MUJERES EN FUGA

Patricia Somoza, Fernanda Aren y la crónica de la evasión de cuatro prisioneras de la dictadura

 

Escapar del cautiverio donde lo encerró el enemigo y retomar la lucha revolucionaria es la primera acción que se propone el militante cuando cae prisionero. Los años de resistencia a las sucesivas dictaduras argentinas y latinoamericanas han sido pródigas en fugas tanto colectivas como individuales y 1971 fue su año culminante. En Montevideo, Uruguay, más de un centenar de guerrilleros tupamaros huyeron de la cárcel de Punta Carretas, actual shopping. Ese mismo año, trece reclusas habían hecho lo propio de la prisión de Cabildo, hazaña reiterada un año más tarde por otras treinta y ocho prisioneras. En la Argentina cundió el ejemplo y ese mismo año, a principios de junio, cinco mujeres combatientes del PRT-ERP huyeron de la prisión cordobesa del Buen Pastor. El 26 de ese mismo mes, dos cuadros de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y otras tantas de las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) fugaron de la cárcel custodiada por la misma congregación religiosa en el barrio de San Telmo, pleno centro de Buenos Aires.

Desde 1890 la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor estaba designada a cargo de las cárceles de mujeres, en principio con el propósito de reinsertarlas como empleadas domésticas. Aunque, muy pronto, la identificación y complicidad de la iglesia católica en general y de las monjas en particular con los poderes de turno fue incrementándose. Hasta principios de los años '70, cuando las sucesivas fugas forzaron a las dictaduras a apartarlas de la función. Entre estos últimos acontecimientos resultó determinante el escape de las cuatro militantes (una quinta, del Partido Comunista, se negó a sumarse por no compartir los lineamientos políticos) el 26 de junio de 1971. Precisamente tal es la historia que relatan pormenorizada al detalle las docentes e investigadoras Patricia Somoza (Buenos Aires, 1958) y Fernanda Aren (Buenos Aires, 1968) en Operación Capeletti (título —el de la acción guerrillera— anacrónico, si los hay).

 

Una de las autoras, Patricia Somoza.

 

Cuatro organizaciones armadas participaron de la irrupción al Instituto Correccional de Mujeres del barrio de San Telmo. A las detenidas implicadas de las FAP y las FAL se sumaron como apoyo externo militantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y Montoneros. La protagonista más relevante fue Amanda Peralta, La Negra, entonces de 31 años, quien en 1968 fue la única mujer que participó del frustrado foco guerrillero de las FAP en los montes tucumanos de Taco Ralo. Aquella fría mañana en la cárcel de San Telmo también se dieron a la fuga Marina Malamud de las FAP, Ana Papiol y Ana María Solari, ambas de las FAP. Cuatro combatientes fueron parte del grupo de asalto, tres estuvieron a cargo de los vehículos de escape, una en la posta telefónica y otros siete en las tareas de inteligencia y soporte.

Tanto personal del penal como colaboradores y testigos se prestaron a la reconstrucción de los acontecimientos, cimentado mediante un tan prolijo como exhaustivo relevamiento de las abundantes notas periodísticas y expedientes judiciales. Profuso material bien aprovechado por Somoza y Aren al componer una muy ágil narración de ritmo novelesco y elasticidad en el lenguaje, incorporando giros y modismos propios de las fuentes utilizadas. De tal modo brindan al lector una referencia precisa acerca del origen de la información, sin procurar recurrir a la tediosa jerga académica donde se licúa toda diferencia. Modalidad periodística, habla coloquial propia del testimonio directo, impostura judicial, van conformando un original circuito descriptivo, ameno a la lectura, transparente en sus referencias, original en su composición.

 

Una de las autoras, Fernanda Aren.

 

Con el prudente decoro de relevar acontecimientos históricos recientes en los que hubo muertos, heridos, tortura, cárcel, ausencias, clandestinidad, exilios, distancias y poco tiempo después desapariciones, más tortura y robo de bebés, las autoras logran reproducir cotidianidad y profundidad política. Vísperas del retorno de Juan Domingo Perón, la primavera camporista, la liberación de los presos políticos, en fin, el furtivo avance del campo nacional y popular, desató un impasse en las ofensivas desatadas por las organizaciones armadas. La confluencia de estas, sintetizadas por las de FAR y Montoneros bajo la hegemonía de esta última, opacó sin extinguir una serie de discusiones en torno al futuro accionar. Mientras algunas fuerzas instaban a subordinarse a las directivas de Perón, otras se inclinaban a obviarlo a fin de proseguir el rumbo hacia el socialismo. Sin descontar las escalas intermedias, el debate al respecto continuó en los tiempos subsiguientes al interior de las columnas en que se habían reconvertido las respectivas guerrillas. “A mediados del '72 las disidencias políticas en las FAP se acentúan y consolidan en un debate interno que supieron llamar ‘Proceso de Homogeneización Compulsiva’ —un nombre de reminiscencias biologistas y soviéticas, una suerte de pasteurización radicalizada con la que se pretende unir componentes que no se pueden mezclar fácilmente entre sí— y de esa puja surgen definitivamente dos grupos bien delineados: los ‘oscuros’, que aspiran a un movimiento con Perón, y los ‘iluminados’ por el materialismo dialéctico, que no adhieren a la figura del líder”.

Aspectos olvidados de la historia de las luches populares, Somoza y Aren dan cuenta de muchos de sus pormenores al repasar las vicisitudes que debieron atravesar las combatientes fugadas, las militancias asociadas a ellas, familiares comprometidos y grupos de apoyo. En este aspecto, Operación Capeletti funciona en modo crónica y al mismo tiempo reservorio de historia reciente. Los vasos comunicantes entre ambas perspectivas son la narración intimista, el relevamiento institucional y la acción efectiva propiamente dicha. La narración arranca con el diálogo entre las reclusas dentro de su celda común, poco antes de iniciarse la fuga. Pasa por la actividad de la directora del penal y la congregación católica —no sin ironía— encargada de “mejorar almas extraviadas con el ejemplo y la instrucción persuasiva”. La práctica ejemplar era la complicidad plena con todos los estamentos del poder dictatorial y la instrucción aquella que reproducía el orden militar. Completa el cuadro un racconto de las acciones militantes que llevaron a las reclusas a la prisión, para cerrar con los primeros pasos del asalto al presidio. Un panorama tan cinematográfico como despectivamente perfecto.

Las connotaciones con los procesos políticos nacionales, tan necesarias para interiorizarse del contexto de sucesos ocurridos hace medio siglo, surgen alternándose con las anteriores secuencias. En el campo popular, entre tanto, el desfasaje con las prácticas sociales de los grupos de poder se disocia de modo creciente. En este aspecto, las autoras destacan cómo las guerrilleras resultan en gran modo representativas: provenientes de una clase media cuya movilidad ascendente fue cercenada, de unos 25 años promedio, un par con título universitario, nunca en su vida votaron. Esto motivó que pasaran de leer acerca de las luchas revolucionarias triunfantes en el mundo, a practicarlas. Con el peronismo proscripto, ninguna “lucha electoral era posible. Pero la política, ahora, tiene otra lógica, la lógica de la guerra. Y la guerra es contra el poder autoritario”. Eran tiempos violentos.

El exilio y las prácticas sociales en torno a los Derechos Humanos fue el destino de buena parte de los sobrevivientes de aquella fuga. Algunos miembros de los grupos de asalto y apoyo fueron desaparecidos por los grupos de tareas de la ESMA. Los nombres verdaderos y trayectorias son relevados por Patricia Somoza y Fernanda Aren con lujo de detalles, rigor político y profundidad histórica. Leer Operación Capeletti hoy -justo hoy- alecciona acerca de lo que sucede cuando, por arbitrio de cualquier autoritarismo, se cercena por generaciones la voluntad popular, los derechos adquiridos y los avances sociales. Cuando se olvidan las luchas muchas veces sangrientas que fueron necesarias a fin de reconquistar el voto universal, secreto y obligatorio, herramienta privilegiada contra el fascismo.

 

 

FICHA TÉCNICA

Operación Capeletti, la increíble historia de la fuga de la cárcel de mujeres de San Telmo

Fernanda Aren y Patricia Somoza

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Buenos Aires 2023

312 páginas

 

 

 

 

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