Voces

La música que escuché mientras escribía

 

La semana pasada te presenté a Florencia Bernales, que es una de mis preferidas. Ahora acaba de editar Tres Orillas, un nuevo disco, que podés escuchar aquí.

 

 

 

 

Allí hay varios temas del compositor y cantante uruguayo Alberto Mastra, que a Flor y a mí nos gusta mucho. Espero que a vos también.

Contemporáneo de Gardel, Mastra era zurdo y empuñaba al revés, pero sin cambiar el encordado, por lo cual desarrolló una técnica propia. Además tenía el hobby de componer escenas tangueras en miniatura y embotellarlas. Cuentan que cuando un borracho lo cansó preguntándole cómo lo realizaba, se lo sacó de encima con fantasía:

—Eso es fácil. Lo que me cuesta es salir de la botella al terminar la escena.

 

 

Los tangos embotellados de Alberto Mastra.

 

 

 

Mastra, que vivió entre 1909 y 1976, me hace acordar a Jimmy Scott, a quien conocí gracias a la gran periodista estadounidense Tina Rosenberg, una de las que antes y mejor escribió sobre lo sucedido en la ESMA en los años posteriores a la muerte de Mastra. Aquí te presento a ambos: un texto de Tina Rosenberg sobre La estirpe de Caín y un disco de Jimmy Scott, que más romántico no podía ser. Escribo esos nombres y sonrío, recordando el encantador castellano de Tina, cuando me llama Horrracio.

Como corresponde a los divagues de la cuarentena para los que tenemos más de 60 años, los recuerdos me llevaron de Mastra y Jimmy Scott al contratenor inglés Alfred Deller, quien desarrolló una técnica asombrosa para reproducir sin necesidad de mutilaciones esas voces entre niño, hombre y mujer de los castrados medievales. En mis tiempos de estudiante universitario, antes de que el periodismo me abdujera, los madrigales de Monteverdi cantados por Alfred Deller me parecían hermosos.

Para una sintética historia podés ir al buen blog español de María Swami Porras Pasamontes, donde además podés escuchar a Alfred Deller a dúo con su hijo Mark, contratenor como él y prueba viviente de que la cuestión era técnica y no quirúrgica.

Y para terminar con esta serie de voces que me acompañan en el aislamiento, el gran contratenor estadounidense Russell Oberlin, a quien aquí podés escuchar con Glen Gould al clave en la cantata BWV 54 de Bach, Resistir el pecado.

Oberlin murió hace cuatro años, a sus 88, y así lo recordó The Guardian. 

 

 

 

 

 

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