Un grito

En un país devorado por el realismo mágico, las decisiones del 19 determinan vida o muerte

 

La envergadura de la remontada de Sergio Massa fue la gran sorpresa de las elecciones nacionales del 22 de octubre. El porcentaje de Javier Milei había sido el hecho impactante de las primarias del 13 de agosto. A su vez era previsible, casi certeza, que la coalición que no entraría al balotaje iba a implosionar. Juntos por el Cambio se extinguió el domingo, haciendo su peor elección (4,17 puntos menos que en las primarias), aunque el certificado de defunción se extendió tres días más tarde. Es muy probable que si ese tercer lugar lo hubiese ocupado Unión por la Patria, la implosión se hubiera producido en el seno de esta agrupación, resultando mucho más conmocionante porque está en el gobierno y su prolongación hubiera sido penosa con muchas dificultades para llegar al 10 de diciembre. Esta situación puede llegar a darse si Massa es derrotado en la segunda vuelta.

Un vocero de Juntos por el Cambio y propagandista de Mauricio Macri, el periodista Joaquín Morales Solá, escribió en La Nación del 1 de noviembre con el título “El prematuro final de Juntos por el Cambio”: “No hay forma de llamar a las cosas con otro nombre. Es un punto final. Punto. Ocurrió que sus principales dirigentes decidieron certificar la muerte de una coalición que tuvo ocho años de vida, a veces exitosa y fiel.”

Una síntesis precisa pero insuficiente para caracterizar las elecciones, es decir que en las primarias privó la bronca y en la elección nacional el miedo. La gran incógnita es qué será lo que se privilegiará en el balotaje. En las primarias, la disconformidad y el enojo se exteriorizó a través de un personaje que por sus características personales y sus propuestas descabelladas permitirá en el futuro analizar minuciosamente qué pasaba en la sociedad argentina en el 2023. ¿Será cierto lo que dice el filósofo e historiador búlgaro Tzvetan Todorov, que “un país que ha tenido campos de concentración, tiene el corazón comido por gusanos”?

En las elecciones nacionales, donde es más complicado jugar a la ruleta rusa, Milei conservó su porcentaje, pero al no considerarse los votos en blanco, con relación a las primarias, bajó realmente su porcentaje. Como sus expectativas era de máxima ganar en primera vuelta y de mínima acercarse al 40%, el estar levemente debajo del 30% provocó una poderosa conmoción interna. La crisis simultánea en La Libertad Avanza y en Juntos por el Cambio llevó a un acercamiento vertiginoso entre Macri, Bullrich y Milei, produciendo las fracturas expuestas y la defunción de la ex Cambiemos y deserciones y decepciones en La Libertad Avanza.

Se dio entonces una página de realismo mágico a lo que la política y la historia nacional nos tiene acostumbrados, por lo que un género literario que convoca a la fantasía desbordante se transforma en nuestro país en literatura realista.

Actuando en el papel que mejor interpreta, el de patrón de estancia, Mauricio Macri convocó a su domicilio en Acassuso a Javier Milei y su hermana. El León fue, demostrando su absoluto amateurismo. Milei había sido el que entró al balotaje y políticamente debía jugar de local con relación a quien no había apoyado más que a regañadientes a su candidata formal Patricia Bullrich, que había consumado una pésima elección nacional. Macri —“El Ángel Exterminador”, como lo calificó el escritor y periodista menemista Jorge Asís— estaba por concretar su plan estratégico: había erosionado a Horacio Rodríguez Larreta apoyando a Bullrich, a la que inmediatamente le sacó su apoyo real aliándose clandestinamente con Javier Milei que representaba mejor la disconformidad y bronca de diferentes sectores del electorado, incluso muy pobres que históricamente eran peronistas, fundamentalmente a los jóvenes varones menores de 40 años. Mal actor, el día del segundo puesto de Bullrich en las PASO, felicitó al triunfador de La Libertad Avanza. Pero Macri es tan mal intérprete como poseedor de un grado de perversidad que lo ubica entre los mejores rankeados de los antihéroes de nuestra historia. En un extraño momento de sinceridad en su trayectoria construida ladrillo a ladrillo con mentiras, dijo que el partido de Milei era fácilmente infiltrable. El León convertido como dijo Myriam Bregman en un gatito mimoso, considera a los empresarios los héroes de una sociedad regida por el “dios mercado”; y jugando de visitante, se postró ante el empresario cuyas debilidades son el poder, los negocios y las escuchas. Así es que le intervino a La Libertad Avanza conformado con la utilización de varias ambulancias que recogieron heridos y figuras políticas menores en la que no faltaron, según diversas denuncias, la venta de cargos que le permitieron pasar, posiblemente, de un departamento que su padre le regaló en el Once a su actual residencia en un country. Su admiración hacia el empresario lo lleva a dirigirse a él como Presidente, sin tuteo, ante la mirada socarrona de los habituales compañeros de Macri que lo llaman directamente Mauricio. Todavía no ha trascendido si le pidió autógrafos.

A partir de ahí Macri hizo una intensísima recorrida por los medios tratando de desmentir a su ex asesor Jaime Durán Barba, que le pronosticó que terminaría “liderando un pequeño partido del Barrio Norte”.

 

 

Si Patricia Bullrich prometía que en caso de ganar vendría un futuro difícil y cruel, garantizando a sus seguidores la concurrencia a un velorio, Macri no es más alentador con su candidato: “Tenemos todas las incertidumbres, no lo conocemos, nunca gobernó… Vas en un auto a 100 kilómetros y te vas a chocar con el paredón y sabés que te matás, entonces te tirás del auto. ¿Vas a sobrevivir? Qué se yo, pero tenés una chance” En síntesis: votar a Milei es como tirarse de un auto que va a más de 100 kilómetros por hora. Como se puede apreciar, un mensaje que es una exhortación a la tranquilidad.

Realismo mágico. A las 48 horas de salir tercera y erosionada por Macri, para decirlo amablemente, la presunta Dama de Hierro, en realidad de Lata, hizo alianza con su saboteador y juntos tomaron la decisión de apropiarse de La Libertad Avanza. En la conferencia de prensa que dio Bullrich al día siguiente, comparó el abrazo de la noche anterior con quien la acusó de terrorista y de poner bombas en los jardines de infantes, con el abrazo Balbín- Perón del 18 de noviembre de 1972. Perón había encarcelado a Balbín el 11 de marzo de 1950, lo indultó 11 meses después y aunque Balbín lo rechazó, quedó en libertad el 2 de enero de 1951. Cuando se abrazaron un día después del regreso del fundador del peronismo proscripto durante 17 años, habían pasado 22 años de la detención del jefe radical. La comparación de Bullrich entre ambos abrazos, 48 horas después de la larga metralla de explosivos insultos, es tan descabellada y miserable como fue slogan principal de campaña: “Te propongo terminar con el kirchnerismo de verdad y para siempre”. Grandilocuente, la reiterada ministra de diferentes gobiernos citó a San Martin justificando su abrazo porque “la Patria está en peligro”.

En otra muestra de realismo mágico, Milei adoptó después de su rendición el lenguaje de su reciente aliado sobre el kirchnerismo y el camino a Venezuela, archivó como bandera principal la casta, tomó el slogan electoral de Juntos por el Cambio del 2019 “Sí se puede”, al tiempo que Bullrich incorporó a su relato el de Milei del estallido y que explote todo antes del 19 de noviembre. Este acuerdo produce la explosión de uno anterior entre Milei y Barrionuevo el que renunció invocando argumentos febriles: «En la vida la dignidad no se vende ni se negocia y por más de que se proclame lo contrario no todo es lo mismo”.

El embrión del acuerdo del PRO y la Libertad Avanza está posiblemente en la Carta de Madrid del 26 de octubre del 2020, agrupamiento de la derecha hispano-americana que entre otras cosas dice: “Más de 700 millones de personas forman parte de la Iberosfera, una comunidad de naciones libres y soberanas que comparten una arraigada herencia cultural y cuentan con un gran potencial económico y geopolítico para abordar el futuro… Una parte de la región está secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países. Todos ellos, bajo el paraguas del régimen cubano e iniciativas como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, se infiltran en los centros de poder para imponer su agenda ideológica. La amenaza no se circunscribe exclusivamente a los países que sufren el yugo totalitario. El proyecto ideológico y criminal que está subyugando las libertades y derechos de las naciones tiene como objetivo introducirse en otros países y continentes con la finalidad de desestabilizar las democracias liberales y el Estado de Derecho. El avance del comunismo supone una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de nuestras naciones, así como para las libertades y los derechos de nuestros compatriotas”.

Entre otros firmantes: Javier Milei, Victoria Villarruel, Alejandro Fargosi, Consejero de la Magistratura de la Nación; Alfredo Schiavoni, Juan Aicega, Julio Sahad, Hernán Berisso, Carla Piccolomini, Francisco Sánchez, Waldo Wolf, diputados del PRO; Hilda Molina, médica cubana radicada en la Argentina; economista liberal José Luis Espert; Luis Rosales, periodista que integró la fórmula presidencial de Espert; Pablo Torello, diputado, integrante de la Mesa Judicial del PRO, Alberto Assef, diputado asociado al PRO. Como dato de color adicional, también lo firma Giorgia Meloni, actual Presidente del Consejo de Ministros de la República Italiana, que se describe a sí misma como cristiana y conservadora y defiende a Dios, la patria y la familia.

La Carta embiste sobre un fantasma inexistente como el comunismo de la misma forma que Bullrich y ahora Milei centran como enemigo a extirpar a un kirchnerismo en su etapa más débil. Sergio Massa nunca fue kirchnerista, peronista, adversario o aliado alternativamente, y mucho menos, como dijo un joven periodista muy bien pago, “con su triunfo vamos camino de ser Cuba”.

El sociólogo radical Andrés Malamud en su momento ironizó: “Elegir a un fascista de verdad, creyendo que es mentira, por miedo a un comunismo de mentira que creen que es verdad”.

 

La protohistoria del Acuerdo (golpe) de Acassuso

Milei y Macri tienen una autora y un libro de cabecera. Es Ayn Rand y el libro es La rebelión de Atlas, que fue escrito entre 1946 y 1957 por Alissa Zinovievna Rosenbaum, conocida como Ayn Rand, en un escenario donde Estados Unidos tiene una profunda decadencia. El motivo, como es lógico en la concepción filosófica de la autora, es el excesivo intervencionismo del gobierno. Divide a la sociedad estadounidense en dos clases: la de los «saqueadores» y la de los «no saqueadores». Los «saqueadores» están integrados por la clase política (en su relato, místicos del músculo) y los cultos religiosos (místicos del espíritu) que sostienen que toda actividad económica debe estar regulada y sometida a una fuerte presión impositiva. Los «no saqueadores» son hombres emprendedores, los capitanes de empresa y los intelectuales que piensan que la solución está justamente en todo lo contrario. Entre ellos surge un movimiento de protesta que se concreta en un lock-out, acompañado de sabotajes y desapariciones misteriosas de empresarios y emprendedores.

El líder de la sublevación es John Galt, que desde su escondite en las Montañas Rocosas, mueve todos los hilos. La novela termina cuando los empresarios deciden abandonar su escondite y marchan a los centros de decisión económicos, encabezados por el dólar, símbolo que Galt ha elegido como estandarte de su particular rebelión.

El título La rebelión de Atlas le fue sugerido a Rand por su esposo, el actor Frank O’Connor, para identificar a los empresarios con la figura del titán de la mitología griega que carga a sus espaldas los destinos del mundo, como la estatua que simboliza el Rockefeller Center. Hasta ese momento, ni siquiera en los Estados Unidos a alguien se le había ocurrido la hipótesis de que los empresarios y el Estado fuesen antagónicos.

En su novela, Ayn Rand intenta demostrar que los Estados Unidos no podrían sobrevivir sin la razón y la creatividad individual, expresada en términos materiales con el ejercicio del comercio libre.

Es lógico entonces que Mauricio Macri se sienta como el héroe John Galt y Milei, que considera a los empresarios la viga maestra de su modelo de país y que siempre fue un empleado jerarquizado, adopte una actitud de extrema genuflexión ante Macri. Encima el dólar, símbolo de Galt, le debe producir un amor inconmensurable.

Galt-Macri siempre se manejó como el dueño de todas las cosas. De una formación precaria a pesar de haber tenido todas las posibilidades materiales, como si tuviera una protección de amianto a la cultura, con una articulación precaria fundó un partido con el que consiguió en cuatro años ser jefe de gobierno de CABA y en doce fue Presidente de la Nación. Ahora ha hecho una pirueta que si fracasa lo dejará desamparado políticamente y jubilado anticipadamente, pero si resulta exitoso rápidamente se le endilgará la categoría de estadista, aunque el fracaso de gestión previsible lo devolverá posiblemente al penoso final de su presidencia.

Galt-Macri fue expuesto al desnudo por Emilio Monzó, el habilidoso político y propagador de la rosca política que trabajó para Macri exitosamente durante varios años. En un reportaje en Perfil del 1-12-2019 con Jorge Fontevecchia, relatando su primer encuentro con el hijo de Franco, dijo: “Es raro que en política alguien te invite a un almuerzo y a la hora del café te diga que te podés ir. Cuando salí del encuentro, hablé con mi mujer y le dije que tenía la sensación de haber entrado a una empresa”.

Está claro entonces que Macri acordó la contratación de un CEO para intentar gobernar, si La Libertad Avanza triunfa, en una remake de derecha extrema de un antiguo slogan peronista que en actualidad se transforma en: “Milei al gobierno, Macri al poder” Hay una diferencia abismal: Perón en marzo de 1973, en los hechos proscripto, era el político más importante y popular. Aquí Macri tiene que ir encolumnado detrás de un excéntrico, con fuertes desequilibrios y meteórica y sorprendente carrera política, porque el grado de rechazo social a su persona es de alrededor del 75%.

 

La experiencia libertaria en Estados Unidos

Grafton 2004. Estado de New Hampshire, en el noroeste de los Estados Unidos, cerca de la frontera con Canadá. A un pueblo de 1.000 habitantes llegan 200 libertarios porque en ese Estado no se pagaba impuesto a las ventas, algo parecido al IVA, no era obligatorio el cinturón de seguridad y no existía regulación en materia de construcción. Imaginaron el proyecto “Ciudad Libre”, una sociedad absolutamente libre de impuestos y de regulaciones estatales.

Hubo pronto un enfrentamiento con los habitantes del lugar porque proponían el derecho a traficar drogas, negociar partes del cuerpo humano, portar armas y también el canibalismo consensuado. (Esto todavía Milei no lo ha propuesto.) Además no aceptaban impuestos y ningún tipo de reglamentación. No debía haber restricciones, ni siquiera para andar desnudo en público. Consiguieron rebajar los impuestos al mínimo. El único policía, como consecuencia, no tenía presupuesto para cargarle nafta al móvil. Intentaron que fuera reemplazado por vecinos armados. Los bomberos remunerados pasaron a ser exclusivamente voluntarios. La basura dejó de levantarse regularmente, por lo que los osos de los bosques de los alrededores bajaron a la parte urbana, comiéndose a los animales domésticos y metiéndose en las casas. Se registraron los primeros homicidios, hubo un aumento del narcotráfico y se instaló un laboratorio de metanfetaminas. En el 2016 concluyó esta experiencia con una comunidad arruinada, con los osos paseándose por sus calles mientras los libertarios emprendían el éxodo hacia lugares con servicios públicos sólidos. Sobre el tema hizo una investigación y publicó un libro el periodista estadounidense Matthew Hongoltz-Hetling, bajo el título Un libertario se encuentra con un oso.

 

Un panorama atravesado por la incertidumbre

Para entrar al balotaje, Sergio Massa consumó casi una proeza. Con una campaña medida y segmentada, con decisiones que paliaron parcialmente la devaluación, con números de inflación y pobreza que empalidecen los positivos de desocupación bajísimos y ocupación industrial, del tercer puesto en las primarias con apenas 26% pasó a 36,7%, mientras se derrumbaba Bullrich y no superaba su techo de las primarias Javier Milei. Para obtener este resultado que, siendo una hazaña en este contexto, significa la peor elección del peronismo en su historia yendo unido, fue necesario que sedujera a casi siete de cada diez votantes nuevos y a buena parte de los votantes de los partidos que no superaron el 1,5% en las primarias. Aumentó entre una y otra elección 3.200.000 votos. Fue decisiva la excelente elección de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires, duplicando a sus adversarios divididos.

No se puede evaluar aún las consecuencias de la jugada de Macri-Bullrich apoyando a Milei, cuánto le aporta y cuánto le quita su viraje en el discurso y la alianza con la casta. Como ha dicho el analista Carlos De Angelis: “La mesa está servida. Frente al ballotage, el pronóstico es paradójico. Milei, aritméticamente hablando, podría acceder a la Casa Rosada. En base a los votantes de las generales, necesita unos 5.200.000 votos adicionales, es decir el 75% de los votos sumados de Juan Schiaretti y Patricia Bullrich. Sergio Massa necesita un poco más que la mitad de eso”.

Resulta fundamental para Sergio Massa que por lo menos se mantenga la diferencia en la Provincia de Buenos Aires y que en lo posible lo amplíe y que los intendentes no consideren consolidada su situación y por lo tanto disminuyan el accionar militante. Resulta fundamental incrementar considerablemente el volumen muy magro del resultado electoral en Córdoba, apenas el 13,42%, Mendoza 23,98%, San Luis 27,19%, Mendoza 23,98%.

Contradictoriamente, mientras la figura de Cristina Fernández entra en un cono de sombra, su núcleo duro, La Cámpora, gobierna en tres intendencias del Conurbano y nueve en el resto de la provincia. Reeligió en Quilmes, Mercedes y Carmen de Areco y accede en elecciones notables en Olavarría, Bahía Blanca, Lanús y Azul. A eso se suman Suipacha, Brandsen, Coronel Rosales, Hurlingham, Colón.

El Grito, Edvard Munch. 

Un grito en un país atravesado por el realismo mágico

El grito es el nombre de cuatro cuadros del noruego Edvard Munch de 1893, que tuvo muchas interpretaciones. Ya volveremos sobre él.

Entrando en el mundo esotérico de Javier Milei, como lo que cuenta su ex colaborador político el abogado Carlos Maslatón: “Al presentar su libro hace un año en La Rural, estábamos sentados en primera fila y Karina Milei nos movió una atrás. Los asientos quedaron libres toda la conferencia. Eran para los perros espiritistas que le mandan mensajes de ultratumba y que dirigen a Milei".

Su único biógrafo, el periodista José Luis González, autor de El Loco, la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina,  cuenta entre muchas otras cosas, las tres veces que dice el economista “austríaco” haber visto la resurrección de Cristo; los diálogos que tiene con Conan, el perro muerto, y las charlas con economistas muertos como Murray Rothbard, entre otros, que dice que lo asesoran en algunos temas. Milei cree tener una misión encomendada por «el número 1» (Dios), que es ingresar a la política y ser Presidente de la Nación.

Imaginemos que El grito de Munch fuera premonitorio de la posibilidad de Milei de acceder a la Presidencia. En ese grito están: el horror de una sociedad que permite las ventas de órganos como un mercado más, el tráfico de niños, la privatización de las calles de las ciudades, la sustitución de la obra pública por la privada regida por la tasa de ganancias, las cloacas dejadas a cargo de los ciudadanos con prescindencia del Estado, la propiedad privada de los ríos para evitar la contaminación, los océanos privatizados, la libre portación de armas, la educación pública voluntaria con escuelas sujetas a las leyes de mercado, la salud exclusivamente privada para quien la pueda pagar, con diputados terraplanistas que descreen del calentamiento global y las vacunas, con la ciencia reducida a una oficina con presupuesto empresarial, con las universidades ahogadas, con las jubilaciones vueltas a la irracionalidad de las AFJP, dinamitado el Banco Central y dolarizada la economía, planteada como una panacea que nos convertiría en 35 años en Estados Unidos, pero con mucho más probabilidades de terminar siendo Islas Marshall, Micronesia, Palau, Timor Oriental o Zimbabue, privatizadas todas las empresas estatales, donde se considera al Estado el enemigo principal al punto de calificarlo desde una organización criminal a un pedófilo. Con la libre entrada y salida de capitales y mercaderías, con lo que el país sin industrias es convertido en un garito, con las pymes arrasadas y los recursos naturales regalados. Con la amputación generalizada de derechos, privilegiando la misoginia, la discriminación y la violencia. Con el intento de convertir a los genocidas en patriotas, a los torturadores en perseguidos, a los apropiadores de bebés en generosos padres, a los asesinos en héroes y a los instigadores económicos en inocentes palomas. Con la represión para el que piensa distinto, considerado enemigo, y el orden como bandera. Rompiendo relaciones con los principales mercados como China y Brasil y además con el Vaticano. Trasladando nuestra embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Entregando las Malvinas a sus residentes ocupantes. Que este personaje se conmueva —y es comprensible— con el Museo del Holocausto y al mismo tiempo ignore o desconozca algunos de los campos de concentración en la Argentina, al tiempo que siguiendo el libreto de su candidata a Vicepresidenta sólo hable de excesos durante el terrorismo de Estado, es una síntesis de su brutalidad e ignorancia.

 

Edvard Munch.

 

El grito va dirigido a vos, empresario. Tal vez tu voto equivocado sea el inicio de las persianas bajas de forma definitiva en tu industria.

Para vos, comerciante que en aras de una economía regida por el Dios-mercado te quedarás sin consumidores.

Para vos, trabajador, que tenés que tener presente que los derechos que hoy existen están sedimentados en larguísimas luchas y muchos compañeros que sacrificaron sus vidas, y que darle el voto a Milei porque considerás que hay que buscar un cambio lleva a recordar a los gladiadores del circo romano que, antes de combatir, se acercaban a la máxima autoridad y le decían: “Ave, César, los que van a morir te saludan”.

Para vos, jubilado, que tal vez ya olvidaste lo que fueron las AFJP, que se quedaban entre el 30 y 40% de tus aportes cuando estabas en plena actividad, en concepto de comisiones.

Para vos, que con tus veinte años estás justificadamente descreído porque no ves futuro y pensás que es mejor que todo estalle y empecemos de nuevo. La democracia tiene infinidad de déficits y defectos y está en deuda con vos y prácticamente con todos, pero te quiero decir que siempre es posible estar mucho peor pero también mucho mejor. Y que las dictaduras, que son la entronización del poder económico sin maquillaje, no son solución. Tenemos una vasta experiencia al respecto, aunque vos hoy no puedas verlo en tu desesperación. Este es un gran país con una historia enorme de argentinos notables, de gestas admirables, de gobiernos que concedieron derechos y alcanzaron un gran nivel de vida, con una movilidad social ascendente como pocas en el mundo. Al mismo tiempo, el posible gobierno de Sergio Massa debe producir cambios profundos y no reducirse a una mera administración de la pobreza. Si no, todo puede quedar a la deriva, porque como dice el arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, “para los pibes de muchos de nuestros barrios, desgraciadamente el futuro se escribe con la letra C: calle, cárcel o cementerio".

Para vos, que estás en el Conicet o en la universidad y creés en el cambio de Milei, seguro que sabés que el suicidio no es un camino hacia la vida.

Para vos, integrante de una vasta clase media que se ha reducido, el amor a tus hijos y tus nietos debería ser suficiente antídoto para que la bronca histórica hacia todo lo que es populismo no te lleve a votar contra su futuro y tu presente.

Para vos, radical de toda la vida, tu antiperonismo no te puede llevar a votar a los que te desprecian, te insultan y se burlan con los peores adjetivos de los hombres que protagonizaron como Yrigoyen y Alfonsín, una historia que merecidamente te enorgullece y que tuvo un hito mundial en el juicio a las tres primeras juntas militares. Victoria Villarruel se sonreirá con sorna cuando le recuerdes que el 30 de octubre de 1983 no fue “una salida electoral, sino una entrada a la vida”.

Para vos, que integras un partido de izquierda, que discutís por una palabra en un manifiesto y sin embargo no identificas las diferencias entre la incógnita de un movimiento popular con muchas limitaciones y una certeza constituida por un programa de demolición, detrás del cual está una coalición de fuerzas antinacionales que incluye desde un ex Presidente de un cipayismo superlativo a los fondos buitres.

Estamos a días de que pueda suceder que en nombre de la libertad se apropien de la tuya en favor de una minoría y que en nombre del cambio construyan una sociedad donde no estas contemplado.

Para vos, que siempre fuiste antiperonista —o antipopulista, como queda más elegante autodefinirse ahora—, recurro a una fábula de Esopo. Dos enemigos se embarcan en la misma nave y para estar lejos el uno del otro se ubican en la proa y la popa. Cuando una tempestad la hace sucumbir, el que va en la popa pregunta por dónde se hundirá. Les responden: por la proa. Entonces piensa que no le importará tanto su muerte, con tal de ver a su enemigo ahogarse antes que él.

Tal vez para que quede más claro aún, para que el odio no nos impida ver: una hormiga, por bronca contra la cucaracha, votó a favor del insecticida. Todos murieron. Hasta el grillo, que se abstuvo de votar.

Para que la Argentina no sea Grafton, el grito de Munch que imagino nos convoca, no debe caer en el vacío. Es un grito que mezcla la alarma con la esperanza.

Es el grito que intenta evitar pasar del realismo mágico a ser protagonistas y víctimas de una catástrofe.

 

 

 

  • Este artículo fue publicado originalmente por La Tecl@ Eñe

 

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