LOS CAMPOS SOCIALES ENFRENTADOS

El apoyo al gobierno de Paolo Rocca y el G6, la oposición sindical, social y de derechos humanos

 

Pocas veces en las cuatro décadas transcurridas desde la finalización de la última dictadura, los campos sociales enfrentados se percibieron con tanta claridad. Por un lado, el encuentro del Presidente Javier Milei en la Casa Rosada con los líderes del G6 empresarial y el entusiasta pronunciamiento en su favor de Paolo Rocca. Por otro, la convocatoria a la movilización de hoy por el aniversario 48 del golpe de Estado, formulada en forma conjunta por los organismos defensores de los derechos humanos, todas las centrales de trabajadores y los movimientos piqueteros.

Los jefes de la Unión Industrial, Daniel Funes de Rioja; de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss; de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi; de la Sociedad Rural, Nicolás Pino; de la Cámara de Comercio y Servicios, Mario Grinman, y de la Asociación de Bancos Adeba, Jorge Brito (h), pasaron dos horas del viernes con Milei, a quien le dijeron que apoyan su modelo económico. El Presidente los había convocado como parte de una ronda de contactos iniciada luego del rechazo del DNU en el Senado. Tanto él, como su ministro de Economía Luis Caputo, quien el día anterior expuso en el almuerzo del Consejo de Interamericano del Comercio y la Producción (CICyP), predicaron que no habrá una nueva devaluación y que bajarán los impuestos cuando se quiebre la persistente inflación. El temor del gobierno a una reacción social lo llevó a postergar hasta el mes próximo los aumentos de tarifas y la quita de subsidios.

Funes de Rioja estaba incómodo por la gaffe oficial, que al enviar a las provincias un archivo electrónico con el nuevo proyecto de ley fiscal, omitió borrar que su autor era Liban Kusa, el tributarista del estudio Bruchou & Funes de Rioja, quien sonó muy fuerte como candidato de Milei a dirigir la AFIP, cargo que finalmente ocupó Florencia Misrahi, socia del estudio Lisicki & Litvin.

Tanto Caputo como su socio que preside el Banco Central, Santiago Bausili, representan al capital financiero internacional, mientras Rocca y la escudería Eurnekian son expresión de los grupos económicos locales, definiciones que hay que tomar con pinzas, dado que esos grupos están fuertemente transnacionalizados. El predominio de unos sobre otros está en permanente disputa, y las líneas se cruzan con facilidad. Por ejemplo, en sus diversas configuraciones, la transnacional ítalo-luxemburguesa Techint ha encabezado siempre el bando de los devaluacionistas, mientras el capital extranjero prefiere la dolarización. Sin embargo, Rocca encomió desde Houston "el inicio de un nuevo ciclo para el país", gracias al programa económico de Milei que "es lo que la Argentina necesita". Mencionó "la reducción del déficit fiscal y del gasto público del 40% al 25% y una liberalización del mercado". Rocca habló allí como propietario de Techpetrol y encomió la desregulación de los hidrocarburos. De acuerdo con el proyecto de Milei que el Congreso no aprobó, dejará de regir la obligación de abastecer el mercado interno antes de exportar, con lo cual el despegue de Techint del mercado interno daría un gigantesco paso adelante. Es cierto que la recesión afecta las ventas de sus aceros dentro del mercado interno, pero esto es ampliamente compensado por las ventas internacionales de una corporación global, que nada tiene que ver con la mítica burguesía nacional del pasado. La nueva Ley Bases, dijo Paolo, "apunta a que los precios locales reflejen los precios internacionales y permite el movimiento de capitales para conseguir financiamiento y transferir dividendos al exterior. Esto creará un entorno que, en mi opinión, puede fomentar inversiones muy importantes".

La mayor inquietud por este desplome del mercado interno la expresan las pymes y las centrales de trabajadores. Esto explica la invitación de la CGT a los organismos de derechos humanos y su adhesión a la marcha de hoy.

 

Adolfo Pérez Esquivel, Taty Almeida, Héctor Daer, Estela de Carlotto y Andrés Rodríguez en la CGT.

 

 

El gobierno, por su parte, eligió al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, como antagonista. La rebelión fiscal propiciada por el diputado libertario José Luis Espert pudo parecer un arrebato impulsivo, hasta que Milei le dio su explícito apoyo. Kicillof negó que hubiera un impuestazo y que su resultado fuera confiscatorio. Por el contrario, "en el caso del Impuesto Inmobiliario Rural, las tasas que fijó la Legislatura implican una reducción para prácticamente la totalidad de los propietarios, con excepción de 2.000 personas cuyas propiedades tienen un valor de mercado de más de 3 millones de dólares". Según las escalas fijadas por ley, más del 99% de las 300.000 partidas rurales tendrán un incremento impositivo de hasta 200%, muy inferior a la inflación del 276%, de modo que el presunto impuestazo sólo afecta al 0,71% de las partidas. La intención que no ocultan Espert y Milei es fomentar en Buenos Aires una reacción como la que causó hace tres lustros la Resolución 125.

En ese contexto, no es fácil comprender la motivación del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, de promover una insurrección política contra La Cámpora y su líder, el presidente del Partido Justicialista Bonaerense, Máximo Kirchner. Cuando hasta Andrés Rodríguez se sienta junto a Adolfo Pérez Esquivel, Estela de Carlotto y Taty Almeida, la guerra santa promovida por Ferraresi es una de las mejores noticias para La Libertad Avanza y el PRO. Kicillof tuvo el buen tino de no decir esta boca es mía.

En las negociaciones con los gobernadores tendientes a reformular la ley Ómnibus no se logró un acuerdo sobre la nueva ley previsional. La oficina del Presidente anunció que una vez más resolverá el desacuerdo político mediante un decreto de necesidad y urgencia, cosa que en forma explícita ha sido fulminada por la Corte Suprema. Uno de los especialistas que escribió en forma abundante contra los DNUs es el candidato de Milei a la Corte Suprema, Manuel José García Mansilla, lejano descendiente del general Lucio V. Mansilla y actual decano de la facultad de derecho de la Universidad Austral, del Opus Dei.

Si Milei firma el decreto que anunció, si envía el pliego de García-Mansilla al Senado y si obtiene los 2/3 constitucionales para ser designado, el gobierno tendrá un seguro voto en contra de su dispendiosa utilización de ese recurso antirepublicano. Desde el punto de vista político, es comprensible que el gobierno intente escapar por esa tangente. A partir de abril indexaría las jubilaciones según el IPC, pero sólo compensaría con un 13,2% la pérdida sufrida en el primer trimestre, con lo cual los jubilados deberían resignar nada menos que un quinto del poder adquisitivo de sus ingresos.

Milei también contó en las redes antisociales que había dispuesto la adquisición de los aviones F-16 estadounidenses en poder de Dinamarca. Esta ganga se sumará a la chatarra voladora que Macrì compró en Francia. De este modo se dejó de lado la oferta de los cazabombarderos chinos que están en Pakistán. Tanto el jefe de Estado Mayor Conjunto, Xavier Julián Isaac, como quien lo sucedió en la Fuerza Aérea, Fernando Luis Mengo, tienen intensos vínculos con la conducción de la OTAN. Isaac fue agregado aeronáutico en Estados Unidos, donde coincidió con el nuevo jefe de la Armada, contraalmirante Carlos María Allievi. Mengo fue agregado en Londres.

En ambas designaciones se ve la mano del jefe de gabinete Nicolás Posse y del brigadier retirado Jorge Antelo, Secretario de Estrategia Nacional de la Jefatura. Posse proviene, como el Presidente, de la Corporación América, de Eduardo Eurnekián. Estos jefes se pronunciaron en favor de la compra de los aviones caza estadounidenses F-16, y no de los Thunder chinos, por los que se inclinaban el ex ministro de Defensa Jorge Taiana y el ex Jefe de Estado Mayor Conjunto, Juan Martín Paleo, quien fue agregado en Beijing y prefería los JF-17, ofrecidos por China, en una operación que involucraría a Pakistán. Es cierto que los F-16 son algo menos caros, y como se escucha a menudo, no hay plata. Pero tienen la misma antigüedad que la democracia argentina y tal vez estén igual de cachuzos. En cualquier caso, no sirven para disuadir al único país que la Argentina necesita disuadir, que es Gran Bretaña, como aprecia el ex ministro de Relaciones Exteriores y de Defensa, Jorge Taiana. Sólo la incorporación de las máquinas chinas obligaría al Reino Unido a tener en las islas más aviones y mayores gastos en Defensa.

Mientras Milei decide este despilfarro escandaloso en rezagos que hacen reír a quienes usurpan parte del territorio nacional, Victoria Villarruel confiesa que deseaba organizar un gran desfile militar el 2 de abril, pero que por falta de recursos deberá conformarse con un acto en el Senado.

 

 

 

 

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