Unidad contra el ajuste
Rechazo de CTERA al decreto, defensa de la democracia y los derechos sociales
Desde la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) consideramos que el DNU presentado por el Presidente Javier Milei significa un brutal avasallamiento de todas las conquistas en materia de derechos sociales que el Pueblo Argentino fue logrando a lo largo de la historia.
Los argumentos de la “necesidad” y de la “urgencia” de este decreto de 366 artículos no responden a ninguna situación excepcional que justifique pasar por alto los procedimientos democráticos para la sanción de leyes, tal como lo establece la Constitución Nacional. En realidad responden a los requerimientos de este nuevo gobierno de extrema derecha, que planteó lisa y llanamente hacer los cambios estructurales y los ajustes de la manera más brusca y rápida posible.
Este DNU, que no deja ni un derecho por vulnerar, no es ni más ni menos que el decálogo del modelo neoliberal en lo económico y neoconservador en lo político reflejado en un cuerpo normativo con forma de decreto. Es por ello que desde nuestra organización sindical salimos a repudiar y a exigir que se dé marcha atrás con todas las medidas anunciadas; y que, con los tiempos de la democracia, se establezcan proyectos de ley que puedan ser discutidos en el seno de las instituciones democráticas, que tanto hemos defendido a lo largo de estos últimos 40 años.
Este DNU, presentado por un Poder Ejecutivo que se arroga facultades extraordinarias prohibidas en el artículo 29 de la Constitución, es una amenaza directa hacia la clase trabajadora, que de manera autoritaria pretende cercenar derechos laborales y convenios colectivos de trabajo, y limitar las libertades jurídicas sindicales, como el derecho a huelga. Además significa un retroceso para todo el sector pasivo, especialmente para las y los jubilados docentes, que sufrirán un brutal ajuste en las cajas provinciales y nacionales.
El sector educativo también se ve afectado por este DNU, planteando la idea de convertir a la educación en un “servicio esencial”, como cualquier otro servicio, que se vende y se compra, lo que en el fondo no hace más que abrir de par en par las puertas a la privatización y mercantilización educativa.
Desde la derecha falazmente definen a la educación como servicio “esencial” porque lo que en realidad buscan es limitar el derecho a huelga, la posibilidad del reclamo legítimo de las trabajadoras y los trabajadores sobre las condiciones laborales; y por eso el rechazo es categórico desde nuestra organización sindical.
Pero nuestro planteo va más allá de las demandas sectoriales, porque el conjunto de estas medidas buscan destruir los sistemas públicos de educación y de salud, el modelo productivo basado en el crecimiento de la industria nacional, el sistema solidario de previsión social, entre las principales cuestiones, lo que terminará, más temprano que tarde, en más desigualdad, más pobreza, más desocupación, más precarización laboral, más injusticia, y significará el fin de cualquier resquicio de soberanía nacional.
En definitiva, nos oponemos a la imposición de un modelo de ajuste, basado en la extinción del Estado como garante de derechos.
Desde la CTERA nos dirigimos a toda la sociedad invitando a construir alternativas desde la solidaridad porque la apertura indiscriminada de las importaciones no afecta sólo a un sector, nos afecta a todos y todas; la privatización de las empresas públicas del Estado no afecta sólo a un sector, nos afecta a todos y todas; la eliminación de la ley que restringe la compra de tierra a los extranjeros no afecta sólo a un sector, nos afecta a todos y todas; y así con cada una de las medidas que en el fondo no hacen más garantizar que los ricos sean cada vez más ricos y que los grupos concentrados se apropien de lo público y maximicen sus ganancias a costa del hambre del pueblo.
Desde nuestra perspectiva la salida no es con más mercado, más desigualdad y más pobreza, la salida es con más Estado, más solidaridad y más distribución justa de la riqueza.
Por eso convocamos junto a todos los espacios y organizaciones populares a una gran movilización social y a construir las bases de un plan de acción que nos permita resistir en unidad la prepotencia y la violencia con la que este gobierno comenzó su mandato. Porque tal como lo manifestó el diputado nacional y secretario general de la CTA, Hugo Yasky: “Las y los argentinos no nos vamos a dejar llevar por delante por más prepotencia que quieran mostrar. La prepotencia de los ricos hace mucho tiempo que la soportamos. El revanchismo de los ricos hace mucho tiempo que lo soportamos. Nosotros no queremos un rey en la Argentina. No hay monarquía, hay democracia. El DNU se discute en el Congreso o no va a existir”.
* La autora es secretaria general de CTERA.
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