Esa mujer todavía presa política

 

“El discurso del poder ha sido y es muy sabio. Decenas de generaciones de argentinos han crecido sabiendo cómo murió Túpac Amaru sin recordar cuál fue el motivo de su último suplicio. Así, el último Inca no ha quedado en el imaginario colectivo como el símbolo de la libertad americana sino como el más gráfico ejemplo del descuartizamiento”. Con esas palabras, Felipe Pigna algunos años atrás iniciaba su homenaje a José Gabriel Condorcanqui.

Este 18 de mayo de 2021, al cumplirse un nuevo aniversario del asesinato de quien encabezó una rebelión de indígenas y mestizos contra el poder español, la Red Internacional por la Libertad de Milagro Sala, en un festival virtual, homenajeó a la lideresa social y exigió su libertad y la del resto de las compañeras y compañeros de la Tupac Amaru detenidas y detenidos arbitrariamente en pleno siglo XXI. Pero también, y sobre todo, a través de esta actividad se volvió a poner en valor la obra de la organización barrial que se inspiró en aquel líder revolucionario y los motivos que llevaron al actual gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en complicidad con los máximos referentes del Partido Justicialista local, a querer aniquilarla políticamente.

Con la conducción de Liliana López Foresi, durante más de una hora y media, artistas de Francia, Italia, Canadá, España, Suecia, Brasil y Argentina “pusieron su arte al servicio de esta causa”, explicó a El Cohete a la Luna María Elena Naddeo, una de las presidentas de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), integrante del Comité por la Libertad de Milagro y una de las principales organizadoras de la actividad.

“La idea surgió el 16 de enero, al cumplirse cinco años de su detención arbitraria, en un conversatorio con los compañeros de Canadá surgió la necesidad de continuar visibilizando la existencia en Argentina de presos y presas políticas”, agregó. Con alrededor de ocho mil visualizaciones y cerca de mil comentarios, las y los organizadores del evento lo consideraron “un éxito”.

Charo Bogarin, música solista e integrante del dúo Tonolec, homenajeó a Milagro Sala con el tema Cuna de Barro, que cantó en su lengua toba. En el otro extremo del continente, Iskwē, también proveniente de un pueblo originario, poeta y comunicadora, expresó su gratitud por saber que el mundo incluye a la dirigente social y habló de cómo la inspira su compromiso con el pueblo.

 

 

 

 

La cantante belga Lío, ícono del pop francés, le dedicó un himno feminista que se inspiró en una canción de la comuna de París y que cantó con otras mujeres, algunas exiliadas en Francia por razones políticas. “Para vos, que peleas por un mundo más justo, más solidario y más humano, que estás en la cárcel por mujer, indígena y por ser la líder política de los más humildes”.

Y la lista sigue. La cantante Susana Rinaldi que, como le dijo a este medio Jorge García Orgales, uno de los organizadores del evento desde Canadá, “capturando a Borges, que casi seguro no hubiera sido amigo de Milagro, le entregó al progresismo unos versos”. Destacó también “la alegría inmensa de Sudor Marika, enseñando con su arte la felicidad del ser y sentirse libre. El compromiso de Forca e Defesa que se enteró del festival por una publicación online y se anotó”.

 

 

 

 

 

La programación incluyó la música de Miguel Ángel Estrella con una zambita de Atahualpa Yupanqui y un tema de Chopin; el hip hop de New Tradition, con Beny Esguerra y el mundo flamenco de la reconocida Martirio.

 

 

 

 

 

 

También fue parte del festival el folclore argentino del gran Peteco Carbajal con el tema que le dedicó a Milagro y que musicalizó el documental que realizaron Cynthia García y Martin Adorno; el color rioplatense de Ariel Prat; la poesía de Teresa Parodi; la canción contestataria de la Banda Popolare dell'Emilia Rossa; la trova del enfermero y cantante sueco Oskar Wigren y el rap de Daniel Devita.

En medio de las dedicatorias, de la música, de la poesía, del reclamo por la libertad de Milagro y del resto de las presas y presos políticos se volvieron a ver las verdaderas razones por las cuales la dirigente social fue detenida. Con imágenes del barrio de la Tupac Amaru en Alto Comedero en el que además de las viviendas se construyeron fábricas, centro de salud, centro de rehabilitación para personas con capacidades diferentes, escuela primaria y secundaria, un parque acuático y la réplica del Templo de Kalasasaya donde la organización celebraba y reivindicaba las fiestas de los pueblos originarios, Liliana López Foresi explicó: “La obra de la Tupac Amaru cumple con los criterios de inclusión que comprenden los ocho puntos que la Unesco presenta como expectables y deseables para el milenio”.

Pero Milagro no es solo la obra de la Tupac Amaru. Es esa mujer a la que hizo referencia Charo Bogarín al inicio del festival: la negra, la india, que se le plantó a los dirigentes políticos tradicionales de Jujuy que históricamente se repartieron el poder. Es la mujer que constituyó una tercera fuerza política, denunció los negocios entre funcionarios y empresarios y demostró que la construcción de viviendas gestionadas desde las cooperativas es más eficiente y sustentable que la actividad privada. Es esa mujer que le demostró a los negros, a los pobres, a los nadies de Jujuy que tenían derechos, que podían entrar al centro como cualquier otro ciudadano o ciudadana. Es esa mujer que cuando aún el feminismo no tenía la fuerza que tiene hoy, puso a las mujeres en la obra, al igual que los varones y demostró que podían ser tan albañilas como ellos y tan o más dirigentes que los hombres. Es esa mujer que se organizó con otras mujeres para demostrarle a los hombres que a las mujeres no se les pega. Es esa mujer que un año después que la cúpula de la iglesia en la provincia le impidiera a lesbianas, gays y travestis celebrar el día del orgullo en la plaza central de San Salvador, los organizó y armó una caravana con más de 2.000 personas que con carrozas, disfraces y una verdadera fiesta popular bailó por todas las calles céntricas de la capital jujeña”.

A lo largo del evento se recordó también la historia de Mirta Rosa Guerrero, conocida como Shakira; de Patricia Cabana, de Iván Altamirano, de Cacho Sivila, de Javier Nieva, de Graciela López, de María y Adriana Condorí que aún continúan detenidos y de Mirta Aizama y Gladys Díaz, que estuvieron casi cuatro años presas y recuperaron su libertad pocos meses atrás. Todos ellos privados de su libertad en un proceso judicial cargado de nulidades que tuvo como objetivo estigmatizar a la organización barrial y disciplinar a quienes se atrevieron a dedicar sus días a generar condiciones de vida dignas para los más humildes de la provincia.

El reclamo nacional e internacional por la libertad de Milagro Sala no es nuevo. “Hay que poner el festival en un contexto histórico. El festival es una más, la última, de las actividades realizadas internacionalmente por la libertad de Milagro Sala y las otras dirigentes de la Tupac Amaru. Se han hecho muchas cosas a las que a lo mejor no se le han dado la debida atención en la Argentina. Desde Canadá se ha informado de la situación al gobierno canadiense al punto que en la conferencia de prensa durante visita del Primer Ministro Trudeau a Buenos Aires se le pidió al Presidente Macri la libertad de Milagro, se ha enviado una delegación internacional de abogados en 2018 a visitar a Milagro y conocer in situ la situación jurídica, un prestigioso grupo de abogados elevó una petición a la Corte Suprema de Justicia Argentina. En Francia se publicó el libro Milagro escrito en y para Francia, por Alicia Dujovne. Se realizó a principios de este año una reunión por Zoom con diputados del Parlamento Europeo. En Italia se realizó el documental “Tupac Amaru / Algo está cambiando”. Este año, en marzo, la Red Internacional por la Libertad de Milagro Sala realizó un tuitazo que llegó a ser la tercera tendencia en Argentina; el mismo día se presentó un documento demandando a los diferentes estrados del Estado argentino un petitorio en el que señalamos que es lo que pensamos que deben hacer para terminar con la injusticia contra Milagro y las otras presas y presos políticos y se le presentó una petición a Alberto Fernández con firmas recolectadas la semana pasada en su visita a París. Y ahora el festival”, reseñó Jorge García Orgales.

“El festival expresa la incomprensión de lo que está pasando hoy con Milagro y con los compañeros presos políticos de la Argentina. No tiene ninguna explicación que después de la absoluta comprobación de que en Argentina hubo una mesa judicial, hubo una política deliberada y planificada por el gobierno macrista con nombres y apellidos para perseguir y detener dirigentes opositores como Milagro, ella y los otros compañeros y compañeras sigan detenidos. El festival expresa eso, que en Francia, en Canadá, en Italia no puedan entender por qué los compañeros que fueron perseguidos siguen presos. Para nosotros también es incomprensible, pero nuestros dirigentes lo han naturalizado”, afirmó Coco Garfagnini.

El pedido para que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dicte la nulidad de las causas contra Milagro Sala por las irregularidades en los procesos; la declaración por parte del Congreso de la Nación de la intervención federal del Poder Judicial de Jujuy y el reclamo para que desde el Poder Ejecutivo se adopten acciones para la liberación de los detenidos arbitrariamente y se impulse una reforma judicial son algunos de los ejes del reclamo que elevaron los organizadores del festival.

Así como no pudieron apagar los sueños ni el recuerdo de Tupac Amaru, por más poder que tengan y esfuerzos hagan dirigentes políticos en complicidad con medios hegemónicos e integrantes del Poder Judicial, la propia obra y la historia seguirán reivindicando a Milagro Sala como la dirigente que es: aquella que le devolvió la dignidad a los más humildes de Jujuy y que construyó más viviendas y garantizó más derechos que cualquier otro gobernador de la provincia en toda su historia.

 

 

 

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