Jujuy, una tragedia

Morales con Covid-19 en una provincia al borde del colapso

 

Alberto Fernández decidió extender la cuarentena y regresar a Fase 1 en provincias con zonas rojas para enfrentar la gran cantidad de contagios de Covid-19. Y habló de Jujuy, donde los departamentos afectados son Ledesma, Susques, Humahuaca y el Carmen. Tomó a la provincia como caso paradigmático: en poco tiempo y tras más de cien días sin casos, “un día —dijo— dos jujeños fueron a comprar hojas de coca a Bolivia, trajeron el virus y así estamos en Jujuy”. Pero en realidad no fueron sólo dos jujeños. Ni las cosas fueron así.

Los dos jujeños eran dos policías custodios del gobernador Gerardo Morales. Aquel 3 y 4 de junio, Morales viajó con una comitiva de más de treinta personas a La Quiaca. Los policías cruzaron la frontera para contrabandear hojas de coca. El día 16 de junio empezaron a conocerse los números de la propagación. Y los casos remontaron como barrilete. Para entonces se habían flexibilizado las actividades porque se suponía que no había circulación comunitaria. Luego del viaje a la puna, renunció el Jefe de Policía, comisario general Juan Segovia. Y Morales negó durante dos semanas que uno de los guardias se había contagiado. Hasta ayer sábado, los casos ascendían a 4.559 con 118 víctimas fatales y un promedio diario de contagios en la última semana de 166.

En ese escenario, Morales admitió hace una semana que la provincia está al borde del colapso. Sin embargo, ahora subraya la palabra borde y, cuando lo entrevistan, dice que la situación está controlada. Pero sabe que en la provincia no hay camas críticas, faltan respiradores y recursos humanos entre el personal sanitario. Nación envió 6.636 millones de pesos en el marco de la pandemia. Y ahora mandó por segunda vez a un equipo de terapistas para detener el infierno.

 

 

Covid-positivo

El viernes a la noche, tras el mensaje de Alberto Fernández, Morales usó las redes sociales para anunciar que él mismo dio positivo para Covid-19. Ahora es el primer mandatario provincial contagiado. La noticia sembró terror entre quienes suelen acompañarlo en los viajes. Y disparó todo tipo de comentarios entre quienes no le creen porque dijo, además, que es “positivo asintomático”.

Hubo memes sobre sus viejos mensajes. Y otros sobre sus gestos bravucones con los que estigmatizó a camioneros, a ciudadanos bolivianos, a estudiantes y a las cholitas porque metían el bicho en la provincia. Los memes recordaron hasta las penalizaciones. Irónicamente llamado tarifario Covid de Morales. Hay multas a quien no usa barbijo, a quien no tiene permiso de circulación, a quien no cumple con la cuarentena y tarifarios para tests. En esos memes aparecen Morales y el ministro de seguridad Ekel Meyer, responsables del ingreso de la coca y del virus a la provincia. Hubo incluso figuras populares como la pareja del propio Morales, Tulia Snopek, cavando una fosa en composiciones de collage.

 

 

Ledesma

Tal como la semana pasada, el sistema sanitario continúa crítico. El COE no atiende llamados ni logra realizar hisopados, y cada vez es más difícil conseguir cama para una internación. Entre los departamentos más afectados está Libertador general San Martín, zona roja con 4.000 habitantes y donde 1.000 personas están contagiadas. Allí está emplazada la empresa Ledesma, con más de 300 trabajadores infectados, 11 trabajadores fallecieron. La zona cuenta con un hospital cabecera llamado Doctor Oscar Orías que en este momento no da abasto para brindar asistencia. El edificio tiene seis respiradores que pueden ser operados por terapistas y otros seis que muestran uno de los dramas estructurales porque aguardan el arribo de profesionales para poder ser usados.

El departamento de Susques en la puna jujeña tuvo más de 200 contagios por la empresa minera Exar, con recuperados y sin fallecidos. Hoy, un hospital de campaña improvisado en la zona está asistiendo a tres trabajadoras de la salud con síntomas leves. El gobernador sin embargo decretó zona roja. Un diagnóstico que no comparte el comisionado municipal. “Desconozco en qué se basó el gobierno para determinar zona roja”, dijo Santiago Mamaní. “No hay casos, solo tres, se recuperan en el hospital de campaña y la situación está controlada”. Aun así, la minera se encuentra trabajando con guardias mínimas y en septiembre volvería a operar con la actualización de protocolos sanitarios.

 

 

Las dudas por el interior

Hace dos semanas, aún cuando el número de contagios había llegado a 4.000, Morales volvió a realizar los viajes por el interior que tenia suspendidos. Viajó a las zonas rojas a entregar mercadería y bolsones con lógica de campaña y acompañado de un gran número de funcionarios: integrantes del Comité de Organización de Emergencia (COE) y efectivos de seguridad. Los primeros días de agosto recorrió El Carmen y estuvo con el intendente de Monterrico, Nilson Ortega. También él, el domingo 9 de agosto informó a través de las redes sociales que dio positivo para Covid-19. Todo el mundo sabía que había estado en contacto estrecho con Morales. Pero el gobernador —que pide a los jujeños con contactos estrechos que se comuniquen al COE—, no se aisló. Hoy, aunque no se sabe si ambos casos están vinculados, esos viajes abren un interrogante sobre los efectos que pudieron haber dejado: la agenda del último tiempo incluyó Libertador, San Pedro, Yuto, el Bananal y el último COE televisado se trasmitió desde San Pedro de Jujuy. Esa noche, Morales hizo una videoconferencia con el Presidente de la Nación y luego se incorporó a la mesa del COE.

 

 

La sucesión

Desde la confirmación del test PCR Morales quedó aislado y confinado, aunque seguirá trabajando. Dicen que no es la primera vez que se testea. Lo había hecho una vez públicamente meses atrás, volvía de Buenos Aires, se hisopó ante las cámaras y pasó 24 horas en un hotel. Hoy no está claro qué pasará en los próximos 14 días. Y quién asumirá su lugar. Por mandato constitucional, debería ser el vicegobernador Carlos Haquim en una cadena que abre especulaciones sobre edades y condiciones de salud. En esa línea de sucesión también se adelanta una batalla: hay quienes imaginan en la línea de descarte que el gobierno interino podría ser asumido hasta por el vicepresidente segundo de la Legislatura y presidente del PJ, Rubén Rivarola.

 

 

De perlas y de estragos

El domingo pasado Morales se paró ante la pantalla de televisión, siempre del COE. Explicó qué debía tomar cada quién y qué no para espantar los síntomas del bicho.

–Cuando están en esa situación –dijo—, lo primero que tienen que hacer es el antibiótico, paracetamol, y el médico inmediatamente y la citromicina. Y tener el antibiótico para irla peleando y meterle ahí, para irla peleando, porque sino, lo que estamos viendo, díganme si me equivoco, (es que) séptimo, octavo día, el bicho te clava, cuando te descuidas.

Ese mismo día dio a conocer un kit de medicamentos que se distribuye oficialmente. Un día después, el Colegio de Farmacéuticos y el Consejo Médico de Jujuy expresaron en un comunicado que todo medicamento debe ser indicado y prescripto por un facultativo del arte de curar. Morales fue denunciado penalmente por infringir el artículo 208 del Código Penal en una causa que tramita ante la Fiscalía de delitos complejos y contra la administración pública del Ministerio Público de la Acusación.

Horas después, Morales volvió a hablar. Dijo que todo había sido un “exabrupto: la automedicación”. Fue uno más, pero muy peligroso porque la gente con síntomas empieza a desesperarse al no encontrar asistencia. Esta semana, desesperado, un hombre de San Pedro tomó dióxido de cloro ante un cuadro respiratorio que no era Covid. Sabía que no iba a ser atendido en los hospitales públicos, adquirió el brebaje, lo bebió y murió.

 

 

 

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