.
Estaba viendo por tercera vez el documental sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, que se estrenó en la madrugada del 1 de enero de 2020 cuando me acordé repentinamente de All About Eve. Me acorde de Eve, la malvada de la película, y del precio horrible que paga por sus decisiones. Qué gusto amargo debe quedar en la boca cuando perdés la libertad.
No creo que Nisman haya sido un malvado al estilo Eve. Pero sin duda perdió la libertad, como consecuencia de sus secretos y sus decisiones. También sabemos que en la vida de las personas siempre hay un Mr. Addison que te aclama y te condena. Sin ninguna piedad.
El documental me pareció muy bueno. Realmente. Y me hizo pensar y recapitular varias cosas.
El sello al final de las 289 páginas de la denuncia lleva la firma de Nisman. Luego consta el sello que señala que a las 9.05 del 14 de enero de 2015 la denuncia se presentó ante la secretaria a cargo del doctor Justo Bonet, “sin la documentación referida, conste”. Nota agregada a mano. La secretaria a cargo de Bonet esos días era la secretaria del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4, conducido por Ariel Lijo. Por ser enero y encontrarse el Poder Judicial en feria, dicho juzgado estaba temporariamente a cargo de María Servini de Cubría.
La denuncia presentada por Nisman señalaba “como representante del Ministerio Público Fiscal a cargo de la Unidad de Investigación de la causa AMIA vengo, por la presente, a denunciar la existencia de un plan delictivo, destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados en dicha causa, para que eludan la investigación y se sustraigan de la acción de la justicia argentina, con competencia en el caso".
"Esta confabulación ha sido orquestada y puesta en funcionamiento por altas autoridades del gobierno nacional argentino, con la colaboración de terceros, en lo que constituye un accionar criminal configurativo, a priori, de los delitos de encubrimiento por favorecimiento personal agravado, impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público (artículos 277 inc. 1 y 3, 241 inc. 2 y 248 del Código Penal). Esto resulta de la mayor gravedad teniendo en cuenta que el hecho cuyo encubrimiento se denuncia, es decir, el atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA, ha sido judicialmente declarado crimen de lesa humanidad y calificado como genocidio por el Sr. Juez de la causa”.
En su denuncia acusaba a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, entonces Presidenta de la nación, a Héctor Marcos Timerman, entonces canciller, y a Luis Ángel D'Elía, Fernando Luis Esteche, Jorge Alejandro 'Yussuf' Khalil, Andrés Larroque, Héctor Luis Yrimia y Ramón Allan Héctor Bogado.
El ritmo de los días finales de Nisman fue feroz. Antes de viajar a Europa con su hija, dejó firmado un documento en el que, luego de señalar la colaboración del gobierno en la investigación de la causa AMIA, solicitaba que se recurriese a organismos internacionales a los fines de requerir auxilio para forzar que Irán permitiese la declaración de los imputados en el atentado de la AMIA. Porque desde que en 2007 Nisman consiguió el restablecimiento de cinco de las alertas rojas, su investigación había caído en un virtual punto muerto y no se registraban avances.
Al momento de restablecer las alertas rojas, Nisman venía de un lamentable episodio vinculado al presunto reconocimiento del terrorista suicida que había conducido la camioneta que impactó en la AMIA el 18 de julio de 1994. Anunciada con bombos y platillos, esa presunta identificación resultó tener más de operación de inteligencia que de investigación judicial. Luego de aquel episodio, Nisman tuvo su único éxito como titular de la UFI AMIA: el restablecimiento de las alertas rojas por parte de INTERPOL. Después todo se volvió excusas, en una investigación detenida en el tiempo.
Luego vino la suscripción del Memorándum de Entendimiento con Iran y la furia algo sobreactuada de Nisman por dicho Memorándum, de cuya negociación había estado al tanto sin oponerse nunca, hasta luego de su suscripción.
A finales del 2014, su aliado y principal colaborador, Antonio Stiuso, histórico director de contrainteligencia, fue despedido de la SIDE por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Para Nisman, la salida de Stiuso de la SIDE fue un golpe de magnitud sideral. Y no hizo más que acrecentar su temor acerca de que sería despedido de la UFI AMIA.
En ese contexto comenzó el viaje con su hija y por ese contexto lo interrumpió el 11 de enero de 2015, para regresar a la Argentina y hacer la denuncia contra la Presidenta. Para poder regresar debió mentirle a su ex mujer respecto de su madre, Sara Garfunkel: dijo que debía ser operada de emergencia. También abandonó a su hija sola en un aeropuerto de España, hasta que su mamá pudiese ir a buscarla. Tanta era la prisa, que no solo dejó a la jovencita sola en un aeropuerto sino que además la dejó sin ropa ni equipaje, porque las prisas le impidieron desembarcar el equipaje de la nena, que viajo a Buenos Aires junto con el fiscal.
El 14 de enero Nisman presentó su denuncia. Y la presentó sin las pruebas que refería dicha denuncia, lo cual fue consignado por el secretario que la recibió. El 15 de enero de 2015 , la jueza Servini de Cubría rechazó habilitar la feria para el tratamiento de esa denuncia. “En razón del régimen de feria establecido para evaluar si corresponde dar curso a la presentación y peticiones que realiza el Dr. Nisman, debe considerarse que el caso no es de aquellos supuestos que habilitan a ser tratados en el transcurso de feria —aún por gravedad institucional— en razón de que no se han acompañado las pruebas que le otorgan sustento a sus solicitudes”, señaló Servini.
Al mismo tiempo, el juez que investigaba la causa AMIA, Canicoba Corral, declaró ante la prensa que el procedimiento y sobre todo las pruebas enunciadas por Nisman eran de dudosa legalidad. Tal vez sin saberlo Canicoba había puesto el dedo en la llaga de la denuncia, cuando aclaró que su juzgado no había ordenado las escuchas que citaba Nisman: “Las personas nombradas nunca fueron escuchadas legalmente por orden mía... Hay una confusión respecto de las escuchas porque no son un elemento de prueba en sí mismo”. Las mismas se habrían realizado sin ningún tipo de garantías procesales, y carecían de “certificación de autenticidad”.
Nisman declaró que no había tenido tiempo de grabar la totalidad de los CD con escuchas. ¿Qué apuraba a Nisman en plena feria a presentar la denuncia? Una respuesta posible es que en feria judicial se encuentran de turno determinados jueces, determinados juzgados y determinados fiscales. Es una forma de elegir un juez o un fiscal, porque escapa de la lógica del sorteo de una causa. En enero, los turnos cambian el 15 de ese mes. Pero desconozco la respuesta y esto es solo una hipótesis de abogada.
Respecto a las objeciones sobre la prueba declaradas por Canicoba ante la prensa, el fiscal contestó, sin ninguna cortesía: “Canicoba está hablando boludeces” [1].
Además de no lograr la habilitación de la feria para su denuncia, y de las críticas del juez que instruía la causa AMIA a la prueba colectada, Nisman tuvo que afrontar dos circunstancias bastante demoledoras. Una fue pública. Héctor Timerman leyó en una conferencia de prensa un mail enviado por Ronald K. Noble, secretario General de INTERPOL desde noviembre de 2000 a noviembre de 2014.
En el mail Noble desmentía lo denunciado por Nisman respecto a que la firma del Memorándum de Entendimiento estaba destinado a dar de baja las alertas rojas. Decía Noble: “Mientras era Secretario General de INTERPOL, en cada ocasión que usted y yo hablamos y nos vimos en relación con las notificaciones rojas de INTERPOL emitidas con relación al caso AMIA, usted indicó que INTERPOL debía mantener las notificaciones rojas en vigor. Su posición y la del Gobierno argentino fueron consistentes y firmes".
"Recuerdo específicamente cuando hablamos por teléfono después de los informes de los medios de comunicación en Argentina e Irán que falsamente indicaban que el Memorando de Entendimiento firmado entre Argentina e Irán en enero de 2013 afectaba la validez de las notificaciones rojas de INTERPOL. He dejado claro a usted oralmente y posteriormente por escrito que INTERPOL dio la bienvenida a todos los esfuerzos de Argentina e Irán para cooperar en el caso AMIA. Usted pidió que INTERPOL exprese por escrito si las notificaciones rojas se mantenían sin cambios, válidas y vigentes. El 13 de marzo de 2013, el Consejero General de INTERPOL declaró inequívocamente por escrito que la validez y la situación de las notificaciones rojas no se vieron afectados".
"En mayo de 2013, usted visitó la sede de INTERPOL para identificar formas en que INTERPOL y Argentina podían reforzar su cooperación en materia policial. Una vez más, usted trajo el tema de la AMIA y de las notificaciones rojas de INTERPOL. Usted pidió que INTERPOL deje en claro que cualquier esfuerzo por parte de Argentina e Irán para cooperar en el caso AMIA en formas concretas no debería afectar a la validez de las notificaciones rojas de INTERPOL. Usted ha declarado expresamente que la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, usted como ministro de Relaciones Exteriores y todo el gobierno argentino se mantenían 100% comprometidos a que las notificaciones rojas de INTERPOL permanezcan en efecto".
"El 26 de noviembre de 2013 usted visitó la sede de INTERPOL y me informó a mí y a INTERPOL sobre los últimos acontecimientos relacionados con la aplicación del Memorándum de Entendimiento firmado entre Irán y Argentina en enero de 2013. Usted reiteró que seguía sin cambios la posición del Gobierno argentino de que las notificaciones rojas de INTERPOL debían permanecer en efecto, y que las mismas debían permanecer válidas".
"Por último, el pasado noviembre de 2014, durante la Asamblea General de INTERPOL en Mónaco, usted reafirmó que seguía inalterable su compromiso personal y el compromiso del gobierno argentino en el sentido de que las notificaciones rojas de INTERPOL debían permanecer en efecto mientras que al mismo tiempo trataban de hacer todo lo posible para asegurarse de que haya un progreso real en la investigación en curso. Recuerdo con qué pasión habló una vez más de las víctimas y sus seres queridos que han sufrido tan profundamente y que merecen ver que la investigación avance y que los responsables de este ataque terrorista mortal sean llevados ante la Justicia”.
Ya en marzo de 2013, Interpol había comunicado a la Argentina que la firma del Memorándum no afectaba la vigencia de las alertas rojas. Nisman conocía esa la comunicación de INTERPOL al momento de hacer su denuncia, pero la ignoró. Jamás pensó que INTERPOL la recordaría.
Mucho tiempo después de la muerte de Nisman, las querellas en la causa Memorándum intentaron argumentar la falsedad del mail de Roland Noble. Y va un agradecimiento a Noble, a quien no conozco pero tengo para siempre en mi corazón. Durante todos estos años Noble, amigo personal de Alberto Nisman, ha sostenido con valentía lo que dijo en aquel mail. Y se ha ofrecido a declararlo ante el Poder Judicial argentino.
El segundo problema que tenia que afrontar Nisman lo conocimos después. Y tenia que ver con la prueba utilizada para hacer su denuncia. La vinculación del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con el presunto encubrimiento eran las escuchas de un presunto espía de la SIDE llamado Allan Bogado. “Agente camporista”, tituló aquel domingo de enero La Nación.
Pero la verdad terrible que descubriría Nisman esos días es que a él también le habían mentido. Allan Bogado NO era empleado de la SIDE. Tampoco era espía. Y había sido denunciado por el propio Stiuso por usar falsamente tal condición. Su principal aliado, Antonio Stiuso, había denunciado a su principal prueba por ser un falso espía.
Si se preguntan quién le mintió a Nisman, yo podría arriesgar una hipótesis. Cuando Allan Bogado declaró en la causa Memorándum, refirió ser agente inorgánico de la SIDE bajo la conducción de Antonio Stiuso. Pero la verdad de los hechos es que Stiuso había denunciado a Bogado por decir que era espía sin serlo.
No me extraña que Nisman haya intentado comunicarse con Stiuso en reiteradas oportunidades en los días previos a su muerte. Necesitaba una explicación sobre Allan Bogado. Y tampoco me extraña que Stiuso no le haya respondido las llamadas. Aun hoy Stiuso no puede explicar la situación de Allan Bogado y cómo sus escuchas llegaron a las manos de Nisman.
El que sí explicó, aun cuando me cuesta creerle, es el propio Bogado, que hace unos días refirió en una investigación periodística que lo que declaró en la causa Memorándum,lo hizo bajo un guion que le proporcionó el gobierno de Mauricio Macri.
La denuncia de Nisman, en la que él había cifrado tantas esperanzas, se caía a pedazos. Y se caía a pedazos ante sus propios ojos, mientras el tic tac del reloj avanzaba hacia el momento en que debería explicar ante el Congreso de la Nación su denuncia. No quería hacerlo. Patricia Bullrich, Laura Alonso y otros militantes del PRO lo presionaban para que concurriera a al Congreso. Y Alberto Nisman no sabía cómo detener ese tic tac que discurría sin piedad. Su proveedor de información, Antonio Stiuso, no le atendía el teléfono. Y Nisman debía explicar aquello que no podía explicarse a si mismo.
Yo imagino que pasaban por su cabeza el recuerdo de Muller y Barbaccia, los dos fiscales que habían sido sus compañeros en la causa del encubrimiento de AMIA y que en esos días de enero del 2015 estaban sentados en el banquillo de acusados por el primer encubrimiento de AMIA, el que realizo el juez Galeano. También imagino que pensaba en sus hijas, en la chiquita que había dejado sola en un aeropuerto de España para venir a hacer la denuncia. Y pensaba en los reproches y la furia de la madre de sus hijas, a la que le había mentido. Y que sus hijas habían cortado diálogo con él. También debe haber pensado en sus lados oscuros, esos que nadie quiere que se sepan. En su madre, puesta como titular de cuentas y propiedades no declaradas. Y sinceramente creo que debe haber pasado por su mente las palabras escarnio y humillación.
Mientras pensaba todo esto ante quienes tenían intereses en su denuncia, fingía una solidez y una seguridad de la que carecía. Envió un mensaje en tal sentido. Con palabras valientes. Uno de los que escuchó ese mensaje declaró que al escucharlo pensó: “Esto es una despedida. Esto es de una persona que se va a amasijar”. Recurrió a quienes consideraba amigos para conseguir un arma en pos de defenderse, les señaló.
No se animó a enfrentar a su madre, que lo invitó a cenar y en cuya casa Nisman tenía un arma, igual a la que le daría Diego Lagomarsino. Sus respuestas a los mensajes se volvieron monosilábicas. En la madrugada de ese domingo. vio las fotos de una chica preciosa con la que había salido. También buscó información sobre la vida después de la muerte. Y leyó la nota de Pagina 12 donde Noble declaraba: “Lo que dice Nisman es falso”
Iara, su hija, le escribió este mensaje. “Papá, ¿estás bien?”, sin obtener respuesta. A las 23.37 escribió nuevamente Iara: “Te amo. Vas a estar muy bien”. Nisman nunca llegó a leerlos.
Alrededor de las 22.30 del domingo 18 de enero de 2015 Sara Garfunkel contrató un cerrajero para que abriese la puerta de la casa de su hijo, que estaba cerrada por dentro. Abrirla le llevó 10 minutos. Y unos minutos después Sara llamaría al sistema de urgencias de Swiss Medical y mantendría este dialogo
Garfunkel: Necesitaría una ambulancia urgente.
Operador: ¿Qué le anda pasando?
Garfunkel: Vine a la casa de mi hijo y está muerto.
[1]https://www.cronista.com/economiapolitica/Nisman-Canicoba-Corral-está-hablando-boludeces-20150116-0063.html Copyright © www.cronista.com
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