La agenda de Milei no tiene medias tintas: su ideólogo es Domingo Cavallo y su propuesta implica retroceso de los trabajadores, recorte fiscal y caída de la actividad económica.
El ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei y la falta de acción frente al hambre y al aumento de precios perjudican a la mayor parte de la población.
Ley Ómnibus, post-verdad y papelón histórico. Al gobierno no le faltaron aliados en Diputados sino pericia y conocimiento sobre las normas que rigen el funcionamiento del Congreso.
Ante la derrota de la ley Ómnibus, el Presidente, en una clara violación del sistema republicano, representativo y federal, pretende dejar de lado el proyecto y gobernar por decreto.
Fragmentos de la entrevista que Mariano Schuster le hizo a Emilio Gentile en Nueva Sociedad, ponen en evidencia el absurdo de llamar fascista a cualquier gobierno autoritario, como ocurre hoy con Milei.
Cuando la realidad contradice los supuestos ideológicos. Privatizar una empresa innovadora, eficiente y que genera ganancias millonarias generaría un daño irreparable al país.
El vocero admite cobrar “asignaciones universales”, miente al afirmar que son “irrenunciables” y guarda silencio sobre los réditos que obtuvo de la “industria del juicio” que ahora abomina.
Las mayorías no se alejarán de Milei por sus extravagancias sino porque las empobrecerá aún más. El precedente Bucaram, destituido por “incapacidad mental” tras compararse con Jesús.
Palos y gases a reporteros y cronistas, intervención de medios públicos y concentración de la propiedad. La agenda PRO-libertaria, a las patadas con el trabajo periodístico.
Claves para comprender el marco jurídico que debe orientar las decisiones de política pública en relación con el gas y la obligación de los funcionarios de defender ese derecho.
La repetida frase “no hay plata” pretende justificar el latrocinio que significa la concentración de la riqueza en unos pocos a costa del padecimiento de la mayoría de la población.
Que los salarios y la demanda se recompongan tras el salto inflacionario es algo que admite dudas, al igual que la capacidad que el gobierno tenga para controlar los tipos de cambio paralelos.
La economía argentina, como todas las economías nacionales, posee características específicas a la vez que es parte de un sistema mundial en crisis; negarlo es una posición ideológica.
Ante la certeza de que un ajuste brutal no cierra sin represión, el Gobierno nacional llevó adelante una serie de estrategias para legitimar la violencia estatal para dirimir diferencias.