Rebelarse es el camino
Por los 30.000, por el Pueblo y por la Patria
Extracto del documento leído en el acto homenaje a 47 años del secuestro del “Grupo de los 12 de la Santa Cruz”, el 8 de diciembre último.
Aquí estamos nuevamente homenajeando a las queridas y queridos compañeras y compañeros detenidxs desaparecidxs entre el 8 y el 10 de diciembre, y en ellas y ellos recordamos a lxs 30.000.
Reafirmamos nuestro compromiso militante.
Porque no olvidamos.
No perdonamos.
No nos reconciliamos.
Y lo repetimos una vez más ante las declaraciones negacionistas y reivindicadoras de la última dictadura cívico-militar por parte del gobierno de Milei y Villarruel, que se convirtieron en acciones con la visita a los genocidas por parte de diputados y diputadas de La Libertad Avanza. Entre los visitados se encontraba Alfredo Astiz, responsable directo del secuestro y asesinato de las compañeras y compañeros que estamos recordando.
Representantes del Congreso de la Nación, máxima institución de la democracia, salieron de ese penal con las manos manchadas con la sangre de nuestros familiares y de lxs 30.000, y una vez más, el Congreso Nacional no pudo, y muchos no quisieron, condenarlos ni expulsarlos de sus bancas.
Y así avanzaron. El plan destinado a lograr la morigeración de las penas, obtener prisiones domiciliarias, e incluso libertades, está rindiendo sus frutos…
Les repetimos, porque ya lo hicimos: ¡Como a los nazis le va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar!
Decíamos el año pasado que “hace décadas, tal vez desde el mismo comienzo de la Patria, vivimos una permanente lucha entre dos modelos de país, dos modelos de convivencia, dos modelos éticos”. Patria o colonia.
Y hoy sabemos que solo hay un modelo de Patria: el nuestro. Porque este gobierno no tiene un proyecto de país, ni de nación, ni de Patria, sino un brutal proyecto de coloniaje, con la eliminación absoluta del otro, que en este caso es el pueblo argentino. Si queda aún alguna duda, basta escuchar las declaraciones de Milei en la Cumbre de Acción Política Conservadora que se llevó a cabo en la ciudad de Buenas Aires.
El advenimiento de… Javier Milei y todo su gobierno representa los intereses de los capitales concentrados que han logrado consolidarse en gran parte de occidente, gracias al manejo y la penetración que posibilita hoy el mundo digital. Es la misma élite oligárquica de otrora, reciclada, que no reconoce otro sistema que el de la dominación.
Milei no es un loco con motosierra que pregona en el desierto. Milei gobierna el país con y para las corporaciones internacionales en este nuevo proceso histórico de división internacional del trabajo y acumulación de la riqueza.
No es un topo que vino a destruir el Estado… vino a apoderarse del aparato estatal con todas sus herramientas para lograr esos objetivos.
Y está avanzando a paso firme y acelerado. No duda de lo que debe hacer, no tiene marcha atrás en su proyecto de reestructuración de la Argentina, tal como ocurrió con la dictadura y el menemismo.
En este momento histórico de la humanidad, donde los campos de disputa se dan en el dominio de la tecnología, los recursos naturales, las comunicaciones, la integridad de los territorios nacionales y la construcción de sentido, seremos una nueva colonia de este imperio corporativo o tendremos la capacidad de construir una Patria que no se venda, para bien del Pueblo y la Nación.
Por eso creemos que esta nueva etapa merece una perspectiva revolucionaria, como la que tuvieron nuestros y nuestras patriotas.
Debemos recuperar las agallas y el espíritu revolucionario de Moreno, Belgrano, San Martín, Monteagudo, María Remedios del Valle, Dorrego, Macacha Güemes, Rosas, Juana Azurduy, Irigoyen, Perón, Evita, el Che Guevara; de las gestas de la reforma universitaria, el Grito de Alcorta, el 17 de octubre, el Cordobazo; de la resistencia contra las sucesivas dictaduras, de nuestras queridas Madres de Plaza de Mayo y de las luchas del 19 y 20 de diciembre de 2001.
De Alfonsín, Néstor y Cristina, que se atrevieron a enfrentar a la ambición desmedida de las potencias más poderosas del mundo y lo hicieron con valentía y determinación.
También en parte de nuestra región los pueblos han hecho retroceder a la extrema derecha. Son ejemplo de ello Brasil, México, Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, la Cuba que resiste; cada uno con características propias nos muestran que otra sociedad es posible.
Como militantes de la Patria podemos afirmar que, al igual que en otras etapas históricas, este gobierno va a terminar, y el campo popular necesita estar organizado, para que esto ocurra más temprano que tarde y se ponga fin al enorme sufrimiento al que nos someten como pueblo.
Es momento de entender que si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados…
Para que esto no suceda es necesario construir unidad. Unidad que, a nuestro entender, es con nuestra compañera Cristina, la mejor dirigenta viva de este siglo; es con Axel, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien enfrenta diariamente al gobierno de Milei, y es con una organización del pueblo y para el pueblo que sea capaz de canalizar el espíritu histórico de lucha y de victoria que nos caracteriza.
Repetimos, este gobierno debe terminar y el próximo gobierno nacional y popular no puede volver a defraudar las expectativas de una vida digna, para ello son necesarios cambios estructurales, y estos cambios deben comenzar el primer día. Inmediatamente tenemos que:
- Rescatar de la pobreza y la indigencia a millones de compatriotas a través de un salario universal que permita vivir dignamente.
- Reabrir toda la obra pública clausurada por este gobierno y planificar toda aquella que ha quedado pendiente y el pueblo necesita: agua potable, cloacas, caminos y vivienda digna, hasta el último rincón del país.
- Apoyar a todas las pymes que cerraron sus puertas, para que vuelvan a producir, y reincorporar a sus trabajadorxs.
- Revitalizar las instituciones públicas, las que serán eficientes y estarán enfocadas en los objetivos de reconstrucción de la Patria; poniendo en funcionamiento cada uno de los organismos del Estado que fueron cerrados, reincorporando a las y los trabajadores despedidas y despedidos.
- Facilitar el ingreso a las Universidades públicas de las hijas e hijos del pueblo; para que sean ellxs quienes transiten las casas de altos estudios.
- Estatizar la producción, transporte y distribución de los recursos energéticos. La energía es la fuente indispensable del desarrollo, no debe ni puede estar en manos de capitales especulativos y transnacionales, con intereses privados foráneos y secretos. La energía debe llegar con un precio justo a cada polo industrial nacional, a las instituciones sociales, educativas y sanitarias y a todos los hogares.
- Defender los recursos naturales que no pueden estar en manos de los gobernadores, casi señores feudales que hoy tenemos en muchas provincias, ni de los capitales trasnacionales. Los bienes naturales pertenecen al pueblo de la Nación Argentina.
- Democratizar el sistema de administración de justicia, con participación popular, para terminar con ese poder casi monárquico que solo representa los intereses de las corporaciones.
- Regular la tecnología digital, los medios de comunicación y las redes sociales.
Una nueva Constitución será la garantía para concretar las transformaciones necesarias que nos permitan construir de una vez y para siempre una Patria igualitaria, justa, libre, soberana y feminista.
Las democracias representativas, liberales, están en crisis en el mundo, ya que no pueden garantizar el bienestar de la población; hay que pensar nuevas formas de representación directa, que respeten las necesidades populares.
Hay un mundo que está cayendo: el del imperio, la violencia y la guerra, liderado por Estados Unidos, que tiene a Europa como su fuerza de choque. Y otro mundo que está creciendo: el de los BRICS, la CELAC, el Sur Global, que plantea el desarrollo de la humanidad a través de la cooperación de los pueblos. Es en este último donde la Argentina tiene su lugar y debe estar.
Éstas son solo algunas medidas que creemos necesarias para construir la Patria por la cual entregaron su vida tantas y tantos; ese país donde el Estado garantice la salud, la educación, la cultura, los derechos de las infancias, de las mujeres y las diversidades, siempre amenazados en este mundo patriarcal. Una nación íntegra y soberana en sus decisiones. Un país donde prime el amor, la solidaridad, el respeto de las ideas, el cuidado propio y de los demás.
Sabemos que nada es duradero si es individual. Sólo la solidaridad y la construcción colectiva nos podrá poner de nuevo en la senda del respeto irrestricto de los derechos humanos, entendidos estos como los derechos económicos, políticos, culturales, sociales y de incidencia colectiva; de cada uno de nosotrxs y de todxs como comunidad.
¡Nos enseñaron las Madres, las que siempre nos muestran el camino, que la única lucha que se pierde es la que se abandona! ¡Y el pueblo argentino nunca jamás abandonó una lucha!
Memoria, Verdad y Justicia.
¡Por los 30.000, por el pueblo, por la Patria, rebelarse es el camino!
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