ÁLBUM DE PERSONAJES

Un inesperado artefacto de lectura entromete obra plástica y literatura rioplatense

 

De Gutenberg a esta parte, el libro fue la plataforma tan idónea como privilegiada para la propagación del texto, cualquiera fuese su género. Con los siglos llegaron sus sucedáneos: el periódico, la revista, el grafitti, el fanzine, el panfleto, la plaqueta, el artesanal mimeo; más cerca el e-book y toda la gama virtual. Soporte y contenido no han tenido ni tienen por qué guardar relación; difícilmente se atraviesen uno a otro. Hasta ahora.

En el smog pandémico y su correspondiente cuarentena, que se suman a la malaria generalizada que supieron conseguirnos, la emergencia genera un inusual dispositivo de lectura en el que los contenidos se multiplican sobre sí mismos y marcan las formas. Parece retorcido, pero nada más sencillo. El modelo de referencia es el de los álbumes, como aquellos de figuritas que comprendían farándula, fútbol, armas mortales, hadas y duendes, medios de transporte, máquinas, en fin, pequeñas láminas a color —redondas o cuadradas— dotadas de número de ubicación y nombre. También los álbumes fotográficos que atesoraban de instantes a vidas enteras. Y tantos otros.

 

 

 

 

Ahora la propuesta son álbumes de personajes de la literatura rioplatense, en las que un escritor, a veces una artista plástica, interpela al personaje de un libro en un múltiple atravesamiento que genera una nueva entidad que fluye entre el texto y la imagen. Circuito que “no es cronológico ni pretende seguir los recorridos de los personajes de la literatura argentina, ya que estos aparecen de modo intermitente”, señala Luis Gusmán en el Prólogo a la edición anticipo de una serie de la que es artífice junto a Salvador Gargiulo y que en esta ocasión inaugural escoltan textos de Fernando Fagnani y Rafael Bielsa.

 

Luis Gusmán.

 

Es Gargiulo quien se encarga de desplegar otras especificidades de la propuesta, la de un álbum “de personajes tratados en escorzo y lejos, muy lejos, de toda pretensión enciclopedista”, más bien un modo “de imprimirle nuevos aires a un género aletargado, que al divorciarse de su compromiso con la verdad termina ligándose, inevitablemente, con el ensayo, cuando no, en el mejor de los casos, con la prosa poética, sin perder en todo caso su precisión y brevedad”. Efecto de asombro y conmoción brindado por un texto original de referencia (Arlt, Cortázar, Kordon, María Moreno, Sábato, Walsh, Matilde Sánchez, Bioy, Paula Vázquez, Denevi, el propio Gusmán), atravesados —antes o después-—por los cuadros de Marcela Motta, María Pinto y Noemí Spataro que —antes o después— adoptan diversas dimensiones al asociarse, o no, con los textos de —esta vez— Fagnani, Bielsa, Gargiulo y Gusmán. Mecanismo que aparta cada Álbum de Personajes de la Literatura Argentina de toda semejanza con el remanido libro ilustrado. Se convierte en una obra múltiple, contrapuntística entre el registro visual, la lectura directa del brevísimo texto y la memoria del fragmento aludido.

De tal manera, sin ir más lejos, en la primera entrega, Gargiulo visita a la Alejandra de Ernesto Sábato, que pasa de ser esa figura pálida de “belleza mal asumida, el sarcasmo, el misterio”, la mujer que todas querían ser en los años '60. Y se transforma en “quince líneas subrayadas en un libro roto por el medio, que trae a la memoria un rostro inmaculado —el más hermoso rostro que cabe imaginar— pero inanimado y reseco, como todo aquello que se nos brindó y no supimos recibir”. Apenas veintiocho líneas para diseccionar hasta las vísceras esa hilacha de Sobre Héroes y Tumbas y, de paso, el estilo escritural del Thomas Mann de Santos Lugares, como solía designarlo Walsh.

 

 

 

 

En otro segmento, Gusmán adopta un cuento “tramado con una mezcla de palabras tiernas y canallas, una combinación que pocas veces se hace posible, salvo cuando interviene una prosa de calidad poética”, que es lo que importa en esta ocasión, aún más que corresponda a la prostituta Sandra Opaco de María Moreno, lo que no es poco. Optimizando su prosa de anteriores publicaciones, Bielsa se le atreve a Bernardo Kordon y su trajinado Alias Gardelito. Lo concluye retomándolo: “Gotea un amarillo bilioso desde el Norte. Volver a su casa, a cantar una canción en un sitio de cenizas. Lo demás, sombra y presagio”.

Muestras señeras en lo faltante, las anteriores no alcanzan a describir el efecto estético de un dispositivo que es experimental al desatar una experiencia singular en el lector. Inicio de un proyecto dentro de un plan mayor que comprende “una pequeña biblioteca de álbumes consagrada a personajes literarios”, en papel ilustración y a color. Probablemente, en paralelo, cuadros en una exposición. Personajes que mueren, detectives, hoteles, personajes secundarios, niños y niñas, duetos inseparables, hasta animales, artefactos e inventos que pueblan la narrativa rioplatense aguardan en las gateras. (Por cierto que se tornará difícil para la literatura próxima, el siglo XXI, en que los personajes no llegan a definirse, siendo los propios escribas y su empedernida, autorreferencial primera persona.)

Artefacto desatado, al decir de Gusmán, en un “ida y vuelta no programático. A ojos cerrados, algunas veces los escritores nos anticipamos y escribimos los textos, y otras veces fueron primero las imágenes de las pintoras. Pero a ojos cerrados quiere decir, sin analogía. Es decir, nunca se ilustró”.

Como Epílogo, Fernando Fagnani obsequia un muy cuidado relato donde dos comensales, en formato dialógico, desenvuelven literaturamente el espectro de personajes en la ficción rioplatense. Como un compendio que escenifica el objeto de estos álbumes. En un bar de San Telmo, entre ginebra y ginebra, “se encabalgan en hallazgos, descubrimientos e injurias compartidas. Hay miradas suspendidas que expresan el recuerdo embelesado de un relato o un poema; todo trascurre en acuerdos, con imaginarios enemigos comunes, sin discordias. Hasta que surge una, en apariencia insuperable”. Discordia imaginaria, pretexto para recorrer las intersecciones que los personajes encierran.

 

 

 

FICHA TÉCNICA

Álbumes de Personajes de la Literatura Argentina

(edición anticipo)

Salvador Gargiulo y Luis Gusmán

 

 

 

 

 

 

Con la participación de Fernando Fagnano y Rafael Bielsa

Artes plásticas: Marcela Motta, María Pinto y Noemí Spadaro

Diseño de Paula Ripesi

Buenos Aires, 2020

27 págs.

 

 

 

 

 

 

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