En su nota Pobres Ricos, Horacio Verbitsky reveló un audio de WhatsApp de quien participó de la reunión con el gobernador de la provincia de Buenos Aires y el ministro de Desarrollo Agrario el viernes 3 de enero, junto a otros representantes de productores de la provincia en el Parque Pereyra Iraola. En el audio se podía escuchar al productor, preocupado porque al marchar al trabajo al día siguiente del encuentro, encontró su acoplado agrícola con las cinco tuercas de la rueda delantera izquierda flojas. Se trata de Sebastián Campo, presidente de la Federación Agraria Argentina filial Pergamino, que realizó la denuncia en fiscalía, planteando su sospecha de que podría tratarse de un ataque a causa de su posicionamiento respecto al tractorazo que se llevó adelante allí el martes 7 de enero.
El tractorazo surgió de la reunión de productores autoconvocados del día viernes en la localidad de Guerrico, ubicada a diez kilómetros de Acevedo, donde Sebastián Campo tiene su galpón con sus maquinarias y herramientas de trabajo. Allí encontró las tuercas de la rueda de su acoplado aflojadas intencionalmente. Así lo explicó el presidente de la Federación Agraria de Pergamino en diálogo con El Cohete.
Sebastián Campo decidió no sumarse al tractorazo. Su intención era intermediar con el gobierno de Kicillof, porque entendía que existía un diálogo abierto a partir de lo manifestado por el propio Ministro de Desarrollo Agrario, que en la reunión del 3 de enero se comprometió a interceder y reunirse con el grupo de autoconvocados para escucharlos y brindar las explicaciones pertinentes. La respuesta al diálogo fue el tractorazo. Los autoconvocados interpretaron que la mediación del presidente de la Federación Agraria Pergamino era un intento de romper con la manifestación.
“Los canales de diálogo están abiertos —manifiesta Campo—, una protesta o reclamo es para visibilizar el problema que se pretende ignorar. Acá nada de eso sucede porque desde la campaña del gobernador Kicillof la Federación Agraria viene teniendo reuniones y eexiste un diálogo que no ha cesado”. Todo indica que otra posición ideológica y/o partidaria, distinta de aquella de Campo, prefiere poner el carro delante del diálogo.
El tractorazo del martes tuvo como consignas oponerse a las retenciones: el presunto "impuestazo", como lo bautizó Clarín. La idea prendió en los sectores radicalizados del agro que están por fuera de toda organización y alentados por funcionarios y partidarios de Cambiemos, enrolados detrás de la máscara Campo más Ciudad. Ese sector es el que prefiere ignorar que las retenciones estarán segmentadas y fueron quienes decidieron en Pergamino no escuchar a Javier Rodríguez, que se tomó el trabajo de explicar que la reforma trataba de mantener la recaudación en el mismo nivel del que la había desplazado la inflación, pesada herencia que dejó Cambiemos.
En Pergamino existe una multisectorial que está integrada por la Cámara de Comercio, la Cámara de Martilleros, la Federación Agraria y la Cámara de la Construcción, entre otros. Esa multisectorial llevó adelante una reunión el día 2 de enero para decidir la posición que iban a tomar frente a la gestación del tractorazo. Algunos se manifestaron a favor y otros en contra. Finalmente se decidió que la participación no sería como sectorial sino por las entidades que estaban de acuerdo en sumarse, como el Colegio de Martilleros y la Cámara de Comercio. Ciento veinte tractores participaron de la manifestación, según lo expresó quien ofició como maestro de ceremonia en el acoplado-escenario.
Ser socio de la Federación Agraria tiene un costo anual de 1850 pesos al año. La filial Pergamino cuenta con un poco más de 50 socios. El nivel de participación de los socios en todas las entidades del agro es muy bajo. Por eso existe un agite constante de partidarios y militantes de Cambiemos que apuestan a la presión que puedan realizar los autoconvocados, a quienes se utiliza como punta de lanza de un conflicto que pretenden generar para que las patronales del agro que integran la Mesa de Enlace endurezcan su posición frente al gobierno. Esa presión cuenta con la ayuda mediática de los socios de Expoagro, Clarín y La Nación. También los medios que siguen llamando campo a un sector, como Infobae. El interés de los partidarios de Cambiemos está en crear un conflicto que no quieren ni el gobierno de Alberto Fernández ni el de Axel Kicillof.
A través de los autoconvocados germina el caldo de cultivo para un conflicto que desean que aflore en próximos meses. En el palco del tractorazo en Pergamino estuvo Teresa Antonia Caldentey, conocida como Tony, referente de los autoconvocados de Pergamino e integrante de la Coalición Cívica de Elisa Carrió y concejal de Juntos Por el Cambio en Pergamino. “Acá no hay productores chicos, ni medianos, ni grandes. Acá todos somos productores y todos somos ciudadanos. Ciudadanos de Pergamino que no queremos que nos saqueen más”, dijo.
No faltaron otros legisladores de la Coalición Cívica (CC) de Elisa Carrió, como la diputada nacional de la CC por Santa Fe Lucila Lehmann, el diputado Pablo Torello de Juntos Por el Cambio y el legislador provincial CC-ARI, Luciano Bugallo. Orgullosos, se sacaron una foto-para el manual de buenas prácticas de fitosanitarios que se ofrecen en los pueblos, junto al ingeniero y arrendatario pergaminense Luis Grattone, que fue detenido e imputado por la aplicación de agrotóxicos a tan sólo 90 metros de una vivienda. Bugallo compartió la foto con Grattone en su cuenta de Twitter.
El Presidente de la Federación Agraria de Pergamino sabe de la importancia que tiene el sector y que las propuestas de segmentación son escuchadas. Por eso su planteo en la necesidad de mantener a los productores más chicos. “La manera de su devolución tiene que ser al CBU del productor, sin ningún intermediario y de libre disponibilidad. Para que el productor con ese dinero lo utilice para las cubiertas del tractor, la obra social de la familia o para lo que sea necesario. Al igual que se hace con el IVA de venta, cuando uno vende el cereal que va a la cuenta del CBU, es el método más efectivo y debe ser a los treinta días de realizada la venta”, sostiene.
Sebastián Campo tiene 39 años, una hija de 9 y otro hijo de 2. Se resistió a irse de su pueblo Acevedo y por eso entiende mejor que nadie que las economías regionales deben ser apuntaladas por el Estado y así lo espera de este gobierno, porque nada podía esperar del anterior. Para que no exista el desarraigo, Sebastián sostiene que el Estado debe brindarle la caja de herramientas a los productores para que pueblos como el suyo no terminen convirtiéndose en pueblos fantasmas, porque sus pobladores una vez que crecen y ven la falta de oportunidades y desarrollo, migran hacia las grandes ciudades en búsqueda de una vida más próspera
El último crédito que puedo sacar del banco fue en 2015. Luego de eso vino un gobierno que apostó a la timba financiera y no a la producción, con créditos con tasas de interés del 70%. Una política agraria conjuntamente con un Banco Provincia que vuelva a estar al servicio de la producción permitirá el crecimiento y frenar el desarraigo. De eso se trata la política que trazará Javier Rodríguez en provincia de Buenos Aires, porque en el ejemplo personal de Sebastián Campo, que se puede multiplicar por los muchos productores y trabajadores de la tierra como él en la provincia de Buenos Aires, están los pequeños y medianos productores a los que hay que sostener para que se puedan desarrollar y recuperar la agricultura familiar.
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