Si Javier Milei propone como candidato a presidente por La Libertad Avanza (LLA) vouchers para educación y convertir a los estudiantes en clientes, su compañera de fórmula equipara a víctimas del accionar de organizaciones que optaron por la lucha armada con “víctimas de terrorismo”, como las llamó en un acto homenaje en la Legislatura porteña. “Acá hubo un solo terrorismo, un solo demonio, que fue el terrorismo de Estado”, expresa el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti en diálogo con El Cohete a la Luna.
En primer lugar, el Secretario de Derechos Humanos de la Nación expresó que “cada víctima, cada familiar, tiene derecho a homenajear a un ser querido que no está y pudo haber muerto trágicamente. Eso siempre lo voy a respetar, pero lo que pasó acá-en referencia al acto realizado por la candidata a vicepresidenta de LLA, Victoria Villarruel-. la misma convocatoria fue un acto de provocación, porque existió un solo terrorismo que fue el Estado, a partir del golpe y previo al golpe también”.
Para Horacio Pietragalla Corti “una causa que podía ser noble como homenajear a alguien que no está se tiñó de un sentido que le da una persona que viene trabajando para el partido militar y para muchos abogados defensores de condenados por delitos de lesa humanidad. Viene trabajando con un objetivo que es la impunidad para los genocidas”, señala y repasa el accionar de Villarruel: “Aunque hoy esté más equilibrada-pero no tanto corrige-, porque si bien en la conferencia se cuidó de lo que decía, después lo primero que hizo fue atacar a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, de una manera muy cruenta”.
Horacio Pietragalla Corti es hijo de Liliana Corti y Horacio “Chacho” Pietragalla. Sus padres fueron víctimas del terrorismo de Estado. En octubre de 1975, su papá fue secuestrado por la Triple A, un mes después fue asesinado. En agosto de 1976, su mamá fue víctima de la dictadura, cuando él tenía solamente cinco meses, fue apropiado por el teniente coronel Hernán Tetzlaff, que se lo entregó a una mujer que trabajaba como empleada doméstica en su casa. 26 años después, gracias al arduo trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo, Horacio pudo recuperar su verdadera identidad. Su propia historia- como la de tantos-, podría ser una respuesta a Villarruel de lo que verdaderamente fue el terrorismo.
En el año 2002, siendo Horacio un joven con dudas sobre su identidad se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) sin tener idea que su caso se encontraba en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional n°1 a cargo de Roberto Marquevich. El juzgado ordenó la realización de los análisis y el 4 de abril de 2003 el resultado confirmó que se trataba del hijo de Liliana y Chacho. En julio de 2003 el cuerpo de su padre fue exhumado e identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Había sido enterrado como NN en el cementerio de San Vicente de Córdoba. Los restos de Liliana fueron exhumados el 9 de enero de 1984 e identificados por el EAAF en 2004.
“Con ese cariz de abuelita buena, la realidad es que ha justificado al terrorismo”, dijo la diputada y candidata a vicepresidenta de LLA, en una entrevista televisiva para la señal del diario La Nación, refiriéndose a la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. La Cámpora, de la que forma parte Pietragalla Corti, emitió un comunicado en respuesta al ataque de Villarruel. “Con el cariz de abuela buena se les plantó y les ganó a los genocidas que secuestraron, torturaron y desaparecieron. Con el cariz de abuela buena recuperó 133 nietos que crecían en la mentira de aquellos que robaron bebés. Con el cariz de abuela buena impulsó juicios que probaron y condenaron a más de 1.189 represores por delitos de lesa humanidad. Con el cariz de abuela buena permitió que los asesinos de los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos tuvieran el proceso legal que le habían negado a las víctimas del terrorismo de Estado”, dice su primer párrafo.
El Secretario de Derechos Humanos de la Nación remarca los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el reciente fallo de la jueza federal María Servini, titular del juzgado federal 1 de la Ciudad de Buenos Aires, quien resolvió que la actuación de organizaciones políticas en los años 70’s no son crímenes de lesa humanidad, ni crímenes de guerra, ni graves violaciones a los derechos humanos y por lo tanto la causa se encuentra prescripta. Dice que el Estado tiene “la obligación de seguir investigando y como Estado condenando y dándole respuestas a las víctimas de una represión feroz y violaciones sistemáticas de derechos humanos que fueron llevadas adelantes desde el propio Estado”.
Pietragalla lamenta que Victoria Villarruel “no haya podido romper con ese mandato familiar, cuando hay otras hijas que sí rompen y se atreven a denunciarlo”. Está convencido en que “puede haber algo de ingenuidad-tanto en Javier Milei como en Victoria Villarruel-, en pensar -y vamos hacer todo para que eso no suceda-, que si llegan al gobierno van a poder hacer lo que quieran, cuando hay cuestiones que están consensuadas socialmente y serán difíciles de romper”.
Explica que “el macrismo, que incluso tuvo mayor legitimidad para gobernar en un contexto distinto al de hoy, no pudo llevar adelante el retroceso que quisieron establecer con el intento del 2x1 donde toda la sociedad salió a la calle”, en referencia a la masiva marcha en contra del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y que el 10 de mayo de 2017 el pueblo movilizado impidió. Recuerda que en ese momento Victoria Villarruel revistaba en las filas de Cambiemos. “Fue fiscal de Cambiemos, acompañaba ese proceso. En campaña Macri la recibió a ella y a familiares de los genocidas y les prometieron una impunidad que no pudieron llevar adelante”.
La postura de Pietragalla Corti es que debe existir una ley contra el negacionismo. “No tiene que ser aplicable a toda la sociedad”. Ejemplifica que “si alguien grita en la calle ‘¡viva Videla!’, no debe sufrir sanción, sino que debe estar para quienes llevan adelante responsabilidades desde las instituciones de los tres poderes del Estado”. Destaca “que es necesario primero capacitar. No podría ser de un día para el otro, el Estado debería capacitar a todos sus trabajadores y trabajadoras y a todos quienes lleven adelante una responsabilidad institucional”.
Para el funcionario, “recién ahora la sociedad está conociendo qué están pensando tanto el candidato a presidente como la compañera de fórmula de LLA. Estoy convencido que a la candidata a vicepresidenta gran parte de la sociedad la está comenzando a conocer ahora. Nosotros la conocemos desde hace muchos años, sabemos lo que piensa por el ámbito donde nos movemos”, expresa Horacio que es militante de Abuelas de Plaza de Mayo desde que recuperó su identidad en 2003.
El Secretario de Derechos Humanos cree que “la envalentonó el resultado electoral para hacer un acto y visibilizarlo más. Pero también está mostrando su linaje. Es donde debemos prestar atención. No es una torpeza, es casi natural que ella haga esto. Sería antinatural que no lo haga. A nosotros nos sirve para que la sociedad la conozca. Si bien repudiamos y no compartimos, es lo que piensa la candidata a la vicepresidencia de LLA y sus líneas políticas van a estar direccionadas a su objetivo que es la impunidad de los genocidas”, subraya.
Como contamos en El Cohete, en marzo de 2022, en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, se presentó el cuadernillo “Negacionismo”, primer número de la colección Repertorios, Perspectivas y debates en clave de Derechos Humanos. Su objetivo fue promover el debate y la reflexión para enfrentar discursos que pugnan por el sentido de nuestro pasado reciente desde posturas opuestas a los postulados de memoria, verdad y justicia.
El cuadernillo incorpora una conferencia que tuvo lugar en la Universidad Nacional de La Plata en marzo de 2017 en la que el sociólogo e investigador Daniel Feierstein y el juez Daniel Rafecas expusieron en el panel “Genocidio y negacionismo. Disputas en la construcción de la memoria”. Rafecas dice que “la impresión que yo he tenido de estos estudios comparados de procesos genocidas (refiere al genocidio del pueblo armenio por parte del Imperio Turco, al genocidio nazi y al genocidio de la última dictadura cívico militar eclesiástica empresarial en Argentina) es que quienes son perpetradores dedican igual energía, iguales esfuerzos, a cometer los crímenes, por un lado, y a procurar la impunidad y el negacionismo posterior, por el otro. El diseño de las estrategias de negación también ocupa, considerablemente, los esfuerzos y la voluntad de los perpetradores”.
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