Este es el segundo tomo de la Historia Política de la Iglesia Católica, que va del golpe de 1955 al Cordobazo. Lonardi trajo la ilusión de una nueva Cristiandad que fusionara política y religión. Pero el abismo con el pueblo que produjo el golpe contra Perón amenazó la razón de ser de la Iglesia. Muchos sacerdotes se acercaron a los trabajadores y algunos obispos a la dirigencia sindical. Pese a la renovación conciliar, el cardenal Caggiano santificó la dictadura de Onganía. El Vicariato castrense, Meinvielle, Genta, Sacheri y la Cité Catholique francesa adoctrinaron a las Fuerzas Armadas para la cruzada represiva contra la soberanía del pueblo. Los sacerdotes del Tercer Mundo fueron de la pastoral popular a la acción política. La jerarquía juró participar en el proceso de liberación con “la violencia evangélica del amor”. Pero asustada por el cordobazo se encerró con las Fuerzas Armadas en la fortaleza del nacional-catolicismo, asediada por la modernidad y la revolución.