La desaparición forzada de personas, que debían esfumarse en la nada, fue el método elegido por la dictadura argentina de 1976-1983. Según varios de sus jefes, así buscaron evitar la condena de la Santa Sede, con la aprobación sigilosa de la jerarquía argentina. Pero a cambio consiguieron que aquel pasado atroz llegara a ser un insomne presente perpetuo, como la maldición que Neruda pensó para Franco.
Más que los juicios penales, las investigaciones periodísticas o los ensayos filosóficos, el arte da cuenta del vacío lacerante que la ausencia inexplicable provoca. Como las esculturas de Juan Carlos Distéfano o los poemas de Juan Gelman, los cuadros de Carlos Alonso o los del español Ramos Gucemas, las fotografías de Gustavo Germano y los puntos que en cada leyenda reemplazan al nombre ausente evocan ese trauma fundador de la identidad argentina contemporánea y nos introducen al misterio del tiempo con la muda violencia de un gesto congelado.
Prólogo escrito por Horacio Verbitsky para libro-catálogo de Ausenc as, muestra de Gustavo Germano, presentada en Barcelona en octubre de 2007.
Ausenc as
La familia Amestoy es asesinada el 19 de noviembre de 1976 en la “Masacre de la calle Juan B. Justo”, San Nicolás de los Arroyos (Buenos Aires). Los responsables de su asesinato fueron condenados a prisión perpetua en diciembre de 2012. Omar Darío Amestoy tenía 31 años; María del Carmen Fettolini, 29 años; Maria Eugenia Amestoy, 5 años y Fernando Amestoy, 3.
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Eduardo Raúl Germano, de 18 años, es secuestrado el 17 diciembre de 1976 en Rosario (Santa Fe). Sus restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2014.
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Maria Irma Ferreira, de 22 años, es asesinada junto a su marido el 7 de enero de 1977 en Rosario (Santa Fe). La familia sigue reclamando justicia.
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Claudio Marcelo Fink, de 23 años, es secuestrado el 12 de agosto de 1976 en Paraná (Entre Ríos). Claudio Marcelo continúa detenido-desaparecido.
Orlando René Méndez, de 29 años, es secuestrado el 21 de octubre de 1976, Leticia, de 30 años, el 27 de diciembre de 1978. Ambos continúan detenidos-desaparecidos.
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Germano continuó luego en Uruguay, Brasil y otros países del mundo su obra extraordinaria, que iremos publicando en próximas ediciones.
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