Cristina es el programa
Entrevista a Sonia Alesso, secretaria general de CTERA
La Internacional de la Educación América Latina (IEAL) realizó un seminario en la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), el 17, 18 y 19 de abril. Asistieron representantes de sindicatos docentes de toda América Latina y el acompañamiento de la Internacional de la Educación (IE) a nivel mundial que lanzó la campaña: “Por la pública creamos escuela”. Debates y exposiciones formaron parte de los tres días de jornada. La secretaria general de CTERA, Sonia Alesso, miembro del Consejo Mundial de la IE, analiza, en diálogo con El Cohete a la Luna, los embates privatizadores y comercialización de la educación; la situación de las y los trabajadores de la educación en nuestro país y sobre el encuentro que —junto a otros dirigentes sindicales— mantuvo con Cristina Fernández de Kirchner el 12 de abril. Las razones para que sea precandidata a Presidenta las resume expresando: “Cristina es el programa”.
Incansable, con su inconfundible voz de líder educadora-luchadora, arengadora de marchas docentes, atiende con serenidad reflexiva el llamado de El Cohete. Viene de una jornada de tres días de la IEAL que se desarrolló en CTERA. “Hay directivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde hace muchos años se viene planteando a la educación, no como un derecho humano, no como un derecho social, como dice la Ley Nacional de Educación en Argentina, sino como una mercancía. Y en ese sentido vienen avanzando”, comienza alertando Sonia Alesso.
Ese avance de “la comercialización y mercantilización de la educación”, lo vienen detectando a través del Observatorio Latinoamericano de Políticas Educativas, expresa Alesso. “De la mano de fundaciones; de la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional); la OCDE; el Banco Mundial; ONG vinculadas a algunas iglesias que vienen planteando la privatización de la educación. En la Argentina también se ve con entidades que tienen bonitos nombres, pero que están financiadas por empresas, que tienen como finalidad convertir la educación en comercio”.
Y es ahí donde la Secretaria General de CTERA profundiza sobre la problemática explicando que esa privatización, comercialización, no es estilo década del ‘90, “sino de una forma más sutil. Donde van penetrando con auspicios de grandes empresas multinacionales en todo el mundo, con plataformas, con redes, donde, por un lado, venden el diagnóstico a través de las pruebas estandarizadas y, por otro, los paquetes de cursos, capacitaciones, nuevas tecnologías, formación, plataformas educativas, que lucran con la educación pública y que en muchos casos tiene financiamiento estatal”.
Cuando no es el Estado quien financia, “son estas empresas quienes financian al Estado, para que a su vez financien este tipo de iniciativas”. Lo que ven como denominador común en los países de Latinoamérica, a raíz de lo que fue compartir investigaciones en el seminario, es que el discurso de los economistas de derecha es, en principio, “plantear como diagnóstico que la educación es un fracaso, que se tiene que mejorar la educación y, luego, invierten en educación para financiar proyectos privatistas para lucrar con la educación pública”, precisa Alesso.
Para la docente, el reclamo “es por mayor inversión estatal en la educación pública. El Estado debe financiar las escuelas públicas y debe dotar de instrumentos, materiales, condiciones edilicias adecuadas, mejores salarios, para mejorar la educación”, sostiene. “En todos estos países (los de Latinoamérica) hay dos denominadores comunes. El primero es el lucro educativo a través de distintos instrumentos de financiamiento externo, tanto a las escuelas o a los Estados y, además, una cuestión que se está planteando mucho en la Argentina es el problema son los sindicatos”. Sonia Alesso explica que para la derecha de la Argentina el problema son los sindicatos, porque sin ellos el negocio en la educación sería más fácil de concretar.
Respecto al accionar de los sindicatos, afirma: “Hemos sido en América Latina quienes hemos resistido las políticas neoliberales de ajuste en educación y rebaja de los presupuestos educativos. A los mercados, a las grandes empresas, a los que intentan privatizar, les molesta absolutamente. Los gremios docentes de América Latina son sindicatos fuertes, sindicatos combativos, que discuten y que proponen leyes, que tienden a mejorar no solo la inversión educativa, sino la profesión docente”. Para no quedarse estáticos frente a los embates privatizadores y de comercialización educativa, el desafío que se planteó en el seminario de la IEA es que en cada uno de los países exista una campaña de concientización bajo la consigna “Por la pública creamos escuela”, para que ese debate llegue a todos los docentes de cada país e informar, así, a la comunidad del peligro de la privatización de la educación.
“Se está dando un fenómeno en el mundo, todavía en la Argentina no con gravedad, pero en Europa lo estamos viendo con mucha preocupación. Estuvo un compañero de la dirección de la IE y secretario general de maestros y profesores de Australia, planteando la falta de maestros”, dice Alesso. “Es uno de los problemas que estamos viendo más en Europa que en América Latina, pero es un proceso creciente que va a terminar sucediendo en América Latina también, porque se agravan las condiciones de trabajo, se pauperiza el salario docente, que es una profesión mayoritariamente femenina, las personas terminan eligiendo otro tipo de profesiones que sean más rentables”, agrega.
Como miembro de la IE, Sonia Alesso ha visto cómo este fenómeno crece en Portugal, España, Francia. “En su exposición, Angelo Gabrielatos, compañero de Australia, lo planteaba como un tema dramático. Estamos hablando de países donde los docentes cobran salarios mucho mejores que los que cobran maestros de América Latina”, explica Alesso. La preocupación también abarca los efectos de la post-pandemia: “Lo que significó la venta de enlatados en muchos lugares, de plataformas que pretenden sustituir al docente, cuando el docente es insustituible, porque no está solo el tema del conocimiento, sino el vínculo que se produce en la educación. Por eso, nosotros sostenemos históricamente desde CTERA que no educa el maestro, educa la escuela. El lugar de la escuela, la comunidad”, precisa.
La idea privatista y de comercialización de la educación viene “con un modelo educativo enlatado, idéntico para todo el mundo. Sin respetar las particularidades regionales, sin respetar esas diferencias que existen en cada uno de los países, en cada uno de los continentes y aun dentro de los países, sin respetar sus regiones. Así se producen contenidos para que la educación no sea un acto crítico ni liberador, sino un acto de dependencia como lo son otras actividades”, señala Sonia Alesso.
Como Secretaria General de CTERA, tenés un termómetro sobre el estado de ánimo de las y los trabajadores de la educación a nivel nacional. En muchas provincias la situación es muy compleja. ¿Se nota el malestar? ¿Forma parte de una decepción con el gobierno nacional?
—Se nota el malestar. Se nota la preocupación, tanto en los docentes que han tenido distintos conflictos, que están con medidas de fuerza, como es en Río Negro, Corrientes y en Santa Cruz, en este momento. Y también en los sindicatos de bases de CTERA o en las provincias donde no habido este año conflicto salarial o fueron pocos días y se resolvió, pero igual, las condiciones de vida, la necesidad de que haya aumento salarial, la necesidad de que mejoren las condiciones en los edificios escolares se hace notar, porque eso provoca un malestar. Por supuesto que el tema de la inflación ocupa un lugar central y después hay otros temas que es cómo se expresa la violencia en las escuelas de distintas maneras. Soy santafesina, vivo en Rosario, y la violencia social que nosotros estuvimos viendo en ataques a las escuelas es un tema perturbador. Es un tema que nos ocupa. Nosotros venimos sosteniendo que las escuelas son territorio de paz, que no puede haber violencia en las escuelas, pero este también es un tema que motiva conflictos, así como las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
El 12 de abril participaste junto con otros dirigentes gremiales de una reunión con la Vicepresidenta. ¿Cómo se programó desde las entidades sindicales esa reunión? ¿Qué fue lo que le plantearon? ¿Qué pudiste decirle a Cristina Fernández de Kirchner?
—Esta es una reunión que nosotros habíamos solicitado con la Vicepresidenta hacía un tiempo. La planteamos con sindicatos de CGT y CTA, para manifestarle la preocupación que nosotros tenemos por la situación del país. Por supuesto, cada sindicato planteó su situación particular. Había trabajadores del ámbito privado, docentes, estatales, una multiplicidad de actividades representadas allí. Cada uno expresó cómo veía en su sector la situación del país. Un elemento en común nos cruzó a todos: la preocupación por el tema salarios. Volvimos a plantear que había que fortalecer jubilaciones y salarios de los trabajadores, que tenía que ser vía una fórmula mixta, paritaria y bono para aumentar salarios de aquellas trabajadoras y trabajadores que estuvieran en peor situación. Planteamos la preocupación sobre los temas que habíamos plasmado en aquel documento del 17 de octubre, también consensuado con compañeros de CGT y CTA, donde planteamos un programa que tiene que ser del campo popular, de defensa de la soberanía, del litio, del petróleo, de los recursos y los bienes comunes, de la educación y la salud pública y del trabajo.
Así también, le expresamos que ella era y es la líder que puede movilizar a nuestro pueblo en una salida que pueda significar la defensa de nuestros puestos de trabajo; la defensa de la soberanía nacional; la lucha en un mundo tan complejo como el que estamos viviendo. Lucha que tiene que ver con que la Argentina pueda insertarse en América Latina, en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en este nuevo escenario internacional tan complejo producto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Y que pueda intervenir a favor de los intereses nacionales. Eso lo hemos planteado todos. Es lo que pensamos sinceramente. Creemos que es fundamental, si es que el campo popular quiere tener un destino de soberanía y defensa del trabajo de cada uno de nosotros en la Argentina.
La necesidad de intervenir más firmemente en la economía también fue planteada. Y lo que significa la situación del endeudamiento externo con el Fondo Monetario Internacional. Los representantes de la derecha, esta semana, reunidos en el lujoso hotel Llao Llao de Bariloche, los que van a ser precandidatos a Presidentes, expresaron claramente un programa de ajuste. Lo dicen con todas las letras. En la campaña de Macri para las elecciones lo ocultaron, ahora dicen mano dura, dicen represión, dicen reforma laboral, reforma jubilatoria, reforma fiscal, hablan de perseguir a opositores.
Están fortaleciendo un discurso de odio que terminó con el intento de asesinato a la Vicepresidenta, a quien también le expresamos nuestra solidaridad frente al intento de magnicidio y la solidaridad frente a las agresiones que ha recibido por parte de dos comunicadoras del canal La Nación+, puesto que, justo esa semana que asistimos a verla, había sido la semana del ataque a su hija Florencia Kirchner. Un ataque más de los grupos hegemónicos que se meten con su familia. Una actitud machista, se lo dije a Cristina, lo pienso y lo he dicho públicamente en muchos actos y reuniones, que no habido Presidente de la Argentina tan agredida como Cristina. No hay ningún Presidente —de ningún partido político— que haya recibido las agresiones que recibió Cristina y solo para mí son comparables a las que recibió Evita, sin ser Presidenta de la Argentina. Solo dos mujeres en la Argentina tuvieron el nivel de violencia machista y de odio. Y no es solamente por su condición de mujeres, sino por los valores que esas mujeres representan. Porque hay otras mujeres en la vida política que no son atacadas.
¿Qué cosas importantes le escucharon decir a Cristina Fernández de Kirchner?
—Cristina ratificó y coincidió con nosotros en el tema del aumento de salario y jubilaciones. También trazó un panorama de lo que significaba el partido judicial y sus acciones en nuestro país. Algo que ya expresó públicamente, que tiene que ver con que no solamente intentan amedrentar a ella o a un candidato en particular, sino disciplinar la política. Fragmentar la política. Que la política no se anime a desafiar al poder real, para que no exista transformación. Lo comparto plenamente, creo que ese es el objetivo. A los que se animan a desafiar al poder real, como hizo Cristina, que transformó la realidad, lo atacan con el partido judicial y mediático. Lo que pasó en América Latina, con los líderes populares; claramente es así. Lo vimos con lo que pasó en Honduras, con Manuel Zelaya; lo vimos en Brasil, con lo que hicieron con Dilma Rousseff, con Luiz Inácio Lula da Silva; con Rafael Correa en Ecuador; con lo que pasó con Hugo Chávez y luego con Nicolás Maduro en Venezuela; lo que pasó con Evo Morales en Bolivia; lo que pasa con Cuba; lo que pasa en la Argentina, claramente es preocupante, la derecha no ha reflexionado acerca de lo que hizo en América Latina, porque los pueblos siguen resistiendo y seguiremos resistiendo.
—¿Ustedes le plantearon que tenía que ser la candidata?
—Le planteamos que para nosotros —un marco muy importante de representación de compañeras y compañeros de distintos sectores—, ella era la garante. Para nosotros tenía que ser la candidata a Presidenta. Así se lo planteamos todos y cada uno de los que estuvimos. Ella nos escuchó. También le planteamos que el 25 de mayo estamos preparando una gran marcha en la Avenida 9 de Julio, con banderas celestes y blancas, planteando y profundizando un programa que tiene que ver con la defensa de nuestros derechos. Porque la derecha viene por nuestra jubilación, por nuestros salarios, por nuestra dignidad como trabajadoras y trabajadores, por los recursos naturales y no es que le va a afectar a los dirigentes políticos, esto va a afectar a todo el pueblo argentino. Ojalá no nos demos cuenta tarde y tengamos la valentía de salir a pelear —el pueblo argentino todo—, para poder salir adelante.
¿Cuáles son las razones por las que creen que Cristina debe ser la candidata a Presidenta?
—Ahí un compañero lo dijo, lo he escuchado expresarlo en otras oportunidades también, que Cristina en sí misma es el programa. Porque ya lo hizo cuando fue Presidenta. Cristina ya dejó el mejor salario en dólares de la región. En el caso de los docentes, fue la etapa donde mayores salarios conquistamos. Además, la mayor inversión educativa de la historia argentina. La mayor inversión en cuanto a construcción de escuelas, en presupuesto educativo, pero también de puestos de trabajo dignos. Lo dijeron los compañeros del sector privado y los secretarios generales de los gremios de la producción. El desarrollo de la producción nacional y de generación de empleo digno y de calidad fue con su presidencia. También la defensa de nuestros derechos. Hace falta poder político, legitimidad, mística y esperanza para salir a pelear, por eso —para nosotros— Cristina es el programa. No solamente es una compañera que nos representa, sino que en sí misma ella expresa una manera de entender la realidad política. Por eso el odio que Cristina despierta en los poderosos, por miedo a perder privilegios.
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