Conté en la radio que tenía entradas para ver Mina, che cosa sei?, el último espectáculo de Elena Roger. Comienzo con una declaración de amor: creo que Elena Roger es la gran diva argentina, por más que su actitud sea siempre la de una persona común y corriente. Eso la enaltece aún más.  Le caería bien a Mina, que desde el siglo pasado vive recluida en Suiza. Montó en su casa en Lugano un perfecto estudio de grabación, no concede entrevistas ni actúa en público. Y cada nuevo álbum compite en los rankings con los más actuales. Cada una a su manera y en su escala son únicas.

Los musicales de Elena Roger no tienen punto de comparación con nada que pueda verse en nuestro país.Como se decía en otra época, todo en su medida y armoniosamente. Como Mina no hay nadie en el mundo. Hace algunos años vi en el teatro San Martín la obra El Cartógrafo, del español Juan Mayorga. Ahí descubrí que Elena Roger también es una actriz sobresaliente. Su trabajo estuvo a la altura de la puesta sutil y profunda de Laura Yusem. Roger no puede hacer nada mal, aunque se lo proponga.

En realidad Mina, che cosa sei? no es el último espectáculo de Elena, sino el primero. El original se estrenó hace dos décadas y fue el comienzo de una carrera impactante, como ella lo es. Canta, baila, actúa, zapatea, en una escenografía peligrosa. Te da miedo que se caiga, como Sergio Denis. Su voz sigue siento potente mientras trepa una escalera o está acostada con las patas para arriba, y es tan perfecta que podés pensar en un playback. Pero no, es ella, produciendo el milagro ante tus ojos.

 

 

Dicho esto, ves a Elena Roger, no a Mina. En cambio, en Piaf, te parecía ver y escuchar al gorrión de la calle de París, como le llamaban a ese taponcito, tal como Elena. No es una crítica, porque ella no hace imitaciones sino homenajes. Tardé en pensar sobre aquel espectáculo, porque al salir del teatro nos enteramos del atentado contra Cristina y nos desconectamos de cualquier otra cosa. Pero lo recordamos con admiración.

Dejemos a Piaf y escuchá alguna de las cosas de Mina que canta Elena Roger en ese show. Quien la acompaña es un actor que se llama Diego Reinhold.

 

 

Y aquí la propia Mina, con esos mismos temas, a sus 32 años, hace más de medio siglo.

 

 

Marcelo, que conoce mis gustos musicales, me mandó una nota del Hollywood Reporter de Roma sobre el nuevo álbum de Mina, Gassa d'Amante, que desde esta semana estará disponible en las distintas plataformas. La nota se titula "La superdiva italiana Mina sigue en plena forma a sus 84 años", y vuelve a contar su vida y las cosas que han dicho sobre ella los más grandes, como Sarah Vaughan: "Si no tuviera la voz que tengo, quisiera tener la de Mina". Según la publicación, Gassa d'Amante "es el nombre de un nudo marinero esencial, representa la naturaleza sólida y, a la vez, fácil de desenredar del amor. Al igual que el nudo, el álbum explora los giros y vueltas del amor en toda su belleza y complejidad". También dice que "la voz de Mina sigue siendo extraordinaria. Su rango abarca cuatro octavas (los cantantes normales suelen tener dos) y 40 semitonos, lo que le permite pasar sin esfuerzo de la calidez profunda de los graves a los agudos cristalinos". Si querés leer la nota completa, cliquea aquí. No veo la hora de escuchar ese álbum que debe llevar el número setenta y pico en la discografía de Mina, y me imagino que Elena, a quien no conozco, también.

Me da cringe repetir todo lo que te conté en otras notas sobre Mina, de modo que voy a copiar unas pocas citas textuales.

"Sarah Vaughan (Si no tuviera la voz que tengo, me gustaría tener la de esa muchacha italiana), Satchmo (La mejor voz blanca del mundo), Liza Minnelli (Mina es al canto lo que Robert de Niro a la actuación). Frank Sinatra quiso llevarla a Estados Unidos pero ella no aceptó moverse de Suiza. No da recitales ni entrevistas de prensa, y sin embargo hace cuatro décadas que cada uno de sus discos encabeza las listas. Su scat no tiene nada que envidiarle al de los inventores de ese estilo de canto sin letra, el propio Armstrong y Ella Fitzgerald. Entre sus admiradores comparecen Marcello Mastroianni, Federico Fellini, Vittorio De Sica, Albertone Sordi, nuestro Pantaleón, Toots Thielemans, Armando Trovajoli con quien hace un duo increible de piano y scat. También fue pionera en las nuevas tecnologías. En 2001 transmitió la grabación de un disco en streaming y colapsaron todos los sistemas porque hubo 15 millones de solicitudes de conexión".

Para terminar, un potpourri con las viejas canciones de Mina, y su encuentro con Pantaleón en la inolvidable Balada para mi muerte.

 

 

 

En cuanto sea posible, vamos con Gassa d'Amante.

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