El dinero-energía

 

“Tenemos que encontrar los argentinos un instrumento que vuelva a colocar una unidad de cuenta, una moneda de reserva y una moneda de transacción en la República Argentina, si no hacemos esto, estamos sonados, sonados, venga quien venga”

Cristina Fernández de Kirchner, Ensenada, 2 de julio de 2022

 

El instrumento que sea unidad de cuenta, moneda de reserva (de valor) y moneda de intercambio es un dinero de tecnología monetaria completa, como lo fue el dólar desde la posguerra hasta el 15/8/1971. Desde ese día, la tecnología monetaria discontinuó su evolución y, perversamente, involucionó a favor de la usura y la especulación financiera.

Cuando hablamos de tecnología monetaria, no nos referimos al soporte (papel, tarjeta, digital, etc.), nos referimos a las dos tecnologías dinerarias posibles: con respaldo o sin respaldo.

 

 

Historia previa

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se acordó —en Bretton Woods— que el dólar, que ya era la moneda de transacción más usada, sería unidad de cuenta por su casi invariable poder adquisitivo y porque, al tener respaldo en oro, permitía que fuera también moneda de reserva.

El dólar de posguerra fue lo más parecido al instrumento pedido por Cristina en Ensenada el 2 de julio del año 2022.

La economía mundial y la financiarización necesitaron pervertir esas características virtuosas del dólar de posguerra, al reclamar mucho más dinero que el que habilitaba emitir la cantidad de oro disponible.

Cuando el oro almacenado en Fort Knox no fue suficiente para saldar los intercambios comerciales deficitarios de Estados Unidos, sumado al crecimiento de los costos de la guerra de Vietnam, el entonces Presidente Nixon, el 15 de agosto de 1971, retiró “transitoriamente” el respaldo oro al dólar y lo transformó en dinero fiduciario, cuyo “resguardo” fueron los petrodólares y, cuando fue necesario, los portaviones.

El dólar perdió ese día dos de sus funciones más importantes: unidad de cuenta (una unidad no debe cambiar de valor) y moneda de reserva (la onza troy, que en ese entonces tenía un precio de 35 dólares, hoy tiene un precio que oscila alrededor de los 2.000 dólares).

La tecnología monetaria del dólar involucionó al convertirse en dinero fiduciario (sin respaldo).

 

 

 

El bi-monetarismo en la Argentina

El bi-monetarismo fue impulsado durante la dictadura: dos dineros —dólar y peso—, ambos sin respaldo. Ese bi-monetarismo se potenció en los sucesivos gobiernos y fue usado de diferente modo por la sociedad, por la importación para la industria y por los especuladores financieros de aquí y del exterior.

El bi-monetarismo daña la economía popular produciendo inflación a través de las devaluaciones y la especulación financiera que favorece.

 

 

Dinero energía: el instrumento

Perdido el dólar como el instrumento de tecnología monetaria completa, la emisión de un dinero con respaldo puede darnos un nuevo dinero que sea unidad de cuenta y moneda de reserva

La comunidad internacional acordó hace muchos años —entre otras— las unidades de longitud, peso y energía eléctrica.

La unidad de longitud —el metro— permite valorar longitudinalmente los objetos físicos.

La unidad de energía eléctrica permite valorar energéticamente la producción y consumo de energía eléctrica, sobre la base de su valor unitario, invariable en el tiempo, en todo el mundo: el kilowatt-hora.

Defino el dinero-energía como dinero respaldado en energía-eléctrica que cumple las tres funciones del dinero: unidad de cuenta: $kWh, moneda de reserva (con un billete de 1.000 $kWh siempre se puede pagar una factura de 1.000 kilowatts-hora de energía consumida). Como todos los dineros sirve como moneda de transacción.

En el AMBA, cuando un usuario no paga la energía que consume, las empresas Edesur y Edenor le instalan un medidor inteligente que habilita el consumo de energía eléctrica, con una tarjeta que se carga con kilowatts-hora pagados con pesos argentinos. Una vez que la tarjeta se carga, esos kilowatts-hora no cambian de valor energético-monetario.

Si las distribuidoras eléctricas de cualquier lugar vendieran por adelantado los kilowatts-hora (kilowatts-hora a futuro), cualquier persona que los comprara, incorporaría a su fortuna personal dinero que no se desvaloriza.

 

 

Implementación en la provincia de Buenos Aires

Si la provincia emitiera dinero-energía, compensaría superavitariamente la falta de dinero que no enviará nación mediante la traducción de la riqueza energética bonaerense en moneda.

La implementación de esta moneda con respaldo en la energía eléctrica es simple, gradual, de uso voluntario, y se impondrá por su valor adquisitivo invariable (o por aplicación de la ley de Gresham).

No necesita ningún marco legal para establecerse, pues puede considerarse como una compra-venta de energía a futuro.

 

 

Proceso simple y gradual de instalación del dinero-energía

1) Se emiten billetes de dinero-energía expresado en nominaciones desde 1 $kWh hasta 1.000 $kWh o más.

2) Las distribuidoras eléctricas de toda la provincia de Buenos Aires pueden comprar esos billetes al precio de costo local del kilowatt-hora.

3) Las distribuidoras ofrecen en venta esos billetes a su comunidad de clientes.

4) En un tiempo indefinido en el que convivirán las tres monedas: dólar, peso y kilowatt-hora, este último funcionará como medio de intercambio, unidad de cuenta y moneda de reserva. Su empleo será voluntario, mientras que el peso y el dólar se seguirán usando como se usan actualmente, como moneda de transacción o para la especulación financiera.

5) La sociedad bonaerense decidirá en un tiempo indefinido con qué dinero realizará sus transacciones y ahorro.

Asimismo:

• Los subsidios al consumo eléctricos de quienes lo necesiten —en la provincia— se harían con dinero $kWh.
• El Banco Provincia podrá abrir cuentas paulatinamente en $kWh.
• Los ciudadanos podrán comprar voluntariamente y sin límite dinero $kWh.

 

 

Todos se benefician

La distribuidora: recibe un crédito en pesos nacionales, sin interés y al precio de venta al cliente. Luego lo devuelve con kilowatts-hora-energía, a su precio de costo.

El cliente comprador: obtiene un dinero que conserva su valor energético-monetario indefinidamente.

La comunidad: dispone de un dinero con respaldo superior al dólar para el ahorro.

Los billetes $kWh adquiridos puede aplicarlos de 3 diferentes modos:

• Ahorrarlos como una reserva de valor monetaria invariable indefinidamente.
• Pagar su factura (sin sufrir aumentos de precio en pesos) sin límite en el tiempo.
• Convertirlo en pesos con solo verificar en la factura la relación pesos nacionales y el $kWh (dividiendo el monto en pesos por los kilowatts-hora-energía consumidos).

 

 

Ventajas de un respaldo en energía eléctrica en comparación con otras opciones como el oro o el sistema fiduciario actual

 

• A diferencia del sistema fiduciario, la moneda tendría un valor energético monetario ya consensuado a nivel global.
• La energía eléctrica no necesita ser almacenada para ser respaldo. Es respaldo mientras se genera, se transporta y cuando se consume.
• La calidad del patrón no requeriría ser testeada como sucedía con el oro respeto a su pureza, los kWh son siempre iguales.
• La política monetaria sería independiente de cualquier uso arbitrario por parte de los gobiernos o los bancos centrales, como sucedió con el oro y como viene sucediendo en el caso de las monedas fiduciarias.
• El volumen de moneda en circulación estaría estrechamente ligado a la actividad económica, en contraposición a lo que sucede con nuestra moneda actual.
• La distribución de los recursos para obtener el patrón (energía renovable) es mucho más equitativa que el oro y el coste de su generación es más estable desde un punto de vista geográfico.

 

 

Trazabilidad del dinero-energía

Para hacer trazables los billetes de dinero-energía desde su origen hasta su uso final, se puede implementar un sistema de seguimiento basado en tecnología de cadena de bloques o blockchain.

 

 

 

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