La oleada privatista de los ‘90 alcanzó a la costanera porteña y así fue como perdimos nuestra ciudad balnearia para que los empresarios de la noche hicieran negocios alucinantes con nuestras tierras públicas.
La enorme resistencia ciudadana por recuperar nuestra costanera y el río hizo posible que la Constitución de la ciudad estableciera que una vez vencidas las concesiones de los años ‘90, el conjunto de nuestra costanera fuera destinada a un gran parque público, de acceso libre y gratuito para el uso común de la ciudadanía.
Sin respetar la Constitución y, por supuesto, a contramano de nuestra propia historia, de la resistencia verde y nuestra identidad rioplatense, en el año 2018 la Legislatura porteña creó una nueva unidad de negocios que llamó “Distrito Joven”. Esta nueva Ley N.º 5.961 dividió a la Costanera Norte en cinco sectores, autorizando la reprivatización de porcentajes de superficie en cada sector por el plazo de 10 años.
Rellenar ilegalmente para privatizar
El llamado “Distrito Joven” que fue el nombre de fantasía que le pusieron, ya que nunca convocaron a las y los jóvenes a discutir este proyecto, estableció que para el sector N.º 2, que va desde Tierra Santa hasta el Aeroparque, puede ser privatizado en un 25 %.
Sin embargo, el GCBA fue por más. Y siempre con la lógica de beneficiar a los beneficiados de siempre, ese grupo de empresas afines al poder que hace décadas, a valores irrisorios, explotan nuestras tierras públicas costeras, decidió aumentar la superficie privatizable de la costanera rellenando ilegalmente el Río de la Plata. De esta forma, el 25 % del sector luego de los rellenos comprendería una superficie mayor.
En este sector, el GCBA realizó dos rellenos que terminaron siendo el Parque del Vega y el BA Playa. Nuevos espacios verdes creados para compensar la tierra costanera que se privatiza, que terminarán siendo funcionales a la explotación gastronómica de los locales que se instalen y cuyos costos no pagaron las concesionarias, sino que el GCBA rellenó con la nuestra.
Para el BA Playa, las porteñas y porteños destinamos más de 1.000 millones de pesos para incrementar la superficie no privatizable del sector para evitar reducir la superficie a los predios que históricamente vienen siendo privatizados desde los ‘90.
Rellenar el Río de la Plata está expresamente prohibido en el Plan Urbano Ambiental de la Ciudad y, al igual que las acciones de dragados, avanzar sobre el espacio que pertenece a los cursos naturales altera su propia dinámica y la morfología fluvial, lo que genera un conjunto de impactos ambientales negativos. Ya adelantamos parte de esta historia en una nota publicada en El Cohete a la Luna
Estos rellenos tampoco están autorizados por ninguna ley de la Legislatura. En la Ciudad, el jefe de Gobierno decide unilateralmente sobre el cauce del río más ancho del mundo. Nuestro monarca inmobiliario juega con los límites de la ciudad como si fuera Simcity.
Nuevas concesiones
Esta semana se conocieron los anuncios oficiales del llamado a licitación para nuevas concesiones en la costanera porteña a precios irrisorios.
Nos referimos a tres espacios del denominado sector N.º 2 del Distrito Joven, ubicados en la zona norte, donde hasta hace algunos años se encontraban los restaurantes Rodizio, Tequila y Gardiner, y el boliche Pacha. Se trata de los espacios 5, 6 y 7 del sector 2, que en total representan una extensión de 4.977 m².
Estos tres predios van a ser concesionados por 10 años, con un canon base que va de los 305 mil a los 350 mil pesos. El monto es tan irrisorio que con ese dinero sólo se consigue alquilar un local de 50 m² en Villa Crespo. En este caso, por 350.000 pesos mensuales, el GCBA te garantiza un espacio de 2.000 m² con vista exclusiva al río, por una extensión de 10 años. (Ni la ley de alquileres se animó a tanto).
Por ejemplo, por el espacio N.º 5, el canon base es de 350.000 pesos con una superficie de 2.084 m². Esto equivale a pagar 167 pesos por m². En el Espacio N.º 6 se deberá pagar 170 pesos por m².
La juventud como negocio
El Distrito Joven fue anunciado y votado en 2018 con la promesa de ser un espacio “de intercambio y comunicación” para jóvenes y de “revitalización del borde ribereño” (expresiones del, por entonces, legislador Agustín Forchieri en la sesión del 22 de diciembre de 2017, cuando se sancionó en primera lectura la Ley Distrito Joven).
Sin embargo, terminó funcionando para legalizar las concesiones vencidas de la década del ‘90, que nunca dejaron de operar, aun con los plazos de la concesión finalizados, y permitir la reprivatización inconstitucional de casi la totalidad de la Costanera Norte. Así, el gobierno de la ciudad priva a las y los porteños de un sector único para alimentar negocios gastronómicos y bailables que no escasean en la ciudad.
Ernesto Melinsky, quien fuera fundador de Buenos Aires News, boliche de moda de fines de los ‘90 (ahora denominado Crobar), se hizo con la concesión por 10 años del espacio N.º 6 del sector N.º 1, de 877 m², por 440 mil pesos por mes.
La Sociedad Anónima Villamat, quien durante toda la década del ‘90 estuvo a cargo del boliche Pizza Banana, volvió a quedarse con esa concesión en 2022, por un canon de 1.250.000 pesos (espacio N.º 4 del sector N.º 2)
Los espacios N.º 8 y 9 del sector N.º 1 fueron adjudicados a Blue Night S. R. L. y a Distrito Costanera S. R. L., empresas que tienen a José Sueiro como accionista, junto al dueño de boliches como Le Brique y Dixit.
Queda claro que el Distrito Joven avanza como una continuidad de lo peor de los años ‘90, beneficiando a los empresarios de la noche a costa de la juventud y de la ciudadanía porteña que quiere recuperar la costanera para uso común.
A 26 años de la aprobación de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que pretendió desandar la locura privatizadora de los ‘90 en la costanera, Rodríguez Larreta y aliados se despiden del gobierno con la intención de cerrar la mayor cantidad de negocios con la tierra pública, condenándonos a esperar 10 años más para poder disfrutar de la costanera y el río.
La alternativa que venimos reclamando hace años es la que establece la Constitución de la ciudad: la recuperación de estos predios ribereños para destinarlos 100 % a un parque público verde, público y gratuito. Los movimientos sociales, urbanos y ambientales hemos podido poner en agenda los debates actuales respecto a las problemáticas de la ciudad. Ahora necesitamos poner en debate nuestra agenda de propuestas. Y en este caso, no debemos conformarnos sólo con el planteo de la recuperación de nuestra costanera. Nuestra identidad rioplatense y nuestra propia historia nos mandatan a poner en agenda el debate de la balneabilidad del Río de la Plata.
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