La madre del borrego

 

El 1% más rico de América Latina ha acaparado una tercera parte de la nueva riqueza generada entre el 2000 y el 2022 (3,734 millones de dólares), 216 veces más que el 50% restante de la población, revela un nuevo análisis de Oxfam en el marco del lanzamiento de la campaña #DateCuenta.

“La evidencia muestra que son los más ricos los que se llevan los beneficios de la riqueza generada en la región. Más de 70 millones de personas no pueden cubrir sus necesidades más básicas como alimentarse todos los días. En contraste, tan sólo dos mexicanos poseen tanta riqueza como el 50% de la población de toda América Latina. Esto es resultado de decisiones políticas que hay que corregir”, dice Alexandra Haas, directora ejecutiva de Oxfam México.

Los sistemas fiscales son cómplices de esta desigualdad. Mientras que la mitad más pobre paga aproximadamente 45 centavos en impuestos por cada dólar que gana, el 1% más rico apenas contribuye con menos de 20 centavos.

“Esta injusticia fiscal impide que los gobiernos puedan recaudar los recursos necesarios para enfrentar desafíos como la emergencia climática, y proveer servicios públicos de calidad como salud, sistemas de cuidados, educación y protección social. Un sistema fiscal injusto es una trampa de pobreza y desigualdad extrema. Esto es insostenible en la región más desigual del mundo”, afirma Magdalena Sepúlveda, directora ejecutiva de la Iniciativa Global por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (GI-ESCR) y ex relatora especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos para Naciones Unidas.

Esta semana, 30 organizaciones de la sociedad civil de América Latina han alzado la voz, exigiendo a los gobiernos de la región la implementación de sistemas fiscales más justos y progresivos. Estas organizaciones hacen un llamado urgente para que “quienes más tienen paguen más, contribuyan más”, en respuesta a la creciente desigualdad que afecta gravemente a la región, que es la más desigual del planeta.

“No hay excusas posibles, los gobiernos tienen que tomarse en serio de qué lado de la historia se quieren situar, si escuchan la voz de la ciudadanía o anteponen los intereses de los más ricos. El liderazgo de Brasil en el G20 consiguió el hito histórico de movilizar el compromiso de los gobiernos de las economías más poderosas para impulsar una nueva agenda de tributación a los súper ricos y así corregir las desigualdades. Esto es un avance muy importante, aún más cuando emerge desde nuestra región”, comentó Sepúlveda.

“Por mucho tiempo, los gobiernos latinoamericanos han renunciado a transformar sus sistemas fiscales, que benefician a unos pocos a costa de la mayoría. Es hora de que esto cambie. Es necesario que quienes más tienen contribuyan más, ese debe ser el sentido común de nuestros tiempos”, agrega Haas.

Las organizaciones instan a los gobiernos de sus países a que actúen en línea con este principio, tanto en las reformas nacionales como en las instancias internacionales y prioricen el bienestar de sus poblaciones a través de políticas tributarias justas.

 

* Más información en la página Date Cuenta.

 

 

 

 

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