Un viento huracanado azota al mundo y levanta turbulencias por doquier. Los días se suceden rápidamente y en su caótico devenir exponen una lógica preñada a lo largo de décadas. La estructura de poder global empieza a desmoronarse y en las penumbras de este cataclismo aparece el barro en la que se asienta.
Durante mucho tiempo esta estructura de poder se reprodujo esparciendo a los cuatro vientos fragmentación, polarización, confusión, miedo e impotencia. Hoy sus raíces embarradas emergen a la luz del día y la censura, la desinformación y la persecución se empeñan en ocultarlas. Es la lógica que lleva al caos: cuanto mayor es el fragor del derrumbe, más explícita es la manipulación de los valores y de las instituciones. En este proceso, el totalitarismo se presenta como democracia y la censura se transforma en libertad de expresión. Esta nueva “realidad” se desparrama por el mundo capitalista, pero no puede impedir que la luz se filtre por los resquicios más inesperados. Por estos días, las advertencias de sectores del establishment financiero internacional, los manotazos de los neocons para controlar el poder político en el imperio del dólar y las corridas cambiarias para provocar cambios políticos en el Cono Sur muestran las dentelladas y contradicciones de un poder hegemónico que, haciendo agua, se hunde lentamente en el barro.
Crisis económica, multipolaridad y dólar
Hace pocos días, la titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, sintetizó las inquietudes del pequeño grupo que controla la política financiera del mundo ante “el rápido desplazamiento de las capas tectónicas de la geopolítica y la fragmentación en bloques competitivos, que pujan lo más que pueden para atraer al resto del mundo hacia sus intereses estratégicos”. Esta situación conduce a una ruptura de las cadenas de valor global y siembra inestabilidad, costos crecientes y menor crecimiento económico. Plantea así serios problema para Occidente. Hoy los Estados Unidos dependen completamente de China para la importación de catorce minerales de importancia crítica, y el 98% de las tierras raras que utiliza Europa son también de origen chino. Si todas estas importaciones se interrumpen, se producirá una situación catastrófica en varios sectores industriales de importancia estratégica.
Esta fragmentación tiene además otras consecuencias. Por un lado, deriva en una “inflación estructural”, que lleva a aumentos de precios imposibles de controlar con las políticas tradicionales. Por el otro, desarrolla una infraestructura comercial y financiera que rivaliza con el dólar. Así, el creciente comercio en monedas locales entre economías emergentes y los swaps con estas monedas crean oportunidades para que algunos países busquen reducir su dependencia del dólar. Ante esta situación, Occidente debe tener una política fiscal y monetaria coherente con el abastecimiento local y regional de productos estratégicos, integrando políticas en el área industrial y de defensa y desarrollando tecnologías verdes y digitales.
Así, el establishment financiero explicita un diagnóstico de la coyuntura y propone soluciones. Reconociendo que el movimiento de “las placas tectónicas de la geopolítica” ha parido un mundo multipolar que determina una inflación “estructural” y obliga “a no dar por sentado al actual status de la moneda internacional de reserva”, el establishment concluye que hay que hacer frente a la “competencia sistémica” entre bloques geopolíticos con mayor intervención del Estado en la economía real y políticas mercantilistas que desarrollen sectores estratégicos vinculados a la expansión militar e industrial, y digitalizando las transacciones financieras bajo control de los principales bancos centrales. Poco tiempo atrás, Lagarde explicó la importancia del euro digital, que en breve será emitido por el Banco Central Europeo [1]: “Protege la soberanía europea” frente a la penetración de monedas de países enemigos y de corporaciones tecnológicas como Meta, Google y Amazon, y asegura total control sobre las transacciones individuales. La Reserva Federal norteamericana (FED), por su parte, ya ha puesto en acción una versión inicial de su dólar digital: el FedNow.
Las amenazas del multipolarismo al dólar se potencian ante el inminente estallido de una crisis gestada por una dinámica que por décadas provocó una brecha creciente entre el incremento de la deuda y el de la economía real. Esto ha derivado en un aumento ilimitado de la deuda en los Estados Unidos y en un peso creciente de la misma sobre las finanzas públicas y las posibilidades de crecimiento de la economía norteamericana. De este modo, por ejemplo, los intereses de la deuda del gobierno federal, que representaban el 6% del presupuesto norteamericano en 2021, ascendieron al 15% del gasto estatal entre octubre y diciembre del 2022. Por ese entonces, la deuda de 31.4 billones (trillions) de dólares representaba el 124% del PBI norteamericano. Estas circunstancias atentan contra el valor del dólar y condenan al estancamiento de la economía real. Al decir de un representante del mundo de las finanzas: “Hemos creado una enorme sanguijuela (…) Hemos duplicado su tamaño y hoy chupamos el doble de sangre de la economía real (…) Sólo creamos más artefactos que no generan crecimiento real de los ingresos. Somos un costo creciente”. Este sincericidio ocurre en el contexto de una crisis que ya empieza a salir a la luz del día.
En 2022, el índice bursátil S&P500 [2] registró una caída del -18%, la peor desde la crisis financiera internacional de 2008 [3]. A partir de marzo, los bancos fueron sacudidos por la fuga de depósitos, que afectó primero a los pequeños y medianos [4] y golpea ahora a los grandes bancos comerciales [5]. La calificadora de riesgo Moody’s acaba de degradar al conjunto del sector bancario y especialmente a 11 bancos regionales expuestos a la crisis inmobiliaria [6].
La inminencia de la crisis potencia los peligros para el rol de dólar como moneda internacional de reserva. Un estudio reciente llega a la conclusión de que este ha perdido su status de reserva internacional más rápido de lo que se admite generalmente. Ocurre que los análisis de este fenómeno se basan en el valor nominal del dólar y no han tenido en cuenta los bruscos cambios de su valor con relación al valor de otras monedas, ocurridos el último año. Si se los considera la participación del dólar en el total de las reservas internaciones, pasó del 73% en 2001 al 55% en 2021, y cae al 47% del total en 2022.
De esta forma distintos fenómenos erosionan al valor del dólar y minan la capacidad que los Estados Unidos tienen de imponer sanciones económicas, contribuyendo así a visibilizar las raíces del poderío hegemónico norteamericano.
Guerra y política: la censura a la intemperie
Documentos filtrados del Pentágono [7] han expuesto desde febrero la evaluación negativa de todos los organismos de inteligencia norteamericanos sobre la situación militar en Ucrania y la posibilidad del fracaso de la ofensiva militar planeada para esta primavera. Estos documentos contrastan con la evaluación positiva que hace constantemente el gobierno norteamericano sobre el desempeño pasado y actual de las tropas, los éxitos logrados en la guerra y las derrotas y pérdidas materiales de Rusia [8]. Asimismo, verifican la presencia activa de tropas norteamericanas y de la OTAN en las zonas de combate y en las decisiones militares en el campo de batalla. Dejan así constancia de las falacias de una guerra informativa que ha contribuido a alimentar con falsas noticias la continua financiación de la guerra en Ucrania, azuzando una escalada militar que excluye toda negociación y lleva a un enfrentamiento abierto con una potencia nuclear. Si bien los documentos no han alterado los intentos del gobierno de concretar una ofensiva en Ucrania, parecen haber abierto una ventana a las disidencias dentro del Ejecutivo en torno a la guerra [9] y han llevado a un sector del Partido Republicano a intensificar los esfuerzos en el Congreso para poner fin a la financiación de la guerra e iniciar negociaciones inmediatamente [10].
La inminencia de elecciones y la complicación creciente de Joe Biden y su gobierno en torno al ocultamiento de negociados y de evasión impositiva han expuesto a la censura y la desinformación orquestada por el gobierno. A mediados de abril, un miembro del equipo del ex Presidente Barack Obama pidió testificar para exponer información que complica a Biden, a su hijo Hunter, y a Jake Sullivan, actual Director de Seguridad Nacional, en negociados en Ucrania en 2014 [11]. Pocos días después, un alto funcionario del IRS [12] pidió protección para denunciar ante el Congreso las maniobras de altos funcionarios del gobierno de Biden para ocultar información y congelar una investigación sobre la evasión impositiva de Hunter Biden, responsabilizando al Procurador General. Días después, Michael Morell, ex Director de la CIA [13], admitió bajo juramento ante el Congreso su responsabilidad en la organización de una carta firmada por 50 altos dirigentes de los organismos de inteligencia, publicada el 19 de octubre de 2020. En ella, los directivos denuncian como falsa la información publicada cinco días antes por el Post donde, basándose en datos de la computadora de Hunter Biden, se lo acusa a él y a su padre por negociados con Ucrania y China en 2014. La carta de los 50 agentes atribuye toda esta información a una operación rusa. Morell afirmó que organizó su publicación a pedido de Antony Blinken [14], a sabiendas de que el contenido de la misma era falso y reconoció que lo hizo para beneficiar a Biden en las elecciones de 2020. Es por ello que Biden y dos altos funcionarios de su gobierno están ahora involucrados en un escándalo, cuya censura contribuyó a que ganara las elecciones de 2020. Este escándalo puede ahora derivar en un juicio político.
En este contexto, la semana pasada Bobby Kennedy [15] presentó su candidatura a la Presidencia por el Partido Demócrata [16]. Emocionado, señaló que lo hacía rescatando la tradición de su familia y su pasado de lucha contra la censura, las corporaciones farmacéuticas y su manipulación de los medios; el complejo industrial militar, las guerras sin fin y la destrucción del medio ambiente. Reivindicó los derechos de los más vulnerables y la libertad de expresión y apeló a demócratas y republicanos para unirse en estas luchas y poner fin a la censura y a la guerra en Ucrania. Esta candidatura constituye una amenaza para la reelección de Joe Biden, anunciada la semana pasada [17]. Además, el Comité Nacional del Partido Demócrata dejó trascender que no habrá debate entre candidatos en las primarias, y el magnate de medios Rupert Murdoch, que controla Fox, la cadena de televisión próxima al Partido Republicano, echó sin dar explicaciones a Tucker Carlson, el periodista estrella de la TV por cable, con la mayor audiencia de todos los tiempos y el más crítico del establishment neocon [18]. La eliminación de Carlson fue seguida de una drástica caída del valor de las acciones de Fox y una rápida pérdida de audiencia.
Pareciera, pues, que los neocons preparan el terreno político para perpetuarse en el gobierno, aunque ello implique vulnerar abiertamente la legitimidad de las instituciones y de los valores.
Argentina: la estructura de poder a flor de piel
Una nueva corrida cambiaria, desatada desde mediados de abril, expuso la debilidad política del gobierno frente al FMI, al gobierno norteamericano y a los grupos de poder económico. Asimismo muestra la falta de diagnóstico y de planes de los distintos sectores que forman parte del Frente de Todos (FdT), tanto en relación con las próximas elecciones como al futuro del país. Esto enardece a las hordas macristas y de extrema derecha, desesperadas por desestabilizar políticamente al gobierno antes de las elecciones para impedir cualquier eventual fracaso de sus planes de terminar con el populismo.
La sequía y la caída de los precios internacionales de los granos incentivó la retención de cosechas por parte de los productores, al tiempo que ha disuadido a los exportadores de liquidar sus divisas. Esto hizo fracasar la versión 3 del dólar soja, alentando el inicio de la corrida. La situación límite de las reservas del BCRA y la reticencia del FMI a adelantar los dólares que el gobierno necesita para el pago de los compromisos de su deuda externa agregaron leña al fuego, al poner en evidencia la falta de sustancia del supuesto compromiso de Biden con Alberto Fernández de facilitar un “puente de divisas” para llegar a las elecciones sin default. Las andanzas de las hordas macristas y los rumores interesados de los especuladores fueron, si se quiere, la frutilla del postre.
Las idas y venidas del ministro de Economía no han podido evitar que la realidad emerja a la luz del día: el país está en una trampa pergeñada por el FMI. El Acuerdo y sus condiciones son insostenibles y ponen al gobierno a merced de una estructura de poder local históricamente controlada por un grupo de monopolios que forman precios y desatan inflación, hacen corridas cambiarias y fugan dólares en su afán por apropiarse de una mayor tajada de las rentas, ingresos y riqueza del país. En esta pelea no hay interés nacional: sólo intereses inmediatos desmadrados. La existencia de abundantes recursos naturales de importancia estratégica en la actual coyuntura internacional enardece aún más esta disputa. En este baile, los grupos económicos compiten con el propio FMI para apropiarse de dólares y fugarlos, en circunstancias en que las reservas internacionales del BCRA están al límite. Esto último obedece a una matriz productiva que genera restricción externa al tiempo que dolariza, y a un gobierno que ha permitido la sobre-facturación de importaciones, sub-facturación de exportaciones y el pago de la deuda privada con dólares subsidiados.
El gobierno está ahora atado de pies y manos. No sólo no tiene los dólares que el FMI exige en sus reservas, sino que la caída de las exportaciones conduce inexorablemente al déficit fiscal y a la imposibilidad de cumplir con otras condiciones de un Acuerdo que desde el vamos incentiva la inflación y la corrida cambiaria. El ministro Massa ha intentado parar la corrida desobedeciendo al FMI: por un lado, tomó por asalto la mesa de dinero del BCRA y malvendió bonos en dólares y dólares de la Reserva. Por el otro, recurrió al swap chino para el pago de importaciones de este país con yuanes.
La situación está atada con alfileres y ni los discursos de la dirigencia del FdT ni las liebres que pueda sacar Massa de su peculiar galera cambiarán la actual relación de fuerzas. En su lugar, el gobierno debería declarar una Emergencia Social y actuar inmediatamente para compensar la brutal caída de salarios, la pobreza y el hambre, obligando a los grupos de poder económico a contribuir a un Frente Patriótico para terminar con el hambre y la indigencia.
Al mismo tiempo, debería promover una épica que ponga fin a la desesperanza, movilizando a sus bases para:
- Realizar un control social de precios y de abastecimiento en todas las cadenas de valor, en forma organizada, desde abajo hacia arriba y desde los municipios a la nación.
- Organizar un plebiscito en todo el país sobre la presencia del FMI.
- Visibilizar la emergencia alimentaria y desnaturalizar a la pobreza, organizando distintas formas de apoyo colectivo a los más pobres en todo el país.
- Iniciar gestiones para emitir un peso fuerte, basado en los recursos estratégicos del país, que permitirá realizar transacciones financieras y comerciales al margen del dólar. Integrar a estas gestiones a representantes de la comunidad, entre otros: organizaciones empresariales, sindicales, movimientos sociales, organización de consumidores, feminismo e iglesias.
[1] Creyendo que hablaba con Volodymir Zelensky, mientras era objeto de una broma, Christine Lagarde se explayó sobre el significado del euro digital emitido por el Banco Central Europeo.
[2] Marca la cotización de las acciones de las 500 corporaciones más grandes. zerohedge.com, 24/04/2023.
[3] En lo que va del año, este índice aumentó un 7.5%, impulsado por el desempeño de las corporaciones tecnológicas, que en promedio aumentaron 21% el valor de sus acciones, mientras las corporaciones financieras registraban una caída promedio del -5%.
[4] Analizado en otras notas.
[5] Una fuga de 68.660 millones (billions) de dólares en el último registro, zerohedge.com 21 y 24/04/2023.
[6] En paralelo, un banco fue “salvado” del default por la reciente intervención de los organismos reguladores y grandes bancos privados: el First Republic, que continúa experimentando salida de depósitos y depreciación del valor de sus acciones, las cuales en el lapso de seis días pasaron de valer 125 dólares a menos de 8 dólares.
[7] Supuestamente filtrados a las redes sociales desde el mes de febrero por parte de un oficial de la Guardia norteamericana.
[8] zerohedge.com, 13, 19 y 23/04/2023; politico.com, 26/04/2023.
[9] Ex altos oficiales de la CIA Larry Johnson https://www.youtube.com/watch?v=Gh9CxQ2C0qI&t=2s, Ray Macgovern https://www.youtube.com/watch?v=NDdhsHeKNps y ex alto oficial de las Fuerzas Armadas https://www.youtube.com/watch?v=UigcLPbnewQ&t=12s.
[10] zerohedge.com, 12/04/2023. 19 senadores y congresistas han enviado una carta al Presidente Joe Biden, donde advierten sobre el peligro de enfrentamiento entre potencias nucleares y piden el fin de la ayuda militar a Ucrania y el inicio de negociaciones, pues una guerra por tiempo ilimitado atenta contra el interés de Ucrania y de los Estados Unidos.
[11] https://www.youtube.com/watch?v=sqAFhPx0SxU&t=3s.
[12] Organismo encargado de la recolección de impuestos.
[13] zerohedge.com, 24/04/2023.
[14] Hoy secretario de Estado y por ese entonces miembro del equipo de campaña de Biden.
[15] Hijo de Robert Kennedy y sobrino del ex Presidente John Fitzgerald Kennedy, ambos asesinados por una conspiración que cambió el escenario político del país y cuya investigación todavía permanece en las tinieblas.
[16] https://www.youtube.com/watch?v=VVLd3g82ZNw&t=6s.
[17] A pesar de que una nueva encuesta muestra que 60% de los votantes considera que hubo trampas en las elecciones de noviembre, y 53% de los que votaron a Biden en 2020 aseguran que no lo votarán en el futuro. En otra encuesta, el 60% de los votantes demócratas quiere que otros candidatos desafíen a Biden, cuya candidatura es rechazada por la mayoría de la juventud.
[18] Carlson es republicano y acerbo crítico del establishment neocon, integrado por demócratas y republicanos. Ha sido el mayor crítico en los medios televisivos en temas que van desde la guerra en Ucrania, las fake news, la censura, el control de los medios por las corporaciones farmacéuticas y el complejo industrial militar. También ha criticado el militarismo de Donald Trump y ha expuesto escenas de la toma del Capitolio en enero de 2021 que desmienten la versión oficial de este episodio. El destacado periodista Glenn Greenwald hace una síntesis de la labor de Carlson aquí.
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