Un regalo de San Nicolás
Un hospital construido con fondos municipales pasó a manos privadas gracias a Passaglia
El jueves pasado, el Concejo Deliberante de San Nicolás votó a favor de adjudicar la concesión del Hospital Zona Oeste al Grupo Oroño. El centro de salud recién construido con recursos municipales pasará a manos privadas, que abonarán un canon anual de 480.000 dólares. Se atenderá a quienes tengan cobertura médica y también a quienes no la posean, pero en esos casos será el Municipio el que pague los honorarios de esas prestaciones. Todo es posible en la “ciudad modelo” que elogia Patricia Bullrich y gobierna su ahora aliado Manuel Passaglia.
Como si se tratara de consolidar la mirada privatizadora de su política de salud municipal, Passaglia –que coqueteó con todos los que pudo en su espacio, para finalmente sumarse a las huestes de Patricia Bullrich– se paseó en marzo de este año por la obra del hospital con legisladores de su espacio. En la foto, de izquierda a derecha: señalando la obra, el diputado provincial Santiago Passaglia; mirando emocionada, la diputada nacional María Eugenia Vidal; a su lado, explicando su estrategia, el intendente Manuel Passaglia, y finalmente, el diputado nacional Cristian Ritondo. Juntos recorrieron el centro de salud ubicado en Hernández y Bergantín 25 de Mayo de San Nicolás.
En la sesión de la entrega –realizada el jueves 13 de abril–, Walter Montenegro, concejal de Juntos por el Cambio, explicó la función de Estado bobo que asumirá el Municipio. Montenegro calificó al proyecto como parte de una “visión estratégica”. Quizá se refería a la Grupo Oroño, que será el mayor beneficiado, primero con los aportes del Estado para instalarse y luego por los fondos públicos que recibirá por la atención de los pacientes que no cuenten con cobertura médica.
El concejal Danilo Petroni, que ocupa su banca única representando al espacio Primero San Nicolás, arrancó espetándole a los concejales oficialistas de Juntos por el Cambio: “Me parece estar escuchando a (Carlos) Corach. ¿Se acuerdan de Corach, ese que defendía las privatizaciones de (Carlos) Menem? Decía exactamente lo mismo: ‘No se preocupen, que si hay algún problema con las empresas privadas, nosotros los vamos a defender’. Así terminó la década del '90”, sostuvo. “Ahora, si están tan convencidos, ¿por qué no salen y hablan con la gente que está afuera? ¿Por qué no la hacemos entrar a la gente que está afuera, cuestionando lo que estamos aprobando ahora?”, dijo, en referencia a quienes se habían aproximado hasta la sesión en reclamo por la concesión del hospital. Petroni advirtió que se estaba discutiendo una entrega ya realizada a un único oferente.
El concejal también recordó que el intendente Manuel Passaglia hizo campaña por el Grupo Oroño. Incluso, el hospital que se construyó con recursos municipales, al que Petroni llama “galpón”, fue diseñado por el arquitecto Simón Villavicencio –hijo del titular del Grupo, el rosarino Roberto Lisandro Villavicencio, fallecido en marzo pasado a los 74 años–, al que se le pagaba “fortuna como monotributista”.
En 2011, en el lugar donde ahora se emplaza el hospital que administrará y explotará el grupo privado, el por entonces intendente Ismael Passaglia había inaugurado un Centro de Integración Comunitaria (CIC), construido con fondos del gobierno nacional, presidido por Cristina Fernández de Kirchner. “Passaglia se ocupó de vaciarlo del contenido para el cual había sido construido”, recordó en la sesión Bibiana Giglio, concejala por el Frente de Todos (FdT). El edificio del CIC fue demolido. “Construirle un hospital a un grupo privado, la verdad, es inédito”, remarcó la edil. “Se viene haciendo campaña para este grupo (Oroño) desde que aterrizó en San Nicolás”, puntualizó.
Pablo Primucci, médico ginecólogo y obstetra y también concejal por el FdT, expresó en la sesión que, de la mano de Passaglia, la llegada del Grupo Oroño viene a terminar con la salud pública privada. Primucci recordó que ya había advertido que “vienen por el honorario médico, vienen a precarizar la actividad médica, pagan menos del 40% de lo que paga cualquier otra obra social”. Aseguró que el proyecto “era un traje a medida para el Grupo Oroño”, pero “el traje se lo da el Grupo Oroño”.
Sobre el canon, el concejal comparó la situación del hospital con la de los acarreos de vehículos en la ciudad de Buenos Aires: la empresa concesionaria paga una cifra irrisoria, mientras su ganancia es fastuosa. Primucci recalcó que el Estado municipal está al margen de lo que recaude el privado por las atenciones.
En diálogo con El Cohete a la Luna, el concejal señaló los puntos más importantes de la entrega del hospital al Grupo Oroño:
- “Se concesiona una estructura hospitalaria pública, hecha con fondos municipales, a un privado que lo explotará laboralmente, haciéndose cargo del personal y poniendo complejidad”.
- “Llama la atención porque este grupo venía a instalar una clínica en San Nicolás. Las etapas que venía a cumplir el privado no se efectivizaron y se cumplen ahora gracias al Estado, que les construye un hospital.”
- “El canon anual, por el alquiler del inmueble, era de 420.000 dólares. El privado lo aumenta a 480.000 dólares y le adelanta 40.000 dólares. No se entiende por qué ese valor, y no supieron contestarlo. Tampoco nos informaron cuánto gastó el Estado en ese hospital.”
- “Llama la atención que, días pasados, el intendente Passaglia decidió quitarles a los empleados municipales la atención del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) porque, según él, era un desastre y no brindaba coberturas suficientes. Ahora le va pagar al Grupo Oroño las prácticas que haga de los pacientes que no tienen mutual, valor IOMA.”
- “Esto es una concesión, no ‘un plan integrado de salud’, como lo vendió Passaglia y sus concejales. En ningún momento se habla de acción social y lo llamativo es que abrirá a las 7 de la mañana y cerrará a las 21”.
Si alguien creía que el hospital construido y cedido por el Estado nicoleño al Grupo Oroño fue una idea del intendente Manuel Passaglia, debería repasar lo que decía el gerente de Operaciones Roberto Villavicencio Boretti, cuando desembarcaba en San Nicolás en 2019 y hablaba de las tres etapas del objetivo del grupo en esa ciudad. La primera –señalaba–, era un centro médico ambulatorio. La segunda, equipos de imágenes de alta complejidad para que los profesionales puedan realizar diagnósticos de sus pacientes; y la tercera, poder tener un sanatorio en la ciudad. Passaglia le cedió esa etapa, como fiel discípulo del primer mandamiento del decálogo menemista que anunciaba Roberto Dromi, ex ministro de Obras y Servicios Públicos de la Nación: “Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”.
El director de esta nave, Horacio Verbitsky, reveló en 2020 la lista de las primeras cien personas que formaron activos externos, es decir, que fugaron capitales entre 2015-2019. Con 7.039.454 dólares aparecía Roberto Lisandro Villavicencio, quien por entonces –además de presidente del Grupo Oroño– era titular de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados en la provincia de Santa Fe.
El economista e historiador Eduardo Basualdo siempre enseñó que lo que se fuga es la inversión. Esa que el verso de la derecha pro-empresarial siempre dice que es inalcanzable por la presión fiscal del Estado. Aquí la inversión la hizo precisamente el Estado, mientras el privado estaba ocupado en colocar sus dólares afuera.
El Grupo Oroño se ha caracterizado también por precarizar la profesión médica. En 2020, el Sindicato de Médicos de la República Argentina (AMRA), junto con inspectores del Ministerio de Trabajo, llevaron adelante una inspección en los servicios de Terapia Intensiva Pediátrica, Neonatología y Guardia Externa del Sanatorio de Niños, perteneciente al Grupo, donde se verificó que todos los médicos se encontraban sin la correcta inscripción y alta laboral. Así se lo manifestaba la secretaria general de AMRA, Sandra Maiorana, a Rosarioplus.com. Precarización al palo es lo que viene a ofrecer el Grupo Oroño, de la mano de Passaglia en San Nicolás.
“Uno de nuestros compromisos desde que asumimos como gobierno fue el de brindar igualdad de oportunidades a todos los vecinos, y con este nuevo hospital buscamos que, tengan o no tengan obra social, los nicoleños reciban el mejor servicio de atención médica”, había expresado el intendente Manuel Passaglia. Cabría cuestionar quiénes son los beneficiados en este caso.
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