¿MEJOR NO HABLAR DE CIERTAS COSAS?

A los jueces y fiscales que incumplieron sus deberes como funcionarios judiciales, hay que señalárselo

 

Gustavo Hornos es actualmente el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, el máximo órgano en materia penal del país. Durante el gobierno de Macri era miembro de la Cámara de Casación Penal Federal.

Además era visitante usual de la Casa Rosada. Al menos tiene registradas 6 visitas al entonces Presidente de la Nación, don Mauricio Macri. Cuando estas visitas se hicieron públicas, Gustavo Hornos debió dar explicaciones a sus colegas de la Casación. Dijo tener una relación social de larga data con el entonces Presidente. A decir verdad, uno puede ser amigo de quien se le dé la gana. Pero cuando sos juez y te reconocés amigo, debés recordar el Código Procesal Penal que expresamente determina que el juez debe inhibirse “11) Si tuviere amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los interesados”. (CPP. Art. 55, inc. 11.) Y para evitar confusiones, el propio Código Procesal Penal aclara a continuación que “artículo 56: a los fines del artículo anterior, se considerarán interesados el imputado, el ofendido o damnificado y el civilmente demandado, aunque estos últimos no se constituyan en parte”.

El Presidente de la Nación es el jefe del Poder Ejecutivo Nacional y de él dependen directa o indirectamente organismos como  la Oficina Anticorrupción. En pocas palabras, cuando se presenta la Oficina Anticorrupción como querellante, es el Poder Ejecutivo el que se presenta. En consecuencia, si tu amigo es el mismísimo Poder Ejecutivo, lo que deberías hacer es excusarte de conocer en esos casos.

Como abogada de muchas causas que pasaron por el conocimiento de Gustavo Hornos, señalo expresamente que de haber conocido entonces la amistad que unía a Gustavo Hornos con Mauricio Macri, sin lugar a dudas debería haberlo recusado. No porque sea mal juez necesariamente, sino porque en muchas causas yo tenía como contraparte, esto es como querellante, a dependencias del Poder Ejecutivo Nacional y claramente Gustavo Hornos no podía resolver esas causas porque tenía amistad con el titular del Poder Ejecutivo. Pero no lo sabia entonces y ahora es tarde para solicitarle respetuosamente que se aparte.

Creo que por esa razón es que los demás miembros de la Casación reaccionaron públicamente con tanta dureza frente a las explicaciones que brindó Gustavo Hornos respecto a sus visitas a la Casa Rosada. Porque como decimos los abogados, “a confesión de parte, relevo de pruebas”. Y un juez de la Casación contó públicamente que era amigo de una de las partes, lo suficientemente amigo como para ir a visitarlo a su trabajo. Y en consecuencia lo suficientemente amigo como para tener el deber de apartarse de las causas donde su amigo era querellante. Como explicación, debería decir que se pareció más a un acto de autoincriminación. Y eso explica la airada respuesta de los demás miembros de la Casación.

Pero además creo que los miembros de la Casación sospechan que Gustavo Hornos no les contó toda la verdad acerca de los temas que discurrían en sus largas visitas a Mauricio Macri. Corría el rumor que Gustavo Hornos aspiraba a ocupar el puesto de Procurador General. Sí, ese que ocupaba Alejandra Gils Carbó y al que fue obligada a renunciar mediante una persecución política y judicial que alcanzó incluso a su familia. Entre otras cosas esa renuncia implicó que aun hoy tengamos un procurador interino que no contó con la aprobación del Senado de la Nación. Pero volvamos a Gustavo Hornos y su deseo de ser procurador. Está claro que en aquellos días quien tenía más chances de ser procurador era el Fiscal de Cámara Raúl Plée. Que contaba con el beneplácito –y los votos— de parte del macrismo y de parte del bloque de senadores del peronismo, conducido por Miguel Ángel Pichetto.

No cuesta imaginar las conversaciones entre Hornos y Macri al respecto, porque, y en honor a la verdad, Hornos era mucho mejor candidato a procurador general que Plée, para un sector del macrismo. Entre otras cosas porque no seguía la Línea Angelici-Boca, que le provocaba –y aún provoca– ataques de caspa a Elisa Carrió y de la cual Plée era claro exponente; ni tampoco era signado como un seguidor de la Línea Lorenzetti, con la cual el macrismo entraría en conflicto .

El conflicto con la Línea Lorenzetti provocó finalmente que Mauricio Macri optara por una candidata a procuradora que no respondía a ninguna línea y que básicamente no respondía a Comodoro Py. Eran los días de marzo de 2018 y mientras Diego Cabot visitaba a Stornelli en su casa para dar inicio a la causa que conoceríamos como “Cuadernos”, la Corte Suprema impedía que el Tribunal Oral Federal 9 tomase las causas que involucraban a la ex Presidenta y en ese momento senadora Cristina Fernández de Kirchner.

La venganza del macrismo fue terrible. Porque descartó cualquier designación que oliese a Comodoro Py y optó por proponer a Inés Weinberg de Roca para el cargo de Procurador General, esto es jefe de los fiscales federales. A la postre, no obtuvo los votos necesarios para ser elegida para el cargo y allí radica la génesis de nuestro casi eterno procurador interino. Una anécdota conmovedora de esos días —julio de 2018— fueron las declaraciones públicas desconsoladas de Ricardo Sáenz, fiscal de cámara nacional, que en una entrevista en la que manifestó su desilusión por la elección de Macri respecto a postular a Inés Weinberg de Roca al cargo de Procuradora General, concluyo señalando: “Muchos estábamos preparados para el cargo. Pensé que iba a haber un reconocimiento a los fiscales que pusimos el cuerpo. Debía recaer en algún fiscal, estábamos preparados, se desperdició una generación de fiscales”. Fue la derrota de la Linea Angelici-Boca en su intención de quedarse con la Procuración General, aunque —nobleza obliga— cuentan los pasillos que apenas ganó las elecciones Alberto Fernández, Daniel Angelici volvió a proponerle designar a Raul Plée en dicho cargo.

Como sea, las visitas registradas de Hornos a Macri (seis en total) terminaron también a finales de 2018. Desconocemos las causas de por qué se enfrió la amistad entre ellos dos. Y prefiero creer que nada tuvo que ver la consolidación de Eduardo Casal en el cargo de procurador interino.

Además de ser miembro de la Casación Federal. Hornos se desempeñaba como presidente del Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles. Buscando papeles encontré que a finales de 2017 (13/09/2017), en las fechas en que Emiliano Blanco. titular del Servicio Penitenciario Federal, craneaba la creación de los pabellones IRIC para los presos kirchneristas, donde serían espiados ellos y sus abogados, el Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles realizó una inspección al Penal de Ezeiza.

Durante el año 2018, prudentemente imagino, el Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles no volvió a controlar el penal de Ezeiza ni el de Marcos Paz. Digo prudentemente, porque de haberlo hecho cabía la posibilidad que encontraran los micrófonos y cámaras con los que espiaban a los presos y a sus abogados. Por suerte tomaron los recaudos para no hacer tan engorroso hallazgo.

Volvería a inspeccionar esos establecimientos penitenciarios a mediados del 2019 (Marcos Paz el 07/06/2019 y Ezeiza el 13/06/2019). Por esos días se habían filtrado las escuchas –hoy sabemos que ilegales— de los presos en los pabellones IRIC, que estaban alojados en Ezeiza. Curiosamente, y con una rapidez y una frecuencia apabullantes, el Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles y su presidente Gustavo Hornos definieron que era momento de visitar nuevamente esos penales.

Menos de un año después, en el marco de una investigación judicial que tramita en Lomas de Zamora, se comprobaría que el pabellón IRIC de Ezeiza no solo era vigilado, sino que quienes se alojaron allí era cercados por una red de inteligencia ilegal. Destinada a obtener información de sus vínculos. Que además monitoreaban sus llamadas telefónicas y las grababan de forma ilegal. También se encontraron los restos de instalaciones de micrófonos y cámaras en dicho pabellón y en la sala de visitas donde los presos recibían a sus abogados.

Creo que es tiempo de empezar a llamar a las cosas por el nombre que tienen dentro del Poder Judicial. Basta de no hablar de ciertas cosas o de ciertas personas. A los jueces y fiscales que incumplieron sus deberes como funcionarios judiciales, hay que señalárselo. A quienes usufructuaron la información proveniente de inteligencia ilegal, imputarles la responsabilidad que pueda corresponderles. Y también a quienes debían controlar que eso no sucediese y que, por desidia, desinterés, amistad o ánimo de encubrir, dejaron que sucediese. A quienes debieron apartarse y no se apartaron.

A pocas horas de que el Presidente Alberto Fernández dé comienzo a las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, y rinda cuenta del estado de la Nación, solo espero que recuerde el compromiso de acabar con los sótanos de la democracia, que a veces –y paradójicamente— son tan clandestinos y tan luminosos como ciertas oficinas de la Casa Rosada. He dicho mil veces que no pretendo jueces amigos, porque los jueces amigos pueden cambiar de amistades como yo de ropa interior y con esa misma frecuencia.

Lo que los argentinos y los abogados en particular queremos –y merecemos— es tener buenos jueces, buenos fiscales, una Corte Suprema digna y restablecer el valor Justicia, tan ultrajado durante el gobierno de Macri. Aquel “nunca más” refería a nunca más a las violaciones de derechos humanos y del Estado de Derecho por parte del Estado Argentino. Este “nunca mas”, por triste que sea casi cuarenta años después de aquel, sigue refiriendo hechos menos aberrantes, pero igual de violatorios de las leyes y garantías. Y las mismas complicidades. Y el mismo Estado. Y otra vez tenemos la oportunidad de decir y hacer un nuevo nunca más.

Nunca más a la vulneración del Estado de Derecho y al valor Justicia.

 

 

 

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí