A 15 AÑOS DEL INCENDIO DE MAGDALENA

La sobrepoblación en el Servicio Penitenciario Bonaerense alcanzó el récord del 171%

 

En la noche del 15 de octubre de 2005, tras una feroz represión de los agentes penitenciarios, se originó un incendio dentro de la cárcel de Magdalena en la provincia de Buenos Aires que provocó la muerte de 33 de los 58 internos presentes del pabellón 16. El origen del incendio no se pudo determinar con claridad, pero sí se sabe que las muertes fueron provocadas por la inhalación de los gases tóxicos generados por la combustión de los colchones de poliuretano. El incendio no fue un hecho aislado e inoportuno dentro de la Unidad 28, sino que, como explicó el informe del CELS, fue consecuencia “de una situación estructural de hacinamiento y violencia, así como de la falta de interés en el cuidado de la vida humana, características principales del sistema carcelario bonaerense”.

Los relatos que están dentro de la causa pusieron en evidencia la gravedad de la situación. Una tragedia que podría haber tenido un desenlace distinto, en primer lugar, por una ausencia estructural del Estado, y en segundo lugar, por el proceder del servicio penitenciario: “No hicieron ninguna acción para proteger la integridad física y la vida de los internos. Muy por el contrario, los agentes que reprimieron dentro del lugar cerraron con candado la puerta del pabellón 16 una vez que el proceso de incendio había avanzado”. 

El CELS pudo reconstruir una parte de la historia: “Los efectivos del Servicio Penitenciario no solo no colaboraron en las tareas de rescate, sino que además impidieron que los otros detenidos ayudaran a sus compañeros atrapados. La súplica de los internos de los pabellones contiguos para colaborar con el rescate tuvo como respuesta una nueva represión de los agentes”. En el pabellón 16, solo dos internos de los 58 presentes tenían condena.

Rufina Verón, madre de César Javier Magallanes, recordó la jornada del 15 de octubre de 2005: “Hasta que llegamos a La Plata [54 km del penal de Magdalena] yo no supe que mi hijo había fallecido. Él fue uno de los primeros que murió, eso fue un golpe terrible”. Rufina fue parte de la Comisión de Familiares que recorrió cárceles e investigó lo ocurrido. Aquí, los testimonios que revivieron una parte de lo sucedido:

 

 

 

 

En la madrugada del 16 de octubre de 2005, murieron Cristian Adrián Articaglia Cejas, Agustín Sebastián Ávila Portillo, Rubén Darío Ayala Freijo, Cristian Julio Javier Cáceres Fernández, Juan Ariel Campos Barretto, Roberto Alejandro Cohelo Fernández, Ariel Gustavo Cuevas Martínez, Diego Martín del Valle González, Eduardo Ignacio Díaz, Pablo Ezequiel Farías Carabajal, Nicolás Augusto Ferreyra Rodríguez, José Ángel Gamarra Mujica, Andrés Gonzalo Gorris Martínez, Marcos Elio Granados Baldovino, Lucas Hernán Granados Baldovino, Néstor Javier López Demuth, César Javier Magallanes Verón, Eduardo Guillermo Maglioni Farías, Luis Pablo Medrano Rocha, Jorge Omar Mendoza Abdala, Rubén Gerardo Merlo Sagués, Ariel Cayetano Daniel Mola Silva, Abraham Eber Mosqueda Lecler, Carlos Alberto Olivera Torres, Omar Abel Pereyra Allión, David Ángel Perosa González, Darío Bernabé Puccio Camaño, Cristian Leonardo Rey González, Víctor Enrique Franco Rojas, Luis Alberto Torres Pacheco, Juan Carlos Tubio Sagratella, Lucas Daniel Vallejos y Jorge Javier Martín Vera Melgarejo.

El 15 de agosto de 2017, 12 años después, comenzó el juicio oral y público por las 33 muertes producidas en el penal de Magdalena, luego de un largo proceso judicial que llegó hasta la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires, que confirmó lo que había decidido Casación Penal, previamente. En octubre 2011, la Sala III del Tribunal de Casación Penal había entendido que los sobreseimientos de los 15 agentes penitenciarios eran prematuros y ordenó seguir con las actuaciones. Por su parte, los responsables jerárquicos —Cristian Alberto Núñez (ex jefe de Guardia de Seguridad Exterior) y Daniel Oscar Tejeda (ex director de la Unidad 28)— habían sido elevados a juicio por la Cámara de Apelaciones, en octubre de 2010.

En 2018, el Tribunal Oral Criminal 5 de La Plata condenó a tres funcionarios del Servicio Penitenciario Bonaerense a penas de entre 5 y 25 años de prisión. Después de casi seis meses de juicio, se conoció la sentencia que condenó al director del penal de ese momento, Daniel Oscar Tejeda; al jefe de turno y responsable del operativo represivo, Reimundo Héctor Fernández y al efectivo Rubén Alejandro Montes de Oca. Además, absolvió a 14 imputados. “La sentencia visibilizó las consecuencias de la sobrepoblación y las condiciones inhumanas de detención en las cárceles y comisarías bonaerenses”, explicó el CELS a través de su cuenta de Twitter

Sin embargo, 15 años después del incendio en la Unidad 28, la sobrepoblación en el Servicio Penitenciario Bonaerense alcanzó el récord del 171%. Lo que deriva en el uso sistemático de las comisarías como lugar de alojamiento permanente, a pesar de que está prohibido. El informe de 2019, Encerrar y dejar morir, puso en evidencia que lo que pasó en Magdalena es habitual y consecuencia de un abandono generalizado: “Entre marzo de 2017 y noviembre de 2018, 17 personas murieron quemadas o asfixiadas en comisarías de la provincia de Buenos Aires. No fueron hechos inevitables, sino consecuencias de la política de encarcelamiento masivo y del hacinamiento, la precariedad y la falta de protección por parte del Estado de quienes están a su cuidado”.

Actualmente ya hay más de 5.000 personas detenidas en comisarías bonaerenses y su evolución es preocupante, ya que esto no ocurría desde 2005. “El gobierno de la provincia de Buenos Aires y el Poder Judicial deben tomar medidas urgentes para reducir la sobrepoblación y desalojar las dependencias policiales”, concluyó el CELS.

 

 

 

 

 

 

 

 

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