Fantasía o mentira
El GNL y el boom exportador de gas de Milei
El Presidente Milei explicitó en la segunda semana de febrero que los dólares que le faltan a la Argentina para sostener el tipo de cambio y contener la inflación provendrán del Fondo Monetario Internacional y del boom exportador de gas y petróleo. Lo del FMI continúa siendo una incógnita. Sobre el petróleo, si se llegara a exportar por 100.00 barriles/día se tendría una entrada de 2.500 millones de dólares (MMU$), que es un aliciente pero no resuelve por si el faltante de dólares. En cuanto al gas natural, las cosas son muy distintas y van para largo.
En primer lugar, hoy el Precio al Ingreso del Sistema de Transporte (PIST) en los yacimientos se halla en torno a los 3,5 U$/MMBTU (Millón de British Thermal Unit) (129 U$ los mil m3). Dicho valor ha estado y está por encima del valor de Estados Unidos en el principal punto de envío de los productores al sistema de transporte terrestre y marítimo, sito en las cercanías de la desembocadura del río Mississippi y denominado Henry Hub. Valor que les posibilita vender a los licuefactores (pasaje de gas natural a GNL) para poder venderlo por barcos a Europa y otros mercados.
Cabe indicar que hoy la Argentina no le puede vender el gas natural al precio de 3,5 U$/MMBTU en el PIST. Este valor ha sido en los últimos diez años un 30% superior a la media de los precios de Henry Hub. (2,50U$/MMBTU). La propuesta de Trump es bajar el valor aún más. Contemplando una producción anual cercana a los 50.000 millones de m3 de gas natural implica el embolso de un sobreprecio del valor competitivo internacional de cerca de 1.800 millones de dólares.
El desafío fanfarrón de Trump de “drill, baby, drill” complica la vida a los países exportadores como Venezuela, Nigeria, Indonesia, México y la Argentina, entre otros.
A mediano plazo, si se quiere que Vaca Muerta exporte, habrá que pensar seriamente en los precios competitivos que surgirán de Henry Hub y que requerirá de los productores mejoras tecnológicas y operativas sustanciales en los yacimientos y también emprender una fuerte industrialización del gas en territorio nacional, para obtener de Vaca Muerta márgenes adicionales a un mero extractivismo y seguir una senda ascendente.
La expresión de Milei de contar con un boom de gas a corto y mediano plazo es una fantasía o una mentira (de las tantas que produce), pues tiene una serie de condicionamientos que hacen que ese boom exportador por ahora y por varios años sea de muy difícil concreción.
En principio se requiere tiempo para concretar la infraestructura necesaria, que comienza con los gasoductos desde Vaca Muerta hasta Punta Colorada en el golfo de San Matías, la instalación de almacenajes de GNL y de boyas para barcos licuefactores (proyecto de Bridas compartido con otras empresas) que lo proponen para el 2027. Podrían entrar algunos dólares por exportación con la conversión a GNL de 10 a 12 millones de m3 de gas natural por día. Ello posibilita obtener en el valor PIST de Vaca Muerta algo más de 600 MM U$/año.
Por su parte, YPF motoriza el famoso proyecto compartido originariamente con Petronas –una muy grande empresa estatal de gas de Indonesia– que no se entiende realmente por qué causas se fue, más allá de excusas por no contar con estudios más profundos y un proyecto técnico con algún avance de la planta, y un estudio detallado del transporte terrestre y marítimo. Otra versión era que no había un compromiso, ni estructuras financieras acordes, ni compradores estables. Superada la salida de Petronas, YPF dio comienzo a una negociación de asociación con Shell y comenzaron a aparecer en los medios notas de interés de compra de volúmenes de GNL por parte de la India. Un mercado nuevo para la Argentina, con situaciones de incertidumbre respecto a los precios del gas proveniente de Qatar y países árabes aledaños competitivos y vecinos a la India.
Petronas vislumbraba una compleja situación de acceso al mercado europeo por las exportaciones estadounidenses y del oriente cercano (Qatar).
La planta de licuefacción prevista por YPF se proyectó para 80 millones de m3/día, pero las circunstancias de incertidumbres de mercado disminuyen ese volumen y en principio podría ubicarse en unos 60 MM de m3/d. A juzgar por los lentos avances en una obra de miles de millones en inversiones, se estima que no entraría en producción antes de 2029/2030. Es decir que en absoluto habrá un boom de gas en el periodo presidencial de Milei.
Es tarea ardua llegar por net back a un precio en el golfo de San Matías competitivo.
Exportando la suma del barco GNL en boya y una planta en tierra es posible evacuar cerca de 70 millones de m3/día, es decir cerca de 50.000Ton de GNL por día. Es decir, cabría un barco metanero por día. Con la ida y vuelta en 60 días se requieren unos 60 barcos standard. El país podría proveer en una decena de años una cantidad considerable de barcos, necesarios en los astilleros locales. Debería verse con atención el tema de Shell como dueña de una gran capacidad naviera, por no decir un cuasi oligopolio… y desde ya implicará una dura negociación de los peajes afines.
También vale recalcar lo justo que sería que el precio interno del gas también baje para los consumidores locales, en particular pymes y micro pymes, que han hecho un aporte el último año a través de tarifas leoninas. Lo mismo cabe para los millones de hogares que sufrieron y sufren una muy costosa vida sostenible.
* El ingeniero Andrés Repar es vicepresidente del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO) y miembro de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN).
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