La ciénaga

En la Cámara de Diputados se verifica el hundimiento de un sistema que hace agua

 

El Congreso afrontó otra semana de conflictos e irrespetuosidades. La Cámara de Diputados fue, este miércoles, el epicentro de la marcha de aeronavegantes y gremios del transporte contra la privatización de Aerolíneas Argentinas, que se debatía en Comisión, donde un secretario del gobierno pretendió acallar a una legisladora. A otra le pidieron que se tapara el estampado de Malvinas de su remera para no ofender a la embajadora inglesa a la hora de tomarse una foto.

En cambio, una oficialista que ostenta una representación malvinera optó por apoyar el criticado acuerdo alcanzado entre Javier Milei y el Reino Unido. Estuvo entre quienes visitaron a los violadores de lesa humanidad en Ezeiza, uno de cuyos anfitriones acaba de dar una muestra de su envalentonamiento al exhibir los genitales para orinar ante cámaras mientras se filmaba una audiencia judicial. Sobre esos turistas de cárceles, se supo que hubo más de una visita.

Entre el fango en que los legisladores chapotean, el hedor es tal que hasta ellos se dan cuenta: algunos, al menos, sostienen la suspensión de los cuatro “radicales pelucas” que facilitaron el veto contra los jubilados. A los 87 que sumaron festejo –asado mediante–, les llegó otra invitación a comer, esta vez por parte de un organismo internacional de derechos humanos, con la condición de que lo hicieran con el equivalente de la jubilación mínima.

 

Malvineras

El martes 24, en Nueva York, la canciller Diana Mondino firmó con su par británico, David Lammy, un acuerdo cuyos términos no se hallan en la web del Ministerio de Relaciones Exteriores, aunque la Televisión Pública informó que estaba dirigido a reanudar los vuelos desde Córdoba hacia las Islas Malvinas, con un viaje de familiares de caídos a finales del año.

En su apoyo se expresó de inmediato la diputada María Fernanda Araujo (La Libertad Avanza), titular de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas. De ella ha escrito la historiadora Alicia Panero, autora de dos libros sobre Malvinas: “Fernanda Araujo quiere vivir del Estado. El único trabajo que se le conoce es el de hermana de un caído. Pareciera que es la Comisión de Homenaje del Soldado Araujo y no de los 632 que murieron en una guerra llevada a cabo por la dictadura, hecho que se empeña en negar” (ver Mirá quién vino).

Conocido su apoyo al acuerdo, fue cuestionada desde Agenda Malvinas por ser “funcional a los intereses del Imperio Británico que asesinó a su hermano, Elbio Eduardo Araujo, en Monte Longdon”. Su actitud está en línea con el acuerdo Foradori-Duncan (2016), que el funcionario macrista firmó borracho, según relató su par británico, y con Pablo Avelluto, quien habló de Falklands en un mapa de su Secretaría (2019).

 

 

Dos días después, la kirchnerista Agustina Propato asistió al encuentro del Grupo Parlamentario de Amistad con el Reino Unido con una remera en homenaje a los caídos en Malvinas. Al momento de la foto, a la que la embajadora Kirsty Hayes se negó, más de un legislador le sugirió a su par que, para no incomodar a la británica, se tapara el pecho. La diputada se plantó y el video se viralizó como pocas veces ocurre con los actos protocolares.

 

 


La malvinera que prefiere el acuerdo con los ingleses es una de las que participó de la reunión política con los violadores de lesa humanidad presos en Ezeiza, como Juan Carlos Vázquez Sarmiento, que esta semana orinó en un bidón durante la audiencia que seguía por video conferencia y que estuvo 20 años prófugo.

 

 

Durante la dictadura, el suboficial mayor Vázquez Sarmiento estaba a cargo de la Contrainteligencia en la Regional de Inteligencia Buenos Aires (RIBA) de la Fuerza Aérea, con centros clandestinos de detención en el oeste del Conurbano, donde su grupo de tareas atentó contra 127 personas, entre ellas los secuestrados José Manuel Pérez Rojo, su pareja Patricia Roisinblit y Gabriel Pontnau, además de apropiarse de Ezequiel Rochistein Tauro. Hacia marzo de 2002, cuando debía presentarse para una indagatoria, huyó. Estaba prófugo cuando, en 2010, las Abuelas de Plaza de Mayo hallaron a Ezequiel, el nieto 102. En 2021, al salir de la casa de su esposa rumbo a otra vivienda en Ituzaingó, unos policías le pidieron el DNI, mintió no tenerlo ni recordar su número, hasta que en la dependencia confesó su condición de militar prófugo. Por la apropiación de Ezequiel, en 2022, fue condenado a 15 años de prisión, que luego le redujeron a 11.

 

Juan Carlos Vázquez Sarmiento, uno de los anfitriones de la diputada.

 

Su actuación exhibicionista de esta semana –con exagerados movimientos al levantarse la remera– fue considerada desde la querella como una simulación de estado senil en pos de un sobreseimiento; aunque ya fue sometido a pericias que habilitan al Colorado de 77 años a afrontar juicios.

 

 

La reunión política de represores y diputados con los que tramaron burlar el castigo judicial no fue la única: las hubo también en el penal de Campo de Mayo, según constató la colega Luciana Bertoia a partir de que el gobierno respondió su pedido de acceso a la información pública. Según el Ministerio de Seguridad, hubo inspecciones de tipo “institucional”, pero no quiso dar nombres ni precisar si una de las visitantes fue Victoria Villarruel. Uno de sus hombres, Guillermo Madero, subsecretario de Planeamiento Estratégico y Política Militar, junto a Lucas Miles Erbes, director de Derechos Humanos, fue enviado a Campo de Mayo por el ministro de Defensa, Luis Petri, una semana antes de la recorrida “institucional” de los diputados el 15 de marzo.

 

De grupo en grupo

Así como los visitantes de represores fueron reprendidos –no mucho más, por ahora–, otro equipo de tránsfugas continúa con un reflector encima, consecuencia de que la dirigencia partidaria no ha perdido toda la sensibilidad que requiere una coyuntura como la actual, con rumbo de colisión.

La UCR, el partido que se había presentado como defensor de quienes aportaron toda su vida, ratificó la suspensión de sus diputados que viraron del interés colectivo al particular en pos de apoyar el veto a la fórmula de pago jubilatoria (ver Unión, cívicos). Esos cuatro quedan diluidos entre los 87 que corrieron hacia la Residencia Presidencial en Olivos para festejarlo con suculento asado (ver Los auténticos decadentes).

Esa otra forma de exhibicionismo motivó que la sección local del más prestigioso organismo mundial de derechos humanos tuviera una de sus más ocurrentes ideas al convocar a otra comilona, destinada a los mismos legisladores, pero a precio de jubilado, aplicando una fórmula equivalente a la mensualidad mínima dividida por 30 días, cuyo resultado se reduce a un diez por ciento si se estiman los gastos que van desde medicamentos a servicios.

 

“Cierre la boca”

La legisladora Vanina Biasi (Frente de Izquierda) debió soportar que el secretario de Transporte, Franco Mogetta, pretendiera acallarla durante sus cuestionamientos a la pretensión privatista del ex abogado de la UTA Córdoba que pasó a ser secretario de Trabajo y Relaciones Laborales (2016) de esa provincia y más tarde secretario de Transporte (2020) y titular de Comité Federal de Transporte (2022).

El cruce se dio en el debate en comisión por la privatización de Aerolíneas Argentinas, donde el funcionario le espetó: “Toda esta puesta en escena ridícula que hace acá, no tiene idea lo que es representar a un trabajador. Cierre la boca y deje hablar”. El mismo que la mandaba a callar acusaba de “irrespetuosos, intolerantes” y “patoteros antidemocráticos”, con lo que motivó la reiterada intervención de Pamela Verasay, titular de la Comisión.

Si a la izquierda pudo decirle que no sabe lo que es un trabajador, no podría cuestionarle a Diego Giuliano desconocimiento sobre el área, ya que fue ministro de Transporte y aportó precisiones: “Aerolíneas vuela a 22 destinos donde nadie más, y a 39 destinos sin pasar por Buenos Aires. Esto no es importante para los que están abrazados al Obelisco, pero sí para quienes vivimos en la Argentina federal. Aerolíneas ya se privatizó, vendieron 22 aviones en tres semanas y terminó con el actor que lo llevó adelante preso en España”, lanzó en referencia al titular del grupo Marsans.

Al afán privatista de Juan Manuel López (Coalición Cívica) le salió al cruce quien había compartido la misma Coalición Federal Hacemos, Esteban Paulón (PS). Y hasta José Luis Espert fue chicaneado por otro que comparte la vía de la derecha: “Todo en este gobierno es blue, informal y con asado en Olivos”, le tiró Nicolás Massot.

En ese tono y en el mismo lodo, todos manoseados, consuman el remate del país.

 

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí