ESTRELLAS Y BANDERAS

La disidencia de Massa con el gobierno y el debate sobre derecho de defensa y derecho internacional

 

En forma elíptica, Sergio Tomás Massa hizo conocer su desacuerdo con la posición fijada por el gobierno argentino acerca de los bombardeos israelíes en Gaza sobre población civil, y en alta proporción infantil. Para ello reprodujo en sus redes antisociales un tuit del senador tucumano Pablo Yedlin. A su vez, Yedlin publicó una foto de Massa, ilustrativa de su posición.

La imagen fue tomada durante el aniversario de  la DAIA, rama judía de Juntos por el Cambio, que convocó a personalidades de distintas fuerzas políticas. Además de Massa, asistieron Patio Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Diana Mondino, los jueces de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti y el embajador de Estados Unidos Marc Stanley. El presidente de la entidad judía, Jorge Knoblovits, reclamó la liberación de los rehenes.

El miércoles, Knoblovits condenó "las críticas vertidas por la Cancillería argentina hacia Israel" y proclamó "su derecho a la defensa tras el ataque terrorista de Hamás, que asesinó a más de 1.400 personas y tiene a 239 secuestrados entre hombres, mujeres, ancianos y niños, de los cuales 21 son argentinos”. La Cancillería no había hecho tal cosa. Su declaración reiteró la "condena en términos inequívocos a los ataques terroristas perpetrados por Hamás y reconoce el derecho de Israel a su legítima defensa". Pero agregó que "nada justifica la violación del derecho internacional humanitario, y la obligación de proteger a la población civil en los conflictos armados, sin realizar distinción alguna". En su lugar, apoyó la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en favor de una "tregua humanitaria inmediata, durable y sostenida, que lleve al cese de las hostilidades".

Es la discusión que se repite de país en país en todo el mundo. Derecho a defenderse no es lo mismo que el ataque masivo y sistemático a la población civil. Se comprende que no hagan esa distinción Estados Unidos, Gran Bretaña y los países de la OTAN, que practican la misma política en todo el mundo. Pero ése no es el caso de la Argentina, cuyo gobierno fijó posición en línea no sólo con Chile, Colombia y Bolivia sino, en primer lugar, con su propia tradición de respeto a los derechos humanos y de apego al derecho internacional humanitario.

Desde el 7 de octubre, la cancillería argentina formuló las siguientes manifestaciones sobre el tema.

  1. El primer comunicado a horas del ataque terrorista de Hamás lo condenó en forma directa y nada dijo de la historia de tensiones entre las partes ni de la causa palestina, lo cual difiere de los pronunciamientos de las naciones de mayor peso de la región.
  2. El 14 de octubre exigió la liberación de todos los rehenes de todas las nacionalidades (lo cual incluye a los argentinos; algo que no aparece en la gran mayoría de comunicados de otros países del área).
  3. El 18 de octubre se expresó contra el ataque al hospital Al Ahli Arab sin señalar su autoría, que inicialmente algunos medios y países asignaron a Israel.
  4. El 26 de octubre la rama judía de Juntos por el Cambio agradeció al canciller Santiago Cafiero la repatriación de argentinos.
  5. El 27 de octubre la Argentina solicitó ayuda a las Naciones Unidas para la liberación de los "rehenes argentinos".
  6. El 28 de octubre, el gobierno reiteró que "que Hamás debe liberar a los rehenes que mantiene cautivos de manera inmediata e incondicional con pleno respeto de sus derechos humanos y del derecho internacional humanitario".
  7. El 1° de noviembre volvió a afirmar "que los rehenes, que siguen siendo víctimas de las acciones armadas, deben ser liberados de manera incondicional y sin dilación por parte de Hamás".
  8. Al mismo tiempo la Interpol de la Argentina y de Israel mantuvieron comunicación y colaboración permanente con Qatar, que intervino en la liberación de dos mujeres estadounidenses.
  9. También siguió en contacto con la Cruz Roja Internacional para la liberación de los rehenes.

 

La banalización del Holocausto

La semana pasada, el embajador israelí ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, se colocó en el pecho una estrella amarilla, como las que los nazis obligaban a llevar a los judíos alemanes, y advirtió: “Cada vez que me miren, recordarán lo que significa permanecer en silencio ante el mal”. De este modo asoció en forma explícita el exterminio de la población judía de Europa en la Segunda Guerra Mundial con los asesinatos de 1.300 israelíes, heridas a 3.300 y captura de 242 rehenes por Hamás, el 7 de octubre. Desde entonces, Israel contabilizó la baja de 7.300 de sus soldados, una cuota enorme, como si la Argentina padeciera 37.000 muertos, dos tercios de la Bombonera. En la Franja de Gaza, el Ministerio de Salud controlado por Hamás informa que más de 9.000 palestinos han sido asesinados.

“Llevaremos esta estrella hasta que despierten y condenen las atrocidades de Hamás”, dijo el embajador. Lo que lo enardeció fue la solicitud de un alto al fuego, formulada en el Consejo de Seguridad de la organización. Erdan dijo que Israel continuaría su campaña hasta eliminar a los nazis de Hamás, y que perseveraría a pesar del "evidente nazismo genocida del Reich islámico de Irán" y su líder supremo, “el führer” Ali Khamenei. Pocas horas después, el director del Memorial del Holocausto Yad Vashem, Dani Dayan, se declaró entristecido al ver a sus colegas diplomáticos colocarse la estrella amarilla. "Esto deshonra tanto a las víctimas del Holocausto como a Israel. La estrella amarilla simboliza la impotencia del pueblo judío y el hecho de que los judíos estuvieran a merced de los demás. Hoy tenemos un Estado independiente y un ejército fuerte. Somos los dueños de nuestro destino. Hoy deberíamos llevar una bandera azul y blanca, no una estrella amarilla”.

 

Embajador Erdan en la ONU: la banalización del Holocausto.

 

Pocas semanas antes de los crímenes de Hamás en la frontera, Yad Vashem y un grupo de entidades judías e israelíes dedicadas a la conmemoración del Holocausto habían firmado una declaración titulada "Dejen de comparar con el Holocausto", para oponerse a las analogías originadas en la izquierda y la derecha dentro de Israel y en las comunidades judías del exterior.

Dayan no es un opositor al gobierno y sus políticas. Todo lo contrario. Nacido en Buenos Aires, emigró a Israel a los 15 años. En sus siete años de servicio en el Ejército, alcanzó el grado de mayor. Fue uno de los promotores de la colonización de los territorios ocupados y presidió el Consejo de sus Autoridades. Sólo renunció para promover la candidatura a Primer Ministro de Beniamin Netanyahu, quien lo designó como representante de los colonos en el exterior. Por su actividad en favor de esos asentamientos, el gobierno de Dilma Rousseff le negó el acuerdo como embajador de Israel.

Un editorial publicado por el diario israelí Haaretz consideró el gesto de Erdan como una "provocación barata". El diario coincidió con Dayan en que "las imágenes y las palabras elegidas por Erdan son gratuitamente ofensivas tanto para los sobrevivientes y las víctimas del Holocausto y niegan la diferencia fundamental con la actual guerra de Israel: que los judíos por fin tienen su propio Estado soberano para protegerlos". Tanto Erdan como Dayan son miembros del gobernante partido Likud. Según Haaretz, colocarse la estrella amarilla habría sido un gesto para el consumo interno partidario, ya que Erdan está preparándose para el relevo de Netanyahu en cuanto cesen las operaciones militares.

En Estados Unidos, la revista The Progressive publicó este dibujo animado del humorista Mark Fiore, ganador del Premio Pulitzer.

 

Las leyendas están en inglés, pero esta es su traducción:

  • Nadie cuestiona el derecho de Israel a defenderse, pero estas son las preguntas que deberían contestarse.
  • ¿Hasta dónde debería llegar Israel para defenderse?
  • ¿Cuántos palestinos más se radicalizan por los bombardeos israelíes?
  • La guerra, ¿ayuda a mantenerse en el poder a Netanyahu y Hamás?
  • ¿Hamás ayudó a los palestinos a vivir en paz?
  • Un alto al fuego, ¿sería de mayor ayuda para Hamás o para millones de civiles?
  • ¿Por qué no podemos condenar la brutalidad de Hamás y la desproporcionada respuesta israelí?
  • ¿Cuántos civiles más morirán antes de que estas preguntas sean respondidas... o al menos formuladas?

 

 

 

 

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